En febrero de 2017 conmemoramos en México el Centenario de la Constitución en un contexto que no hubiéramos querido imaginar (como seguramente tampoco el Constituyente del 17 para el momento celebratorio de esta fecha): sin un proyecto claro de país; con una fragilidad institucional inversamente proporcional al esfuerzo con el que se generan los diseños; en una grave crisis de derechos humanos y seguridad; desigualdad con altísimos niveles de pobreza, y enormes suspicacias en relación con la eficacia de las normas. Se acompaña de un añejo escepticismo crónico con respecto a la propia Constitución (el texto que resguarda nuestros derechos), sobre la utilidad de sus preceptos.

Prácticamente no nos convence. Sigue siendo lejana, ajena, rebuscada, llena de promesas que se perciben incumplidas, lo que se corrobora en la ausencia de una cultura constitucional medianamente aceptable. Ello pese a la promulgación de reformas que, en los últimos años, han modificado favorablemente la ecuación en las relaciones entre el Estado y las personas: la reforma en materia penal, con un enfoque mayormente garantista (2008); las relativas a derechos humanos y amparo (2011); las que adoptaron la iniciativa ciudadana para presentar leyes y la consulta popular (2012); o la del Sistema Nacional Anticorrupción, que incluye una destacada participación ciudadana en su operatividad (2015).

¿Qué es lo que ha contribuido a este estado de cosas a partir del diseño del marco constitucional? Entre otras cuestiones, hay una ruta que vale la pena advertir, cuestionar y atender. Se trata de una pretendida solvencia desde el imaginario simbólico-político del texto, vis a vis su eficacia normativa. En dilucidar esta disyuntiva, y optar por lo segundo, va mi apuesta, como una de las formas de recuperar su potencialidad emancipadora al servicio de la democracia, y remontar la feria de desconfianza y de escepticismo. En los siguientes párrafos, abordo brevemente la constatación de este imaginario, así como los posibles escenarios ante los que nos encontramos de cara a una nueva constitucionalidad para el siglo XXI, como la he denominado...

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Del 3 al 5 de abril de 2017, se llevará a cabo en la Universidad Iberoamericana el foro "Desafíos y propuestas sobre la nueva constitucionalidad en México. Una reflexión crítica sobre la Constitución de 1917". Para mayor información y confirmar asistencia al evento dar clik en el siguiente enlace: Foro sobre Constitucionalidad.