Chicago 2016, los Juegos Olímpicos que perdió Barack Obama

Sáb, 13 Ago 2016
Por: Dr. Erasmo Zarazúa Juárez, académico del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México
  • Vista aérea de Chicago, Estados Unidos

Ahora que estamos en plenas competencias en los Juegos Olímpicos (JO) que se celebran en la ciudad de Río de Janeiro, Brasil, vale la pena recordar que en el 2008 hubo otras tres ciudades candidatas a los juegos que estamos viendo: Madrid, Tokio y Chicago.

En 2007 entre las ciudades candidatas para alojar nuevamente unos JO en Estados Unidos (EU) estaban Los Ángeles, San Francisco, Filadelfia, Houston y Chicago. Esta última salió ganadora por encima incluso de las ciudades californianas, las más fuertes, que al final retiraron su candidatura, al parecer por una decisión atribuible al buen olfato que tuvieron el Comité Olímpico Estadounidense y los patrocinadores.

Barack Obama, en aquel entonces senador por Illinois, apoyaba esta candidatura, mientras en lo personal se preparaba como candidato a la Presidencia de los EU. Si él ganaba la Presidencia el apoyo político a nivel nacional estaba asegurado para Chicago, su bastión político, para hacer frente con más fuerza a las demás ciudades en la elección mundial de los juegos por parte del Comité Olímpico Internacional (COI). Recordemos que el apoyo de Tony Blair fue decisivo para el triunfo de Londres 2012, en la elección de 2005.

Chicago había sido elegida por el COI en 1901 para albergar los JO de 1904. Como las dos primeras ediciones de los juegos de la era moderna habían sido en Europa se buscaba hacer más internacionales los olímpicos, y EU presentaba uno de los mejores lugares a nivel deportivo.

Finalmente Chicago perdió la sede, cuando el Presidente Theodore Roosevelt la cambió y se la dio a Saint Louis, y juntó los juegos con la Feria Mundial. La razón fue política, pues EU se veía amenazado nuevamente por las disputas entre el norte y el sur, con el asesinato del Presidente McKinley.

Los enfrentamientos habían dejado de ser políticos y el uso de la fuerza se aproximaba. Además “Teddy”, que había llegado a la Presidencia después del magnicidio, comenzó la lucha contra los monopolios. Chicago entonces representaba al norte y a los industriales, por lo que había que darle oportunidad al sur para evitar más problemas políticos y económicos.

Para los olímpicos de 1952 y 1956 Chicago volvía a ser candidata, sin lograr nuevamente la sede. En este siglo XXI lanzó una nueva candidatura, que una de las sedes elegidas formalmente por el COI. En 2008 el efecto del candidato Obama puso a nivel nacional a Chicago, entidad que además contó con el apoyo de Michael Jordan, Oprah Winfrey y Michael Phelps. La población estadounidense e internacional comenzó a saber de la candidatura de Chicago por la promoción hecha durante los JO Beijing 2008.

Obama se convirtió en el 44avo Presidente de los EU. Nunca antes de él se había tenido tanto apoyo presidencial a una candidatura olímpica en la historia estadounidense. La elección de sede fue en Copenhague, Dinamarca,  el 2 de octubre de 2009; antes de ello Obama envió una carta al COI con todos sus deseos y apoyo a Chicago. La misma misiva, que llevaba  la firma presidencial, fue enviada a cada uno de los miembros del COI.

El Comité Organizador de Chicago se distrajo y apostó mucho al efecto Obama, a su carisma (lo que se conoce en las relaciones internacionales como el “poder blando”), más que a consolidar el proyecto, mejorarlo y resolver los problemas con los opositores a la sede. El inicio de su periodo presidencial no fue fácil para Obama, los problemas nacionales eran complejos y requerían de su atención antes que los temas internacionales y deportivos.

Los Jefes de Estado y de Gobierno de las otras candidatas estaban en la agenda para hablar y defender a su ciudad. Obama no podía hacerlo; por lo que eligió a su esposa Michelle para que fuera en representación suya. De último momento se dio un golpe de timón y de sorpresa llegó el Air Force One con el Presidente Obama para dirigirse a los miembros COI. Muchos medios comenzaron a cantar victoria para Chicago, muchos otros decían que sería Madrid; yo aposté por Rio.

Comenzaron las exposiciones y Chicago tropezó y tropezó hasta envolverse en una red de desinformación y cables cruzados para caer. La ponencia dejó mucho que desear y la sesión de preguntas acabo con todo, no sabían que responder, el proyecto tenía fallas, había cosas que faltaban, la sonrisa de Michelle no era suficiente, el proyecto no era viable.

Había mucho apoyo económico y mucho poder suave; pero también existían huecos en la trasportación, no se veían mejoras en la infraestructura (para dejar un legado), había faltas en cuestiones ecológicas, problemas con algunos trabajadores de la ciudad, entre otros.

Deduzco que el COI además de un mal proyecto, impreciso y carente,  recordó el mal sabor de boca que dejó Atlanta 1996; ciudad que obtuvo una nota apenas aceptable para el comité por su falta organizativa, exceso de patrocinio y carente de concepto. Había que sumar también que Estados Unidos había sido anfitrión de los Juegos Olímpicos hace muy poco tiempo (Los Ángeles ´84).

El terrorismo y la seguridad eran dos temas de suma importancia internacional. EU era el país que tenía mayormente estos problemas y aún estaba en la mente el actuar bélico de George W. Bush. Además considero que el mayor peso fue la reciente crisis financiera internacional (2008), que se había iniciado precisamente en EU, por la burbuja inmobiliaria.

Si se considera el temor siempre presente en el COI, de que los juegos sean usados para intereses políticos, era razonable la idea de que Obama emplearía a los JO para coronar sus actuar político al final de su segundo mandato; por lo que la justa deportiva se vería inmiscuida en la elección presidencial de los EU en 2016.

Chicago fue la primera ciudad candidata que quedó fuera en la primera ronda de votaciones. Obama perdió su primer trabajo en el área internacional y volvió con una derrota a enfrentar los problemas nacionales. El cálculo previo era el contrario, llegar victorioso y fortalecido para iniciar los cambios prometidos en EU, que algunos de ellos hasta ahora no ha cumplido; pero afortunadamente para los demócratas pocos lo recuerdan.

Con el tiempo vemos que la elección de Rio no resultó como se había programado; el Mundial de Futbol de 2014 le heredó más problemas que un piso parejo. Madrid no era tampoco opción por sus problemas políticos y económicos que todavía no ha podido superar. La opción correcta para asignar en aquel entonces los juegos del 2016 era Tokio; sin embargo, los japoneses no claudicaron y lograron la sede de los próximos Olímpicos, los del 2020.

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