Dios debe salir del clóset para ayudar a excluidos: teólogo de la IBERO

Jue, 6 Abr 2017
Jesús rompió prejuicios de la época y fue subversivo a favor de los rechazados
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Hablar de Dios desde la óptica de la teología queer implica verlo “fuera del clóset”, es decir, arrebatarlo de los dogmas que lo hacen inalcanzable para acercarlo a los excluidos, a quienes están en la periferia, afirmó el Dr. Ángel Méndez, académico del Departamento de Ciencias Religiosas de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

“Dios sale del clóset o Dios fuera del clóset, una forma de provocar el pensamiento y de más o menos hablar de un dios que sale de esta idea de un patriarcado a uno que se abre a la comunidad, un dios sobre todo hacia las mujeres, hacia los otros que son marginados de la sociedad, en la misma Iglesia y en las religiones”.

Durante el cuarto encuentro Cex ande Lunch, organizado por el Centro de Exploración y Pensamiento Crítico (CEX), el especialista en teología explicó que el término queer se puede traducir libremente como ‘extraño’, ‘extravagante’, ‘no convencional’, pero por muchos años se usó como insulto contra los integrantes de la diversidad sexual.

“La teoría queer toma este término peyorativo y le da vuelta, para hablar acerca o a favor, de una manera orgullosa, de las personas de la diversidad sexual”. Cuando deciden protestar y salir a las calles para gritar que están orgullosos de su sexualidad, afirmó, entonces el significado “es emancipatorio, de liberación”.

Este pensamiento, prosiguió, se basa en ir más allá de una heteronormatividad, que dictamina cómo debe actuar la sociedad, para buscar la subversión contra los roles de género y sexualidad, que en su mayoría son dictados desde la visión hombre/mujer.

Por ello, se considera que lo queer siempre debe estar fuera del clóset o de los convencionalismos, y de ahí se genera parte de la esencia de la teología queer.

“La teología queer es una plataforma que utiliza esta crítica (de la teoría queer) que hay hacia la heteronormatividad para hablar a favor de las personas que están en los márgenes, sobre todo en los márgenes de las sociedades heteronormativas”.

Pero no sólo se centra en la parte sexual, sino que habla de las personas que están “en los márgenes, en la diáspora, que están en la periferia de la sociedad”. Es en este punto que la teología queer se apropia del término para hablar de los desprotegidos o los rechazados.

“Esto tiene que ver con un dios judeocristiano o con una lectura del dios en el mundo hebreo que sale del clóset, un dios que no está en su trascendencia completamente alejado de las personas sino un dios que sale al encuentro de las personas, se historiza, se encarna con las personas que son más reprimidas”.

El Dr. Ángel Méndez comentó que Jesucristo es un caso de teología queer por excelencia “porque está a los márgenes de la sociedad. Está siempre con los excluidos e invita a la mesa a aquéllos que no son invitados a la mesa: las prostitutas, los borrachos, los drogadictos, todos los queers, los pobres, los leprosos, etc., todos los ‘desviados’, y los invita y los acoge”.

Recordó que, de acuerdo con los Evangelios, Jesucristo torcía los convencionalismos y estaba a favor de los indecentes. Por lo que, en algún sentido, lo queer es muy tradicional porque forma parte de las “mismas enseñanzas de Jesús. Pero claro, no toda la gente va a estar de acuerdo con estos presupuestos”.

Dios fuera del clóset

Ante decenas de personas de la Comunidad IBERO, el especialista de esta casa de estudios enfatizó que el dios de la teología queer sale del clóset para hablar y proteger a toda la diversidad de seres humanos, y romper con los paradigmas heteronormativos impuestos.

“Un dios que sale de su trascendentalismo, de un dios completamente distante, a hacerse un dios que se encarna y que está íntimo con nosotros. Un dios que sale del clóset de la indiferencia, a un dios que le importa, que quiere estar de nuestro lado y que desea intimar con nosotros”.

Manifestó que esta figura de gracia sale de los muros que construimos entre unos y otros para crear puentes. “Un dios que sale de la irrelevancia a un dios que se hace profeta, subvierte el orden, la violencia y el sacrificio; justamente un dios que sale del clóset del sacrificio, de la violencia, a un dios que busca la paz y la equidad, más allá de la desigualdad y las jerarquías”.

Y fue más allá al señalar que es un dios que “incluso sale de las iglesias y de las instituciones religiosas a uno que entra en el mundo, que se mundializa y que está a favor de las periferias”.

Comentó que se debe buscar el respeto a la diversidad y la equidad; así como salir a las calles a defender los derechos, “no tanto para ser homogéneos, no tanto para entrar en los convencionalismos de una sociedad, sino para decirle a la sociedad, existimos y tenemos derechos, y tenemos que respetar sobre todo a las personas más vulnerables”.

En este sentido llamó a las personas que son heterosexuales “a salir del clóset de la heterosexualidad machista, heteronormativa, supremacista, que suprime y cree a las mujeres y otros sujetos como subalternos. Ahí es donde la teología queer va a hablar de una gran diversidad de géneros que no entran en esta dicotomía de hombre y mujer”.

 

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