Estudiantes IBERO aprenden a discernir para tomar decisiones: Rector

Mar, 15 Ago 2017
En su mensaje de bienvenida, el Mtro. David Fernández Dávalos dio al alumnado de nuevo ingreso algunas ‘pistas sobre la espiritualidad jesuita’ que encontrarán en la IBERO.
  • Mtro. David Fernández Dávalos, Rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.
  • Alumnos y sus familiares que escucharon el mensaje de bienvenida del Rector.
En su mensaje de bienvenida a las y los estudiantes que este semestre Otoño 2017 comenzaron sus estudios superiores, el Mtro. David Fernández Dávalos, Rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, les dijo que en esta institución académica aprenderán a tomar decisiones saludables que los hagan crecer como seres humanos; lo que es parte de la tradición de enseñanza jesuita.
En la IBERO, universidad confiada a la Compañía de Jesús (orden religiosa de la Iglesia católica), comprenderán que Dios, el Dios en el que cada cual crea, “nos da la capacidad para tomar buenas decisiones, basados no sólo en nuestra comprensión moral o racional de las cosas, sino sobre todo poniendo atención a nuestra vida interior”.
Decisiones que se toman viendo y valorando qué nos consuela, qué nos construye como seres humanos, qué nos tranquiliza y qué nos da esperanza. “Esas cosas que dije, vienen de Dios, y nos ayudan a tomar buenas decisiones. En cambio las decisiones que nos hacen sentir descorazonados, o desesperados, o tristes, no vienen generalmente de Dios, y no son buenas decisiones”.
Explicó que a esa práctica de evaluar el interior para tomar buenas decisiones se le llama discernimiento. Y en la IBERO, “saber discernir es algo que ustedes van a aprender como algo importante en su paso por la universidad. Saber discernir para tomar decisiones que los construyan, que los hagan mejores personas”.
Pistas sobre la espiritualidad jesuita
A quienes este agosto comenzaron sus estudios por primera vez en la Universidad Iberoamericana, el Rector les dio algunas ‘pistas sobre la espiritualidad jesuita’; las cuales les podrán ayudar ahora que emprenden su carrera.
1. Sean ustedes mismos (as). “Dios, conforme lo conciban, los hizo tal cual son...pero muchos de nosotros a veces tratamos de ser otras personas. Pensamos que tal vez si fuéramos más altos, o más listos, o más ricos, o mejores en el deporte, o más guapos, seríamos más felices…no queremos ser como somos y queremos que nos cambien”. Mas cuando alguien compara lo que sabe es su propia vida (mezcla de cosas buenas y malas) con lo que piensa es la vida perfecta de otra persona,  entonces piensa que los otros tienen una vida más bonita y más feliz.
“Ordinariamente sólo vemos las cosas buenas que tienen los demás y no vemos las cosas malas, porque esas se ocultan y nadie las conoce”; por ello una persona siempre pierde cuando compara su propia vida con la de los otros. “Las redes sociales eso hacen, en lugar de que la gente se sienta contenta y feliz, luego siente que está en desventaja”.
Por ello el Mtro. Fernández Dávalos dijo a las y los jóvenes que se van a  dar cuenta que “la vida de todos es también una mezcla de cosas buenas y cosas malas; igual que tú. Entonces no trates de compararte, así como eres es como vale la pena, sé tú misma, sé tú mismo”.
2. Pueden ustedes tomar buenas decisiones. Aunque muchas decisiones por tomar pueden resultar abrumadoras, Dios también da la posibilidad de tomar decisiones sanas, saludables y que produzcan vida. “Puedes apoyarte en la sabiduría de tu familia o de los buenos amigos; en tu tradición religiosa, sea la que sea; y también vas a tener a Dios trabajando dentro de ti, motivándote para evitar cosas que están mal y abrazar cosas que están bien”.
Aclaró que no hay por qué saberlo todo o decidirlo todo ya. Y aun cuando se tomen decisiones, éstas se van a poder cambiar más adelante. “Tomen decisiones y no se preocupen, si es necesario después las cambian, tienen la vida por delante. Tiene costo cambiar decisiones, pero se puede hacer”.
