Para madres y padres es muy importante que sus infantes crezcan de manera sana; por lo que una de sus mayores preocupaciones es si están haciendo un buen trabajo a la hora de criarlos, ¿Qué cosas debería estar enseñándole a mi hija/hijo cuando tiene un año, dos o tres? ¿Debo dejar que haga lo que quiera? ¿Es bueno o malo querer que mi hija o hijo aprenda lo que yo quiera? Estas preguntas por lo general abordan las cabezas de las y los tutores, generando confusión a la hora de querer hacer las cosas de forma correcta para que infantes se desarrollen en un ambiente apto para sus primeros años de vida.

Para ayudarnos a entender estos temas, la Dra. Ximena Andrea González Grandón, Coordinadora de la Licenciatura en Pedagogía de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, nos explicó que es necesario crear entornos estimulantes realizando actividades con materiales y juguetes que respeten las habilidades de las y los infantes, con el fin de fomentar una relación afectiva amorosa sobre la que se construya la base de un cerebro sólido.

“Esto quiere decir que tu sistema nervioso aprende haciendo sinapsis, eso significa que una neurona se conecta con otra neurona para ir generando redes neuronales y mientras más estímulos reciban, se tiene mayor aprendizaje”, indicó.

Por esas razones es que por lo general se recomienda a madres y padres que ofrezcan de manera paulatina estímulos sensoriales a sus hijas e hijos, y recordó que tampoco es bueno saturarlos con información, ya que al estar en desarrollo, sus sentidos todavía no están al 100 por ciento.

La también Académica e Investigadora del Departamento de Educación de nuestra casa de estudios, destacó que cada periodo de la infancia es distinto, y destacó que a pesar de que en la mayoría de los casos sólo se mencionan que se deben estimular los cinco sentidos (gusto, olfato, vista, tacto, oído), dijo que es importante no dejar afuera la propiocepción, la cual dijo, es el sentido que nos permite percibir la ubicación, el movimiento y la acción de las partes del cuerpo, incluyendo la percepción de la posición de las articulaciones y su movimiento, la fuerza muscular, y el esfuerzo.

“Yo recomiendo no retacar los estímulos, porque eso sobrecarga cognitivamente y el bebé se pone ansioso, entonces no más de dos o tres sentidos a la vez, eso es más que suficiente”, señaló.

La experta en Procesos Pedagógicos e Investigación Cualitativa del Aprendizaje, de la Salud y de las Experiencias de Bienestar en la Primera Infancia, nos compartió algunos consejos para estimular algunos sentidos.

TACTO

Señaló que al principio es muy bueno empezar con el tacto, esto puede ser tocarlos o que los bebés mismos estén tocando distintas texturas, “es muy buena idea hacerles una pared de texturas, y que donde estén acostados (por lo general una cobija) tenga también distintas texturas, vamos a recordar que somos cuerpos de piel y que cada pedacito de nosotros puede sentir lo que nos rodea, incluso al bañarlos, dejar que toque por ratos el agua, es muy satisfactorio”.

OLFATO

La percepción de olores también es una de las primeras cosas que traen los bebés, por lo que se deben exponer a aromas livianos y que no provoquen irritación en su nariz, “le pueden dar a oler un poco de lavanda o los pétalos de una rosa, y ya en un futuro hacer cajitas de olfato en las que pueden colocar albahaca y en otro un poco de romero”. Reiteró que esto de debe hacer a una distancia prudente de la nariz del bebé.

GUSTO

Para este sentido, indicó que se debe tener mucho cuidado, ya que al estar en desarrollo, no se les puede dar a probar una variedad de alimentos, por lo que la estimulación debe ser poco a poco. Afortunadamente indicó que desde pequeñas/os la mayoría tiene la costumbre de chuparse el dedo o el pie, lo que consideró adecuado para que vaya descubriendo un poco de su cuerpo, eso sí, debemos revisar que el cuerpo del infante se encuentre limpio.

“Si se está chupando el pie, déjalo chuparse el pie, esas son sus primeras maneras de autoconocerse, solo procura que el piecito esté limpio, si no puede agarrar microbios”.

