La nueva serie de Televisa, La Candidata, revela una imagen de la política mexicana contemporánea: mediocre y hecha desde ambientes privilegiados, lejos de las clases menos favorecidas, aseguró el Dr. Jesús Alberto Cabañas Osorio, catedrático del Departamento de Comunicación de la Universidad Iberoamericana.

Esta producción de Giselle González, estrenada este lunes a través de Las Estrellas y protagonizada por Silvia Navarro y Víctor González, “es y será una producción que aparece inmersa entre la realidad y la ficción, esto es, entre la empresa y el acontecer nacional e internacional del país en el ámbito económico y político”, afirmó el académico de la IBERO.

Televisa, a decir del especialista, busca con este contenido cambiar la imagen, evitar la pérdida de rating, golpeteo político, competencia en el mercado nacional e internacional, así como atraer a nuevas audiencias; además de aprovecharse de la coyuntura política actual.

“La Candidata aparece como reflejo de la coyuntura política real que se inserta en los procesos del acontecer nacional e internacional, específicamente con el vecino país del norte y con la elección del nuevo candidato o candidata presidencial para suceder a Peña Nieto”.

Réplica de House of Cards

Para el Dr. Cabañas Osorio, la propuesta televisiva de Las Estrellas es una réplica de las series estadounidenses The Good Wife o House of Cards.

Bajo su óptica, tanto los programas estadounidenses como  hablan del ascenso de las mujeres al poder, pero no bajo una propuesta ideológica clara, sino a partir de la referencia masculina que busca un puesto político superior.

“Es decir, es la mujer como instrumento de ascenso y poder del hombre y a la sombra del hombre,  tal y como sucede en los spots promocionales de La Candidata”.

Cuestionado sobre si hace alusión a Margarita Zavala, posible aspirante a la candidatura del PAN a la Presidencia en 2018, afirmó que sucede lo mismo: sigue a la sombra de su esposo, el expresidente Felipe Calderón, y su gobierno de caos y muerte, que además está debilitada a partir de la derrota presidencial de Hillary Clinton en los Estados Unidos.

“En este sentido, la puesta en escena y la ficción que exhibe la telenovela, revela una imagen contemporánea de la política nacional: política mediocre hecha entre pasillos, en ambientes privilegiados y espacios gubernamentales llenos de glamur, gente bonita, etcétera. Todos esos personajes reales y ficticios muy lejos de la realidad nacional y de las clases más necesitadas”.

El académico de la IBERO enfatizó que esta propuesta anula “a las clases sociales bajas”, y no hace “cuestionamientos sociales o políticos al régimen. Narrativas reales y de ficción aglutinadas bajo la tutela de una candidata de pacotilla, sin ideología y proyecto político real y verdadero”. 

IVÁN CABRERA