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Mtra. Martha Balcázar Quintero, académica investigadora del Departamento de Salud y Mtro. Alberto de la Paz de León, asistente de la Dirección de Investigación.

La población tarahumara es el mayor grupo indígena del norte de México y una de las minorías étnicas más marginadas de nuestro país. Al igual que otras etnias, este grupo ha ido perdiendo sus tradiciones y costumbres, lo cual se puede comprobar en diversos aspectos. Uno de ellos es a través de la dieta, pues de acuerdo con Martha Balcázar Quintero, académica del Departamento de Salud, existe una tendencia hacia la occidentalización de la alimentación y la actividad física en los escolares tarahumaras.

Investigaciones previas han encontrado que los niños tarahumaras tienen un retraso del crecimiento y anemia, así como deficiencia de micronutrimentos (algunas vitaminas y minerales como el hierro y zinc), los cuales pueden ser explicados por las condiciones sociales en las que viven: casi total marginación.

Específicamente, en el caso de los tarahumaras, se les ha considerado una población que presenta una desnutrición crónica. Sin embargo, los niños tarahumaras que viven en internado escolar y los niños migrantes presentan problemas de sobrepeso y obesidad. Lo que sugiere una “desindigenización o mestización” en sus patrones dietéticos o de actividad física tradicional.

En este contexto se efectúa el proyecto "Dieta tradicional y dieta de transición de los niños tarahumaras", desarrollado por la maestra Martha Balcázar, conjuntamente con investigadores del Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS), de Francia.

Este proyecto, financiado por la Vicerrectoría Académica de la UIA Ciudad de México a través de la Dirección de Investigación, y que también ha contado con financiamiento del Conacyt y el CNRS de Francia, trata los factores dietéticos, de actividad y de comportamiento de niños tarahumaras y es abordado desde una perspectiva antropológica, con el objetivo de conocer cuáles son los elementos que inciden en la modificación de los hábitos y los patrones de alimentación de estos.

Para ello, el grupo de investigadores realiza un estudio comparativo con niños de edad escolar de tres grupos:

• Tarahumaras tradicionales rurales de las comunidades de Pawichiqui, Naweachi y Kwechi, que viven tradicionamente al estilo tarahumara y no van a la escuela;
• Tarahumaras en internados escolar (atendido por dos asociaciones religiosas) de la comunidad de Norogachi;
• Tarahumaras migrantes, es decir, niños que han migrado a la ciudad de Chihuaha provenientes del mismo municipio de los otros grupos.

En referencia al desarrollo de la investigación, ésta se ha dividido en dos fases. La primera desarrolla un estudio de factores nutricios y de actividad, que incluye valoraciones médicas, evaluación de las dietas mediante encuestas, estudios morfológicos y evaluación de la actividad física. En la segunda fase se analizan factores de comportamiento y antropológicos, además se abordan las conductas y preferencias alimentarias.

El estudio "Dieta tradicional…" persigue varios fines, pero como eje principal destaca, por un lado, que amplía el conocimiento de factores nutricionales y antropológicos, los cuales permitirán la implantación de nuevas políticas de ayuda alimentaria o educación en nutrición a escolares indígenas tarahumaras, lo que contribuirá en la generación de nuevos conocimientos científicos y será un soporte para que este grupo mejore su salud y su educación.

Este trabajo de transición nutricional de población indígena persigue que sus hallazgos y conclusiones contribuyan a que este grupo étnico mantenga y promueva sus valores culturales y tradicionales en cuanto a su alimentación, es decir, se preserve dentro de la cosmovisión tarahumara el concepto de alimentación como costumbre milenaria.

Para Balcázar, la responsabilidad social de su investigación radica en establecer un programa con una gestión de la comunidad, para disminuir los riesgos alimentarios vinculados a los cambios del modo de vida y comportamiento alimentario de la población tarahumara.