¿Por qué la IBERO crea un Programa de Seguridad Ciudadana?

Lun, 29 Oct 2018
Presentará en 2019 el 'Laboratorio de Innovación para la Seguridad Pública' y difundirá un primer informe sobre saldos de la intervención militar
En términos de academia, lanzará en breve dos diplomados y una maestría que tienen que ver con esta materia
  • Existe un consenso prácticamente unánime en el sentido de que las políticas de seguridad requieren una revisión total, advierte Ernesto López Portillo (Foto: Alberto Hernández)
  • El especialista puntualiza que el Programa de Seguridad Ciudadana quiere combinar una reflexión de alto nivel teórica y una acción enfocada en resultados concretos en la práctica (Foto: Alberto Hernández)
  • Durante la Conferencia Internacional Seguridad, Democracia y Derechos Humanos: La Vía Civil, en 2017. Este fue el antecedente del Programa de Seguridad Ciudadana (Foto: Alberto Hernández)
  • En el Foro de Seguridad y Democracia tocó a Ernesto López Portillo moderar la mesa con representantes de la academia, la Secretaría de la Defensa, el Poder Legislativo y el principal órgano defensor de los derechos humanos a nivel nacional (Foto: Alberto Hernández)

En un escenario de crisis evidenciado por diagnósticos que ha producido ya sea el Estado mexicano, la academia, la sociedad civil, o el circuito de derechos humanos, y que confirman que ninguno de los resultados que se prometieron en por lo menos los últimos dos sexenios en materia de seguridad se han alcanzado, la Universidad Iberoamericana ha decidido, en cumplimiento de su responsabilidad social y desde el naciente Programa de Seguridad Ciudadana, contribuir a la construcción de una política de seguridad integral que tenga, además, un enfoque de derechos humanos.

Ernesto López Portillo, coordinador de este Programa de Seguridad Ciudadana de la IBERO, argumenta que existe un consenso prácticamente unánime, al menos en los sectores académicos que tienen mucho tiempo estudiando este tema, en el sentido de que las políticas de seguridad requieren una revisión total.

Por ello, la IBERO, por instrucción del Rector, Mtro. David Fernández Dávalos, S. J., se ha propuesto contribuir de manera decidida a la construcción de una política de seguridad integral, que tenga un enfoque de derechos humanos. “A través del Programa de Seguridad Ciudadana buscaremos promover un paradigma de seguridad humanista, social, democrático y de derechos humanos, en concordancia con el modelo educativo del Sistema Universitario Jesuita, del cual formamos parte”, expone López Portillo.

El fundador del Instituto para la Seguridad y la Democracia añade con vehemencia que el programa pretende combinar la reflexión teórica de alto nivel con la acción enfocada en resultados concretos en terreno. “Me interesa decir eso para que no sólo nos consideren un espacio académico más, sino que nos vean como una instancia que conecta la academia con la realidad, un puente de interlocución, de colaboración, de aprendizaje, justamente ente la teoría y la práctica”.

Los qués y los cómos

Pero cómo hacer esto, reflexiona el especialista en el tema de seguridad. Primero hay que formar cuadros, por lo que el Programa de Seguridad Ciudadana ya comenzó a producir nuevos programas académicos. Tenemos terminados y próximos a lanzar los diplomados: 'Prevención integral de las violencias con enfoque de derechos humanos' y 'Política integral de seguridad ciudadana', además de que, de la mano del Departamento de Derecho, están terminando el diseño de la Maestría en Seguridad Ciudadana y Acceso a la Justicia, un programa sin precedentes del cual egresarán personas que van a poder tener una comprensión tanto de las nuevas políticas de seguridad ciudadana como de la reforma penal. Un programa, enfatizó, que será inédito en México.

En la parte de campo, la línea de trabajo es el monitoreo especializado y la evaluación de la intervención militar en la seguridad pública. López Portillo explica que el primer producto es una matriz de monitoreo con múltiples categorías de análisis, que hacen un seguimiento del quehacer militar y de los recursos. La segunda tarea es la publicación, a principios del 2019, de un primer informe sobre los saldos de la intervención militar en la seguridad pública en el país, y el tercer punto consiste en producir múltiples proyectos de investigación sobre el tema militar.

Independientemente de eso, dentro de sus líneas estratégicas, el Programa de Seguridad Ciudadana de la IBERO trabaja en la creación de una plataforma conceptual y metodológica de lo que será el 'Laboratorio de Innovación para la Seguridad Ciudadana', que se pondrá en operación en 2019 como un espacio de construcción de conocimiento a través de técnicas inspiradas en la innovación social. “Lo que haremos aquí es convocar y reunir a quienes tengan las mejores ideas para reducir la violencia, vengan de donde vengan, es decir: academia, sociedad civil, operadores de instituciones públicas, sector de derechos humanos. Será una especie de incubadora y aceleradora de reducción de la violencia”.