3. Crezcan como personas de bien. La IBERO se preocupa por la formación integral de las personas; por su dimensión intelectual, porque sean buenos profesionistas y también por su salud y vida espiritual.
La IBERO se preocupa por la persona, por su cuerpo, su mente, su espíritu, al brindar ayuda a quien tiene un problema, preocupación o miedo, a través de tutores pares, el Centro de Atención Psicológica, el Centro Universitario Ignaciano, los profesores (as) y los jesuitas.
Mas “parte de este cuidado personal es que tú tengas cuidado de ti mismo o de ti misma, respetándote a ti mismo, respetando a los demás”,  sean morenos, blancos, hombres, mujeres, gays, heterosexuales, pobres o ricos; porque todos valen y merecen respeto y aprecio de todos y todas.
En este punto, el Rector destacó que respetarse a uno mismo (a) significa  preocuparse por el propio cuerpo, es decir, no embriagarse con mucha frecuencia, dormir lo suficiente, hacer ejercicio, comer bien y tomar decisiones saludables que lo hagan a uno crecer.
Pero significa también respetar a las demás, sin importar, por ejemplo, su orientación y preferencia sexual, su clase social o su procedencia étnica. “¿Puedes respetar a los demás en lugar de aprovecharte de ellos? Pero en un nivel mucho más básico, no sólo respetarlos, sino apreciar lo que ellos son, dejándolos ser lo que ellos y ellas son”.
Subrayó que respetar, apreciar y querer a los demás vale sobre todo para la gente que es totalmente diferente. “No temas conocerlos. Más aún, mi recomendación es que busquen a personas y compañeras que los saquen de su zona de confort, que discrepen de ti, que expandan y hagan crecer tus modos de pensar y de sentir.  Eso es parte de lo divertido de estar en una universidad, no es para que sigas en un túnel, sino para que lo rompas y te abras a nuevas comprensiones distintas”. 
4. Traten de ser agradecidos. San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, recomendó que al final del día cada quien revise lo que fue su jornada, qué cosas hubo de buenas y de malas, y dar gracias a Dios y a los demás por las buenas que sucedieron. “Esta es una bella manera de centrarte en ti mismo antes de dormir, y puede ser una buena práctica en el tiempo que pases con nosotros”.
“Trata de detenerte de vez en cuando para disfrutar, para agradecer, para sentir. Una parte precisamente de la gratitud es agradecer justamente por lo que eres. No tienes porqué intentar ser algo distinto o alguien distinto, no necesitas cambiar para que Dios te ame, y no necesitas disimular ni pretender que eres alguien diferente para que caigas bien a los demás”.
Empero, el Maestro Fernández reconoció que la gran trampa en que suelen caer los jóvenes adultos, como los universitarios, es tratar de actuar de manera alivianada para conseguir más amigos, o sea, beber más, tomar drogas, presumir ser sexualmente muy activo (a); o incluso jactarse de cosas positivas, como obtener las mejores calificaciones, ir a retiros o a misiones, para que la gente crea que se es la persona más espiritual y comprometida del mundo.
“Todo ello puede hacerte caer en el peligro de crear un falso yo para presentar en el mundo, que te traiciona a ti misma, a ti mismo. Cuando algo así ocurra simplemente dite a ti mismo, ¡alto, no necesito hacerlo, soy como debo ser y así estoy bien! En parte eso comienza con la gratitud, estar agradecida, agradecido, por los dones que Dios me ha dado y por el modo en que Dios me hizo”.
Finalmente, y tras agradecer como Rector a quienes tuvieron la confianza de elegir a la IBERO como su universidad, el Padre David Fernández Dávalos, S. J., dijo a las y los estudiantes de nuevo ingreso, “sé que este es un tiempo de nervios, de ansiedad; pero espero que les ayude a caer en la cuenta de que les ha sido dado un gran regalo. El gran regalo es la Universidad Iberoamericana, es la comunidad universitaria. Y la gran pregunta que tienen que contestarse a lo largo de estos próximos años es: ¿qué van a hacer con este grande, con este precioso regalo”. 
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Texto y fotos: PEDRO RENDÓN/ICM

 

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