EDITORIAL


Las cruciales transformaciones experimentadas en los últimos años por nuestras sociedades, demandan de las Ciencias Sociales el desarrollo de nuevos marcos de interpretación y modelos analíticos alternativos, desde los cuales afrontar el estudio de los procesos sociopolíticos. En los albores del nuevo siglo, el mundo social en que vivimos es, en muchos sentidos, un mundo radicalmente distinto al de apenas dos décadas atrás. Nos encontramos colocados ante nuevos escenarios sociales, nuevas dinámicas y complejas problemáticas, frente a las cuales distamos de poseer respuestas concretas.

Asistimos a un contexto marcado por acontecimientos difícilmente previsibles en el marco de nuestro pasado inmediato, respecto de los cuales no hemos alcanzado aún a dimensionar las repercusiones más profundas: fin de la división del mundo en dos grandes bloques y reconfiguración de las estructuras mundiales de poder; desarrollo de una sociedad tecnológica que transforma vertiginosamente nuestros principales marcos de referencia e identidad; producción de fenómenos de alto impacto mundial, tales como el riesgo ecológico, económico y político; emergencia del terrorismo internacional y aparición de “guerras preventivas”, como nueva estrategia de control imperial; recrudecimiento de fundamentalismos religiosos; emergencia de nuevas formas de protesta frente a las múltiples formas de discriminación y exclusión social aún vigentes, etc. Estos y otros temas de equivalente trascendencia, hacen patente la precariedad de nuestros conocimientos y márgenes de intervención social; la vulnerabilidad de nuestros sistemas de seguridad y prevención, así como la insuficiencia de los mecanismos de negociación e integración vigentes.
Ante la creciente necesidad de comprender e intervenir sobre estas complejas problemáticas, cobran relevancia los intentos encaminados a construir espacios para la reflexión y el intercambio de ideas, desde diversas perspectivas, latitudes  y espacios de trabajo. En este sentido, la conformación de la presente revista, dentro del formato electrónico, constituye una iniciativa encaminada a contribuir en alguna medida a este fin. Iberoforum  surge así, del interés por conformar un espacio colectivo para la exposición de ideas y el debate académico constructivo. El carácter colectivo de la empresa reside, tanto en la naturaleza de los esfuerzos que le han dado origen, como en el sentido de su convocatoria. Elaborada físicamente desde el espacio de la  Universidad Iberoamericana, plantel Ciudad de México, Iberoforum pretende servir como órgano de expresión de estudiantes y profesores adscritos a los programas de Posgrado de Antropología y Ciencias Sociales. Soportada tecnológicamente sobre las posibilidades que brinda el Internet, Iberoforum aspira a trascender los muros de nuestra Universidad, con miras a construir enriquecedoras redes de relación con múltiples instancias y agentes interesados en la reflexión social.