La Coordinación de Servicio Social de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México realizó, como parte de los festejos de los 75 Años de la institución, la mesa de diálogo 'El servicio social universitario como respuesta a problemáticas sociales', donde la IBERO CDMX, IBERO León, IBERO Puebla, ITESO y el Centro Ernesto Meneses compartieron sus proyectos de formación y acción social.

El servicio social es ese espacio donde las instituciones de educación públicas y privadas tratan de resolver los grandes problemas de la sociedad. Sin embargo, no siempre parece claro que sea un instrumento a través del cual la universidad logra incidir efectivamente en la transformación social.

A este encuentro de reflexión, que versó en torno a las posibilidades reales del servicio social de responder efectivamente a las problemáticas sociales, participaron el Mtro. Vicente Espínola Verdín, de la IBERO León; la Mtra. Rebeca Acevez, coordinadora del Programa de Servicio Social de la IBERO CDMX; el Lic. Carlos Elizalde, del Centro Ernesto Meneses; el Mtro. Antonio Sánchez, del ITESO y Centro Polanco; y el Dr. José Cervantes y la Dra. Verónica Rosas, de IBERO Puebla.

Durante su participación, la Mtra. Rebeca Acevez señaló los elementos que pueden mejorar la práctica, y que ya son parte del programa de Servicio Social de la IBERO CDMX:

1. Los proyectos de servicio social deben someterse a un profundo discernimiento para ordenar siempre los medios en dirección al fin. En particular, la IBERO busca que la formación de los profesionales debe estar direccionada al cambio, a la transformación; esa es la finalidad. La vinculación con proyectos sociales que trabajan por la transformación debe ser un fin y no un medio. 
2.  Caminar hacia la transformación desde el servicio social en la Universidad Iberoamericana significa repensar y renombrar la realidad en el encuentro y junto con quienes padecen la desigualdad de condiciones sociales, políticas y económicas. Es necesario promover experiencias de servicio entre los sectores marginados y excluidos, pero desde una apertura epistemológica y ética en la que la propia comprensión del mundo se vea transformada y enriquecida. Así, los saberes y competencias profesionales adquiridas en la universidad podrán tener un verdadero beneficio social.
3.  La plena convergencia entre los programas de servicio social y los de formación académica. Nuestra incidencia efectiva depende en gran medida de erradicar la disociación que puede existir entre nuestras áreas y departamentos; estableciendo, como se decía en el primer punto, la finalidad de la transformación social como criterio de convergencia.

Ante esto, la coordinadora del programa Servicio Social de la IBERO CDMX aseguró que la Universidad se evalúa:

1. Mediante un proceso de acompañamiento puntual durante el taller de servicio social, una materia obligatoria en todas las licenciaturas y coordinada por el Programa. Tiene como finalidad el desarrollo del compromiso integral humanista y el trabajo en equipo. El taller de servicio social es pensado y desarrollado como un espacio teórico-metodológico en el que docentes y estudiantes nos acompañamos en la búsqueda y construcción de una colaboración que tenga la mirada puesta en la transformación y el aprendizaje que ésta genera en cada uno de los sujetos de la acción social.
2. Nos organizamos en nueve áreas temáticas: Políticas Públicas y Participación Ciudadana; Desarrollo Comunitario; Derechos Humanos y Migración; Economía Social y Solidaria; Envejecimiento, Discapacidad y Vejez; Población y Medio Ambiente; Educación, Cultura y Medios de Comunicación; Salud y Atención Integral; y el área de la Dirección de Formación y Acción Social que alberga proyectos propios. Cada una de estas áreas tiene la responsabilidad y el compromiso de trabajar junto con la sociedad civil en el desarrollo de proyectos sociales universitarios que posibiliten en las personas el repensar la propia realidad y renombrarla desde “el bien común, la casa común, el bien mayor”.
3. En la plena convergencia entre los programas de servicio social con los programas de formación académica, que se traduce en dos acciones: la primera, la evaluación de proyectos junto con departamentos académicos; y, la segunda, una acción que tenemos en planeación.

Por su parte, el Mtro. Vicente Espínola afirmó que “en algunas universidades, el servicio social tiende a ser el único momento en el que los chicos se encuentran con proyectos de incidencia social; realmente, ponen al servicio de los otros todos sus conocimientos. Serían aquellos lugares o espacios donde los chicos pueden estar presentes, conocer las ideologías que luchan, que buscan, que contrastan con todo este modelo neoliberal”.

Agregó “que el reto de los coordinadores con los alumnos que tienen alguna negación de realizar el servicio social es fortalecer el diálogo, la sensibilización, de platicar de lo que realmente es el servicio social para nosotros”.

Al evento, también fueron invitados la Dra. Carmen Caarmano Moúra, académica del Instituto de Investigaciones de la Universidad de Costa Rica; el Dr. José Antonio Farías Hernández, del área de Economía Social y Solidaria de la IBERO CDMX; el Dr. Lucas Saporosi, académico de la Universidad de Buenos Aires.

Al final de la mesa de diálogo, los asistentes visitaron y dieron un recorrido por las instalaciones del Centro Ernesto Meneses.

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Cristoper Enríquez/ICM