Además de ganar por decisión unánime el Premio Tenerife al Fomento y la Investigación de las Artesanías de España y América 2014, la maestra Ana Celia Martínez Hernández, diseñadora textil y académica de la Universidad Iberoamericana, realiza un planteamiento metodológico transdisciplinario para la documentación y rescate de esta fibra con importante valor cultural para México.

Con este conocimiento y en vínculo con los artesanos, impulsará la experimentación textil con izote en el terreno del diseño textil y de modas mexicano, señaló la académica de la Licenciatura en Diseño Textil, quien subrayó que el izote (Yucca aff. Jaliscensis (Trel) Trel.), planta endémica de la región de Zumpahuacan, Estado de México, ha sido utilizada por artesanos desde tiempos anteriores a la Colonia. A lo largo de los siglos ha sido domesticada y gracias a ello tiene hojas más largas y con mayor cantidad de fibra que otras plantas de su misma especie.

Por medio de su investigación Izote, Iczotl. Fibra con identidad, tradición y permanencia, objeto de su tesis de maestría en Estudios Mesoamericanos, logró ser nominada como uno de los tres proyectos finalistas del Premio Tenerife, junto con uno proveniente de Colombia y otro de las Islas Canarias. Su investigación fue nombrada ganadora por decisión unánime. 

La académica de la Ibero presentó un amplio estudio en el que documentó el contexto histórico, biológico, ideológico y social de la fibra. Afirmó que el potencial de está materia prima no ha sido desarrollado completamente, pues hasta hace unos años, su uso estaba limitado a la confección de morrales.

Destacó que en 2010, en Zumpahuacan no había más de 15 personas menores de 50 años que supieran trabajar la fibra y que además conocieran todo el proceso de extracción, hilado, tejido y acabados.

Así, con el fin de rescatar el uso del izote, presente en documentos históricos como el Códice Mendocino y la Matrícula de Tributos, Ana Celia Martínez se dio a la tarea de  realizar un curso- taller en el que junto con maestras artesanas se transfirió el conocimiento de esta fibra mexicana a jóvenes y mujeres zumpahuaquenses interesadas en aprender la técnica ancestral del proceso textil y sus nuevas posibilidades de desarrollo.  

Con esta transferencia de la investigación a la acción, la cantidad de zumpahuaquenses que ahora trabajan la fibra de izote se incrementó, lo que ha generado una nueva generación de artesanos que será vital para rescatar esta tradición, que brindará a los diseñadores textiles y de moda una nueva oportunidad para voltear hacia estas fibras mexicanas.

La académica creó además tres muestras de hilos nuevos a partir de esta fibra: uno de izote hilado con algodón coyuchi, uno con algodón verde y uno de izote hilado con lana, las cuales ha ofrecido a la reconocida diseñadora de modas y académica de la Ibero Lydia Lavín, como a la hija de ésta, la también diseñadora Montserrat Messeguer, con el fin de que la tres inicien un proceso de experimentación y ofrecer así nuevas alternativas para el campo del diseño textil y de moda nacional.

JTGI/ ah