“Sigo Preguntándome Dónde Están los 43”: Aquilino Mejía a 11 Años de Ayotzinapa
A once años de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el testimonio de Aquilino Florencio Mejía, ex estudiante de la Normal Rural de Ayotzinapa y actual alumno de la Maestría en Antropología Social en la Universidad Iberoamericana, es un recordatorio de que la herida sigue abierta.
Yo me considero un cuerpo presente: no me desaparecieron, pero cargo con la tristeza, el llanto y la culpa de no haber hecho más
“Todavía me sigo preguntando qué pasa con mis compañeros, dónde están. Día y noche me cuestiono qué hicieron con ellos. A once años sigo estando triste, siempre me lo pregunto y sigo en espera de su presentación”, relató Mejía en entrevista con Prensa IBERO.
“Los cuerpos que dejó Ayotzinapa”
Su paso por Ayotzinapa lo marcó para siempre. “Ver el sufrimiento de las familias y de los sobrevivientes es no parar con el dolor, que solo se sobrelleva”, explicó. Reconoció que durante este tiempo ha necesitado apoyo psicológico para afrontar la tristeza, la culpa y el arrepentimiento de no haber podido hacer más aquella noche de 2014.
En sus palabras, ese dolor lo llevó primero a estudiar Psicología, con la intención de formar un grupo especializado en atender a víctimas de desaparición forzada. Ahora, desde la Antropología, analiza lo que llama “los cuerpos que dejó Ayotzinapa”: el de los desaparecidos, pero también los de quienes sobrevivieron, marcados por la culpa y el sufrimiento. “Yo me considero un cuerpo presente: no me desaparecieron, pero cargo con la tristeza, el llanto y la culpa de no haber hecho más”, expresó.
Lucha y resistencia desde la Universidad
Mejía reconoce a la IBERO como un espacio que lo ha acompañado en este trayecto. “La universidad me ha ayudado en mi activismo, me ha permitido tener otra visión académica y estar más cerca de los problemas sociales. Aquí siempre he encontrado apoyo y solidaridad”, dijo.
Valoró además que la institución abra espacios de memoria. “Me dio mucho gusto saber que la obra del artista juchiteco Francisco Toledo con los papalotes estuviera aquí, para recordar que los 43 no son solo números ni nombres: son estudiantes pobres, de pueblos originarios, que como yo encontraron en Ayotzinapa la única oportunidad para estudiar”, compartió.

| 'Papalotes por Ayotzinapa', de Francisco Toledo, durante la exposición ‘Tercera entrega. Desaparecidos: irrupción y memoria’, en octubre de 2018 en la Galería Andrea Pozzo de la IBERO. Foto: Alberto Hernández |
El ex normalista sostiene la esperanza en la presentación con vida de sus compañeros. “Si el Estado los desapareció, el Estado nos los tiene que devolver con vida. No es aceptable que digan que solo encontraron restos mínimos o fragmentos. Queremos saber la verdad y la verdad es saber qué pasó después de que los detuvieron policías y participó el Ejército. Ellos saben dónde están”, aseguró.
“México es un país de desaparecidos, asesinados y desplazados, pero la transformación no la va a hacer el gobierno, la tenemos que hacer nosotros”, concluyó.
Texto y foto: Mariana Domínguez Batis
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