Los argumentos para que una institución académica como la IBERO se involucre de manera tan abierta en el tema de la seguridad, sobran. Ernesto López Portillo plantea que, primero, se parte de la certeza de que toda política pública se beneficia del conocimiento y éste puede ser producido desde diversas trincheras y experiencias, una de las más importante es la de los centros educativos. En segundo lugar, las universidades tienen que cumplir una responsabilidad social, y la Iberoamericana lo hace en este caso de cara a la situación de crisis en seguridad y afectación de derechos humanos que estamos viviendo.

El tercer punto es que la autoridad, hasta el día de hoy, trabaja a partir de una política de seguridad que no contiene la violencia privada y produce más violencia por parte del Estado. Esto porque carece de los incentivos adecuados para vincular sus decisiones de seguridad al conocimiento y la evidencia. Entonces, nosotros como Universidad, asumimos la responsabilidad de participar y a la vez nutrir el debate público para transformar la seguridad, pero no con ideas generales y abstractas, sino a través de estrategias muy puntuales.

Respecto de qué tanto puede incidir la Universidad en estos temas, el especialista en seguridad ciudadana de la IBERO asegura que el programa cuenta ya con una estrategia de incidencia política que busca equilibrar e intensificar al mismo tiempo la crítica informada y con evidencia, y la propuesta. La estrategia de incidencia busca generar una convocatoria permanente para trabajar con las autoridades en la evolución de la política pública y de las instituciones

Añade que, en estos días de cambio de gobierno, mantienen un monitoreo cercano al equipo de transición y un diálogo creciente, ya que estamos ante una coyuntura de oportunidades para una reformulación del paradigma de la seguridad y políticas públicas. Visto esto desde un ángulo más sencillo y terrenal, el laboratorio, expone, es nuestra ventana al impulso de cambios concretos en el terreno, en la calle, en los barrios, en las comunidades; es decir, el programa quiere combinar una reflexión de alto nivel teórica y una acción enfocada en resultados concretos en la práctica.

El Programa de Seguridad Ciudadana

En su Cuarto Informe, presentado el pasado 19 de junio, el Rector David Fernández Dávalos, S. J., expuso que “México enfrenta un contexto marcado por la militarización de la seguridad pública, caracterizado por un incremento considerable en los niveles de violencia que han alcanzado umbrales alarmantes”. Dijo también que “debe reconocerse el principio constitucional orientado a la preservación de la seguridad pública por parte de las autoridades civiles”.  Y agregó: “La Universidad está convencida de que es necesario contar con una política integral de seguridad ciudadana y de combate al crimen organizado que se construya a partir de los más altos estándares de derechos humanos, y que reconozca que la raíz de la violencia se encuentra en las profundas brechas de desigualdad estructural que aún persisten en nuestra sociedad”.

Fue así como el Rector anunció, además, la puesta en marcha, desde enero pasado, del Foro para la Seguridad Democrática, espacio encaminado hacia la construcción de alternativas de políticas públicas de seguridad ciudadana mediante la construcción de una red de conocimiento, intercambio e incidencia, iniciativa lanzada de manera conjunta con el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y el Centro de Investigación y Docencia Económicas, y acompañada por la Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU en México.

A diez meses de instalada en la IBERO, la Secretaría Técnica del Foro mencionado viene consolidando una amplia agenda de proyectos que incluye, por ejemplo, el diseño de nuevos programas de posgrado y diplomados, la construcción del 'Laboratorio de Innovación para la Seguridad Ciudadana', la creación de una sistema de investigación y monitoreo permanente sobre la intervención militar en tareas de seguridad pública y las primeras intervenciones de investigación aplicada para documentar prácticas prometedoras en la materia, paquete de iniciativas cuya vocación de incidencia dará paso, a su vez, a la gestación de un portafolio aún mayor de tareas.

Aprovechando este proceso expansivo de actividades y desde la convicción reiterada por el Rector en el informe citado, en el sentido de que la construcción de gobiernos auténticamente democráticos y comprometidos con los derechos humanos debe apoyarse en las universidades, la IBERO anunció en días recientes la creación del Programa de Seguridad Ciudadana, espacio que se suma a los demás programas de incidencia aglutinados en la Dirección General del Medio Universitario.

El nuevo Programa de Seguridad Ciudadana, que coordina Ernesto López Portillo, lleva en el nombre el paradigma de seguridad en el que esta Universidad cree y a la vez promueve, soportado en principios como la coherencia entre la seguridad y los derechos humanos; la coproducción y la corresponsabilidad; la vocación hacia la dimensión local y la gobernanza; el equilibrio entre la prevención, el control y la cohesión social, el liderazgo civil y la rendición de cuentas, entre otros.

Además de profundizar los esfuerzos para seguir adelante con la agenda del Foro para la Seguridad Democrática, este nuevo programa acumulará una plataforma de conocimiento basado en la evidencia y un portafolio de herramientas metodológicas útiles para los procesos colaborativos hacia el interior y de incidencia hacia el exterior de la IBERO. Todo inspirado por una vocación experimental y creativa que dé paso hacia la auténtica innovación. 

Jorge Cervantes Magaña/ICM

 

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