Maribel Quiroga recuerda sus pasos por la IBERO con cariño: las clases, las amistades forjadas y los profesores que la formaron. Hoy dirige a uno de las agrupaciones empresariales más importantes del país, una meta que comenzó a construir desde la Biblioteca Francisco Xavier Clavigero (BFXC), el lugar que más le gusta de su alma máter.

Quiroga Fernández, directora de la Cámara Mexicana de la Industria de la Cerveza y de la Malta, mejor conocida como Cerveceros de México (2015), ha trabajado, junto con su equipo, en posicionar a la cerveza mexicana al interior del país y en el mundo, un sector que suma más de 60 mil millones de pesos en inversiones.

La egresada de la Licenciatura en Relaciones Internacionales asegura que la industria cervecera nacional es percibida con orgullo. Además, es la mejor embajadora que tiene México en el mundo, en cierto modo, gracias a la Cerveza Dual, un proyecto organizado el año pasado y que consistió, entre otras actividades, en crear una bebida colaborativa entre nuestro país y Alemania. Esta idea puso al país como superpotencia cervecera a nivel internacional.  

Cuando ella y su equipo se enteraron que sería el Año Dual México-Alemania pensaron en la posibilidad de que ambos países crearan algo en conjunto. Así fue como se tomó la decisión de producir cuatro lotes de cerveza: dos de ellos se manufacturaron en una cervecería artesanal cerca de Múnich y los otros dos en la planta experimental que tiene Modelo en la Ciudad de México. 

“Este proyecto tuvo mucho impacto; se presentó en ambos países. De hecho, el presidente de México, Enrique Peña Nieto y la canciller alemana Ángela Merkel brindaron con esta cerveza colaborativa durante la clausura del Año Dual en junio del 2017. Me gusta decir que México está destinado en ser el país cervecero del siglo XXI. Iniciativas como ésta nos ponen en la mira para lograrlo”, señaló Quiroga, quien trabajó en su momento con el exmandatario Vicente Fox.

Quiroga también encabezó el lanzamiento de El libro de la cerveza mexicana, el cual hace un recorrido por los primeros años de producción de esta bebida en nuestro país hasta la consolidación de la industria. Esta obra está enriquecida con la explicación de los distintos estilos de cerveza que existen y sus características, y da cuenta de cómo la cerveza es la ‘pareja perfecta’ de algunos platillos de la gastronomía nacional e internacional. “La cerveza mexicana es parte de la historia iconográfica del país. Es una industria disruptiva", explicó.

En el libro también se abordan los beneficios y propiedades de la bebida desde el punto de vista de la salud. Así como del compromiso de la industria cervecera para llevar a cabo una agenda para erradicar el consumo de alcohol en menores de edad.

En este sentido, recomendó nunca combinar el alcohol con el volante, aunque sólo se haya consumido una cerveza. Tomar agua de forma abundante para mantenerse hidratados. Acompañar la ingesta de cerveza con alimentos. En general, señaló que el estado emocional puede influir en la manera de beber y enfatizó que las mujeres embarazadas no deben tomar bebidas embriagantes.

Respecto al crecimiento de la industria a nivel nacional, recordó que en 2017 Grupo Modelo inauguró una planta de producción en Yucatán. A finales del año pasado se anunció una inversión por 14 mil millones de pesos para la instalación de una fábrica que construye Grupo Modelo en Hidalgo; mientras que en febrero de 2018, Heineken abrió su factoría en Chihuahua.

"En la medida en que abramos nuevas plantas, la producción aumentará y alcanzaremos a Brasil. Las plantas de cerveza mexicana funcionan con una productividad del 97%. En México se tiene la planta más grande del mundo en Zacatecas", festejó Quiroga.

"El reto es tener más inversiones, mayor certeza y apoyar más a los cerveceros artesanales del país, aunque ya lo hacemos a través de convenios como los de Bancomext para que tengan acceso a créditos, a largo plazo, para comprar maquinaria, pues los tanques de fermentaciones vienen de Alemania y las máquinas para embotellar de Italia. Así como para que puedan exportar sus productos y abrir nuevos mercados".

Maribel Quiroga recuerda con cariño a la IBERO. Asegura que fue muy feliz mientras estudiaba, pues construyó grandes amistades y conoció a extraordinarios profesores. De esta casa de estudios, lo que más le gusta es la Biblioteca. A propósito, recomendó a los estudiantes leer mucho y disfrutar su estancia universitaria.

Valentina González/ICM