Este miércoles 29 de junio se cumplieron 30 años de que el astro argentino del fútbol Diego Armando Maradona levantara la Copa Mundial de FIFA, al proclamarse su selección campeona del mundo en el torneo disputado en México. El doctor Erasmo Zarazúa Juárez, académico del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, nos recuerda cómo y por qué nuestro país organizó el Mundial, que en principio tenía como sede a Colombia, pero sobre todo relata cómo la FIFA dejó a la Guerra Fría entre EU y la URSS fuera del Mundial de Fútbol.

En este 2016 celebramos el 30 aniversario de haber sido sede por segunda ocasión de un Campeonato Mundial de Fútbol de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA). México, en 1986, se convirtió en el primer país en ser sede dos veces (antes lo había sido en 1970) de un Mundial, que en su origen se había asignado a Colombia; ¿cómo explicarlo?

Si nos remontamos a la segunda mitad del siglo XX, recordemos que el mundo se encontraba en la Guerra Fría. Los torneos deportivos internacionales fueron (y son) utilizados por las potencias como un mecanismo propagandístico que les permitía proyectarse como el mejor desarrollado política y económicamente, además una manera de obtener prestigio internacional, como lo marcaba Hans Morgenthau, teórico de las relaciones internacionales.

En 1974 se decidieron las sedes de los dos torneos deportivos más importantes del planeta: los Juegos Olímpicos y el Campeonato Mundial de Fútbol FIFA.

En junio, el Comité Ejecutivo de la FIFA adjudicó con 12 años de anticipación al único candidato, Colombia, el Mundial de 1986, el cual le correspondía a un país americano, debido a la alternancia que se efectuaba entre América y Europa.

Pero la confianza comenzó a decaer en 1982. Para la FIFA habían pasado ocho años y no había pruebas confiables de avances en infraestructura para la realización del Mundial, los estadios seguían en maquetas, la torre de telecomunicaciones no se veía por ningún lado y las carreteras estaban en la imaginación de las autoridades colombianas, el financiamiento no era confiable ni claro y la estabilidad social no estaba garantizada, el problema de las guerrillas comenzaba a crecer.

Con las presiones, Colombia renunció a celebrar el Mundial, la FIFA lo hizo oficial en mayo de 1983, pero ningún otro país sudamericano buscó la sede. Brasil inexplicablemente retiró sus intenciones y se nombró como el primer candidato para 1994. Estados Unidos inmediatamente pidió ser sede, pero la FIFA no actuó como EU hubiese querido, incluyó a Canadá y México para una elección.