México necesita jóvenes listos para actuar, no pegados a una pantalla

Mar, 14 Ago 2018
Alumnas de la IBERO dan la bienvenida a sus compañeras y compañeros de nuevo ingreso a la Universidad
  • María Jacques Valenzuela, alumna de Ingeniería Química (Foto: Alberto Hernández).
  • Andrea Horcasitas Martínez, secretaria General del Consejo de Presidentes de Sociedades de Alumnos (Foto: Alberto Hernández).
  • Previo a la ceremonia se ofició una misa de agradecimiento.

México necesita jóvenes activos, despiertos y listos para actuar, no jóvenes pegados a una pantalla, consideró María Jacques Valenzuela, alumna de Ingeniería Química en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, durante el ‘Día de Bienvenida Otoño 2018’ de esta institución de educación superior.

En la ceremonia de bienvenida, efectuada en el Centro Cultural y Deportivo Enrique Torroella, María dijo a sus compañeras y compañeros de nuevo ingreso a la IBERO: “A veces creemos que la felicidad es estar cómodo en un sofá; pero eso no es lo que México necesita. Ustedes pueden ser la diferencia, no podemos fingir estar ciegos y no ver todo lo que pasa a nuestro alrededor, tenemos que ser el cambio que queremos ver”.

Así, y en su calidad de oradora a nombre de la Comunidad de Representantes de Asociaciones Estudiantiles (CREA), invitó a los nuevos universitarios a ser parte de ésta, “un espacio en la IBERO que ofrece a los estudiantes herramientas para generar un cambio”.

Explicó que una asociación estudiantil de la Iberoamericana es un grupo de mínimo cinco estudiantes, con un interés común, que busca de manera voluntaria ayudar a solucionar problemas y satisfacer necesidades, tanto de la comunidad universitaria como de la sociedad civil.

En el semestre que recién comienza, la CREA cuenta con 13 asociaciones estudiantiles, abocadas a temas diversos: política, educación, pluralidad, liderazgo, medio ambiente, migración, trata de personas, violencia, entre otros, detalló.

En su caso personal, María Jacques forma parte de la asociación estudiantil ‘Cambio’, dedicada a crear conciencia sobre las problemáticas medio ambientales actuales y discutiendo sus posibles soluciones. “A lo largo de los últimos semestres hemos organizado ciclos de cine ambiental, reforestaciones, proyectos que buscan eliminar el plástico dentro de la Universidad, hemos dado vida al huerto de la IBERO, entre otras cosas”.

Y a quienes al oírla posiblemente se preguntaron qué tanto puede lograr una asociación estudiantil, les dijo que nunca se puede saber hasta dónde pueden impactar un proyecto. Pero les dio un ejemplo: “Sin Trata comenzó como una asociación estudiantil con cuatro alumnas, en 2012, y hoy en día ya son una asociación civil que incluso logró tener una reunión en el Vaticano, con el Papa Francisco, para poner en la agenda el tema de la trata de personas”.

“Estar en una asociación estudiantil te da mucho más de lo que uno podría imaginar, te da habilidades de trabajo en equipo, la posibilidad de trabajar con gente de otras carreras que piensan diferente a ti, o bien de conocer gente con la cual tienes cosas en común. Pero sobre todo, te da la oportunidad de llevar a cabo proyectos, poniendo tu granito de arena para lograr un cambio”.

Los universitarios, los mejores años 

A la entrante Generación 2018-2021, Andrea Horcasitas Martínez, secretaria General del Consejo de Presidentes de Sociedades de Alumnos (Copsa), le mencionó que la que iniciaron es una etapa de mucha confusión y toma de decisiones.

“Están empezando el curso de su vida después de haber elegido una carrera y una universidad dónde estudiarla. Por un lado, puede que estén completamente seguras y seguros de que quieren estudiar psicología o derecho; o puede que sientan que se precipitaron a tomar una decisión y ahora no están seguros de la carrera; esto está bien, están justo en el momento de averiguar este tipo de cosas”.

Suele decirse, compartió, que los que se viven en la Universidad generalmente tienen la insignia de ser los mejores años de las vidas de los jóvenes, los más divertidos, los más locos. “Se habla mucho de los días que se terminan viendo al sol salir, y de las noches inolvidables”.

Este tiempo también lleva consigo otros descubrimientos. “Es el momento perfecto para salir de nuestra zona de confort y probar cosas nuevas, equivocarse, atinarle a una, equivocarse otra vez, es el momento para encontrarnos a nosotros mismos. Puede ser que esto pase después de perder a los amigos de la prepa y descubrir el verdadero significado de la amistad después de tener que trabajar 10 horas con un compañero en el taller de diseño textil”.

Es también el momento, cuando se es universitario, de probarse a uno mismo, de dejar atrás prejuicios, intentar todas esas cosas que a uno le llaman la atención, inspiran y apasionan, “ya sea audicionar para esa obra de teatro a la que nunca te hubieras atrevido a ir durante la prepa, o llevar esa clase que tu papá dice que no sirve para nada”.

Todo eso, tienen cuatro años para descubrirlo, sin importar qué estudien o qué les gusta. “A partir de hoy son IBERO. Siéntanse orgullosas y orgullosos de ello. Bienvenidas y bienvenidos”.

La ceremonia del ‘Día de Bienvenida Otoño 2018’ fue encabezada por el Maestro David Fernández Dávalos, Rector de la IBERO; quien estuvo acompañado en el presídium por: Dr. Alejandro Guevara Sanginés, vicerrector académico;  Lic. Leopoldo Navarro Flores, director general Administrativo; Mtra. Araceli Téllez Trejo, directora general del Medio Universitario; Dra. Helena Varela Guinot, directora de la División de Estudios Sociales; y Mtro. José Antonio Morfín Rojas, director de la División de Ciencia, Arte y Tecnología.

Previo a la ceremonia, el Padre David Fernández Dávalos, en compañía de otros jesuitas y sacerdotes que forman parte de la IBERO, ofició ahí mismo, en el Centro Cultural y Deportivo Enrique Torroella, una misa de agradecimiento por los bienes recibidos.

Texto y fotos: PEDRO RENDÓN/ICM

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