VISTA

La especialista señaló que la vista de bebés al principio sólo puede identificar tres colores: rojos, negros y blancos, por lo que saturarlos con pantallas o programas multicolores no tiene mucho sentido. En lugar de eso, recomendó hacer cartas de estimulación visual, incluso aconsejó guiarse de algunas que venden en Amazon.

Advirtió que es un proceso que requiere paciencia, ya que las y los infantes se tardan mucho en mirar a la distancia, la estimulación tiene que ser relativamente cerca, a una distancia de 70 cm a 90 cm.

OÍDO

Ximena González mencionó que poner música a las y los bebés es importante para estimular su audición. Recomendó melodías repetitivas y que no sean muy fuertes, ya que podrían lastimar el oído de las y los pequeños, recordó que hace tiempo se puso muy de moda el Efecto Mozart, ya que justamente muchas de sus composiciones cumplen este requisito.

En cuanto a actividades para estimular el sentido de la propiocepción, señaló que las y los infantes necesitan actuar y moverse; por lo que aconsejó ponerlos boca abajo, siempre bajo nuestra supervisión, y dejar que se muevan.

“Boca abajo van generando mucha kinestesia, muchas posibilidades de moverse o van levantando el cuello, que es lo primero que tiene que hacer un bebé, además les ayuda a sacar gases”, comentó.

Eso sí, dijo que la mejor postura para que puedan dormir de manera cómoda es de lado o boca arriba, ya que tiempos prolongados boca abajo pueden llevar a que lastimen su abdomen de las y los menores.

Tecnología y estimulación temprana

Para la académica, el uso de nuevas tecnologías para el desarrollo de las y los infantes debe ser muy bien cuidada, ya que si se llegan a usar en exceso, generarían un retroceso en todos los sentidos.

“Es cierto que muchas madres y padres a veces se apoyan en los celulares o tablets para distraer un poco a sus hijas e hijos, y no está mal, ya que a pesar de que uno trate de ofrecer únicamente estímulos saludables a los infantes, pues también la curiosidad es parte de su desarrollo”.

Reiteró que no es buena idea tenerlos tiempos prolongados frente a las pantallas, pues no están recomendadas desde la perspectiva médica, puesto que son demasiados estímulos visuales. Mencionó que más o menos a partir del año a año y medio se pueden dejar unos 15 minutos, y así ir subiendo poco a poco.

“Es muy importante que conozcan su mundo y que no se abstraigan tan tempranamente en un mundo que está hecho para la dopamina, o sea, los celulares, las redes, los dibujitos y jueguitos están hechos para que estén todo el tiempo hype, cosa que en la vida real no pasa, por eso considero que los primeros siete años las madres y los padres tienen que darles este pedacito de realidad, una realidad más humana, afectiva, calmada y tranquila.

“Desde que salieron las tablets, los celulares y toda esta cuestión touch, las niñas y los niños entraron en este mundo también, son menores mucho más desesperados, con una tolerancia a la frustración pésima o con una necesidad constante de alguna recompensa”.

Por último, reconoció que si bien es favorable que niñas y niños comiencen a una edad temprana el desarrollo de sus sentidos y habilidades sensoriales, tampoco es bueno saturarlos con demasiados estímulos, ya que también se debe dar lugar a la tranquilidad y al aburrimiento.

“Cuando un niño de repente se aburre, no debemos forzarlo a aprender, ya que también son esos momentos en donde los niños se conocen mucho a sí mismos. Si las madres y los padres quieren que sus hijas e hijos aprendan mandarín, primero debemos saber si es lo que está buscando, ya que exponerlos a estímulos que no son de su agrado, es perjudicial”

Si requieres más información te invitamos a ver el streaming de la Dra. González Grandón Ximena Andrea, en la que habló sobre los retos que tienen las y los tutores a la hora de criar a sus hijas e hijos, mediante la platica Las neurociencias de la estimulación temprana: consejos prácticos para madres y padres ocupados.

Texto: Alberto Elihú Cortés Hernández

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