Inauguran mural en la IBERO ‘Los jesuitas: presente, pasado y futuro’

Vie, 5 Abr 2019
El Rector de la Universidad Iberoamericana y el autor del Mural develaron placa conmemorativa
  • El mural recoge parte de la historia de la Compañía de Jesús.
  • Los Maestros Messeguer y Fernández Dávalos develaron la placa.
  • Mtro. David Fernández Dávalos, SJ., Rector de la IBERO.
  • Mtro. Emilio Quesada Aldana, especialista en la historia de la Compañía de Jesús; y el Dr. Alejandro Guevara Sanginés, vicerrector Académico.
  • Mtro. Francisco Messeguer Guillén, autor del mural.
  • Lic. Carlos Mario Castro Aparicio, académico del Departamento de Letras.
  • El mural recuerda que el nacimiento de la Compañía es inseparable de los libros.
  • Los mártires jesuitas, como Ellacuría y Miguel Agustín Pro, también aparecen.
  • Mateo Ricci, el jesuita que se inculturó en China.
  • Esta imagen simboliza el encuentro de los jesuitas con el mundo indígena.
  • El mural recuerda cuando los zares recibieron a los jesuitas después su supresión.
  • Con la imagen de la IBERO Messeguer representa a todos los jesuitas que han formado parte de esta Universidad.
  • Cédulas al pie de cada panel explican las imágenes.
  • Con la develación de la placa se inauguró formalmente el mural.

El mural ‘Los jesuitas: presente, pasado y futuro’, ubicado en el área del péndulo de la Biblioteca Francisco Xavier Clavigero (Edificio ‘T’, piso -2) de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, fue formalmente inaugurado el pasado miércoles 3 de abril, luego de que los maestros David Fernández Dávalos, S. J., Rector; y Francisco Messeguer Guillén, autor; develaran la placa conmemorativa.

Previo al acto, autoridades y académicos dieron algunos mensajes sobre el mural. El Rector recordó que en el momento en que se dio la luz verde a su manufactura se comentó que el campus de la IBERO necesitaba ser enriquecido con una mayor iconografía de los grandes pensadores, de los aportes de la ciencia, de la historia patria y de la Compañía de Jesús, sobre esta última, para transparentar en los pasillos de la Universidad lo que quiere hacer la IBERO como proyecto en México, desde la Ciudad de México y la de Tijuana.

El mural recoge parte de la historia de la Compañía de Jesús, desde su fundación hasta el actual Papa Francisco (jesuita), mezclado con acontecimientos nacionales, con la fundación de la IBERO y también con la presencia de algunos de los mártires jesuitas importantes para América Latina, como el Padre Ignacio Ellacuría.

El mural aparece en un momento oportuno en el trayecto histórico de la Universidad Iberoamericana, “dado que por un lado hace transparente el espíritu que nos anima, la tradición de la que somos herederos, la historia a la que queremos dar continuidad; que es una historia de compromiso, de servicio a la Iglesia, de entrega hasta el sacrificio, de contribución a la ciencia, a las artes en general. De esa tradición venimos, a esa tradición queremos darle continuidad”.

El mural quizá marcará un antes y un después de él, pues aparece en una etapa de transición de la IBERO, para ponerse al día en sus planteamientos académicos, en sus métodos de estudio, en sus contenidos fundamentales, en su vinculación con la sociedad, en la composición de su comunidad universitaria, en los perfiles y credenciales que deben tener sus docentes, y en el tipo de egresados que quiere ofrecer al país y a la humanidad.

Por lo anterior, Fernández Dávalos manifestó su alegría por poder inaugurar el mural, que será un símbolo de la IBERO, y “que ya empiezan a venir a conocer exprofeso, y que seguramente difundirá nuestra Universidad más allá de nuestros muros y fronteras”.

Asimismo, agradeció a quienes hicieron posible contar con el mural, entre ellos quien lo pintó, Francisco Messeguer, quien ofreció gratuitamente a la Universidad su trabajo, talento, capacidad y tiempo “para hacer este hermoso mural, en un detalle de solidaridad y de identificación cabal con lo que son nuestros ideales y nuestro planteamiento cultural, educativo, social”.

Un mural identitario

El doctor Alejandro Guevara Sanginés, vicerrector académico, abundó que, en efecto, hacía falta en la IBERO un lugar identitario “donde nos pudiéramos reconocer como parte de una comunidad”.

Una Comunidad IBERO que integran casi 100 mil personas, entre estudiantes, docentes, egresados, autoridades y empleados, que para reconocer que son parte de la misma comunidad universitaria, y de la Compañía de Jesús, tienen que recordar de dónde vienen, lo que da sentido a los esfuerzos que se hacen cotidianamente, las pequeñas victorias de cada día, los triunfos heroicos, los descubrimientos científicos o el acompañamiento a las luchas de pueblos enteros.

El autor del mural, Francisco Messeguer, explicó que gracias a la asesoría del Mtro. Emilio Quesada, especialista en la historia de la Compañía de Jesús, pudo mostrar diferentes momentos relevantes en la historia de la orden, a través de escenas que funcionan, individual y colectivamente (y se explican mediante cédulas al pie de cada panel), “a partir de imaginar una explosión que provoca una ola expansiva, envolvente, sobre todos los elementos de la obra, brindándole dinamismo e integración”.

El mural, que terminó de pintar en marzo de este 2019, es “un punto de referencia en la Universidad, para reflexionar sobre nuestra identidad, pues desde él se comunica quiénes han sido y son los jesuitas en su encomiable labor por el bien de la humanidad. Es, también, una invitación para profundizar en la intensa historia de la Compañía, tan vasta que daría de ella sola para llenar de murales este campus y más”.

Por su parte, el Lic. Carlos Mario Castro Aparicio, académico del Departamento de Letras de la IBERO, consideró que el mural propone volver a las raíces y abrevar en ellas “para ser fieles a nuestros principios y fundamentos”.

Consideró que no hubo mejor lugar para alojar este mural que la Biblioteca Francisco Xavier Clavigero, “porque nos recuerda que el nacimiento de la Compañía de Jesús es inseparable de los libros y su experiencia transformadora de lectura”.

Sobre los personajes pintados, dijo que, “los jesuitas que nos miran desde el mural fueron muchos de ellos notables matemáticos y astrónomos, humanistas con una visión teñida de interculturalidad que anunciaron un nuevo tiempo, que además de capillas y telescopios también levantaron bibliotecas para preservar los acervos, en todas sus expresiones, de las diferentes culturas entre las cuales insertaron su misión”.

“Que este mural nos ayude y nos motive a recuperar esa pedagogía de la sabia ignorancia de dejarnos hacer y dejarnos llevar como comunidad de universitarios, no por nuestras vanidades e intereses, sino por la voz de ese espíritu que nos invita a saberlo leer y discernir para comprometernos mejor con las luchas de nuestro tiempo, hoy más difícil que nunca, por transformar y mejorar nuestro mundo”.

Además de las personas mencionadas, en la mesa de honor estuvieron la Mtra. Teresa Matabuena Peláez, directora de la Biblioteca Francisco Xavier Clavigero (BFXC); la Mtra. Madeline Izquierdo, académica del Departamento de Diseño; el Mtro. Emilio Quesada Aldana, académico de la BFXC; y el Dr. Javier Cuesta Hernández, director de la División de Humanidades y Comunicación, como maestro de ceremonias.

Texto y fotos: PEDRO RENDÓN/ICM

 

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