Con motivo de su segundo Informe de Actividades, el Rector de la Universidad Iberoamericana campus Ciudad de México y Tijuana, David Fernández Dávalos, S. J., dirigió un mensaje a los miembros de la Asamblea General de Universidad Iberoamericana, A. C.; al Senado Universitario; FICSAC, Patronato Económico y de Desarrollo, y a los miembros de la comunidad universitaria.

En su mensaje señaló su postura ante el panorama “muy poco alentador” en México, y subrayó los principales logros de la Ibero en su segundo año al frente de esta casa de estudios.

Apuntó que en el caso de México, la desigualdad llega a límites extremos, de suerte que actualmente es uno de los países más desiguales del planeta, probablemente sólo después de India.

“La productividad lograda se concentra y beneficia hasta ahora a las poblaciones pudientes sin permear a las clases populares. En el México de hoy, aunque se lograra alcanzar los niveles de productividad esperados, estos no traerían beneficios directos para las familias en situación de pobreza. Y mientras esto ocurre, los ricos y poderosos se están haciendo cada vez más ricos y más poderosos”, dijo.

Criticó que el sistema económico actual no permite una movilidad social que facilite superar la pobreza, y que las reformas estructurales realizadas al inicio del sexenio no han tenido los resultados esperados o prometidos, dejando a los mexicanos y mexicanas en “un estado de zozobra permanente”.

Las fórmulas empleadas hasta el momento, señaló, han resultado ineficaces para dar rumbo y certidumbre al país, de forma que “seguimos presos de una realidad en la que el bajo crecimiento, la desigualdad y la pobreza van de la mano, con costos muy altos, sobre todo para los sectores más desfavorecidos”.

Subrayó que la justicia para todos y todas sigue siendo “una asignatura pendiente y una demanda social”, lo que se refleja en los 2.1 millones de personas que se sumaron a la situación de pobreza en la primera mitad de la actual administración, y los apenas cien mil personas, de casi 12 millones, que salieron de la pobreza extrema.

“Al realizar un balance del último año, resulta ineludible hacer mención a la violencia e inseguridad que continúan presentes en nuestro país. Los cerca de 151 mil muertos y los 26 mil desaparecidos, reflejan la crisis en materia de derechos humanos e impunidad que el Estado Mexicano ha sido incapaz de revertir”, indicó el Rector, quien añadió que cerca de la mitad de las recomendaciones que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha hecho al gobierno mexicano aún no han sido atendidas.

A esto se suma el campo de la promoción y el respeto a los derechos básicos de las personas, donde los retos también son enormes, dijo.

“Actualmente, la tortura, las detenciones arbitrarias y las desapariciones forzadas siguen siendo prácticas criminales frecuentes que se mantienen como métodos de investigación policíaca. Asimismo, las fuerzas armadas son un protagonista fundamental hoy en este Estado sin derecho. No existe, sin embargo, un control civil de sus acciones, actúan muchas veces con impunidad y poca transparencia, realizando acciones para las cuales no han sido capacitadas”, acusó.

Indicó como positivo que la inequidad de género y la violencia hacia las mujeres han adquirido recientemente en el país una mayor visibilidad y se ha generado una mayor sensibilidad frente al tema.

“En síntesis, pues, vivimos desgraciadamente en un México roto y convulso, ante el cual no podemos ni debemos quedar impávidos. Es necesario, por ello, buscar nuevos modelos de convivencia y desarrollo, tanto en lo político como en lo económico y en lo social, desde la mirada y las acciones de los pueblos y grupos sumidos en una mayor penuria. La esperanza y la confianza de que podemos superar nuestros problemas están puestas, en realidad, en las organizaciones de la sociedad civil y en su acción organizada. En ellas fincamos nuestro optimismo y la certeza de que podemos lograr cambios verdaderamente relevantes”, dijo.

Las violaciones a los derechos fundamentales, las desigualdades sociales y de género, así como la violencia en general, “entrañan un desafío a la conciencia ética de la sociedad y, muy en especial, un reto que la Universidad no puede aplazar ni soslayar, mucho menos una universidad jesuita”, enfatizó.

DOCENCIA

Entre los logros señalados por el Rector se anunció la próxima apertura de la Licenciatura en Actuaría, en el periodo Otoño 2016, así como la preparación de dos programas más, relacionados con la sustentabilidad y el medio ambiente.

También destacó la apertura de tres posgrados: la Maestría en Mercadotecnia y Publicidad, la Maestría en Finanzas y la Maestría en Estudios sobre Migración, esta última instaurada en colaboración académica con la Universidad de San Francisco. De esta forma, la Ibero cuenta al momento con 39 posgrados, 20 de ellos avalados por el Programa Nacional de Posgrados de Calidad del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

Además de ello, ya se desarrollan siete programas innovadores que permitirán aumentar la matrícula y formar recursos humanos de gran calidad.

El Rector señaló que el Programa de Técnico Superior Universitario en Diseño Mecánico y Manufactura, perteneciente al Departamento de Ingenierías, cuya apertura está programada para el periodo Otoño 2016, será el quinto programa de la Ibero que impartirá educación técnica superior.

INVESTIGACIÓN

Con el fin de propiciar una realidad justa y equitativa, la investigación jesuita asume siempre una perspectiva crítica de lo establecido, una orientación intercultural, un enfoque de género y una pretensión de sustentabilidad social de largo plazo, indicó el Rector.

Destacó la primera Convocatoria de Cátedras de Investigación 2015, de las que fueron seleccionadas tres propuestas a desarrollarse durante cuatro años. También se emitió la Décima Convocatoria para el financiamiento de proyectos de Investigación Científica Básica, de donde fueron seleccionadas para financiamiento diez propuestas, que se suman a otros 31 proyectos de investigación científica básica financiados por la Dirección de Investigación de la Ibero, dos de estos con apoyo externo del Conacyt. Además, se continuó con el financiamiento de seis proyectos Ibero -FICSAC con proyección social.

MEDIO AMBIENTE, GÉNERO E INCLUSIÓN

Tras un largo proceso de reflexión y construcción colectiva, impulsado por el Programa de Medio Ambiente y con la participación de un importante grupo de académicos, la Ibero aprobó su Política Institucional de Sustentabilidad, con la cual refrendó su compromiso con la realidad social y ambiental de México. Este documento consta de 13 principios que orientan la incorporación transversal de la perspectiva de la sustentabilidad en las funciones de docencia, investigación, vinculación y gestión del campus.

Además, la Ibero se unió a la campaña HeForShe, movimiento de ONU Mujeres por la igualdad de género, cuyo objetivo es generar conciencia acerca de las desigualdades de género. La Ibero es la primera institución de educación superior en México, y la segunda en América Latina y el Caribe, en unirse formalmente a este movimiento.

Con el fin de construir una comunidad más inclusiva, diversa y plural, a imagen y semejanza de la sociedad mexicana, la Ibero amplió el Programa Si quieres… ¡puedes!, el cual busca incorporar a jóvenes con gran talento y capacidades académicas, de origen social popular, que puedan enriquecer a la comunidad universitaria aportando su visión y experiencia de origen.

Como parte final de su mensaje, el Rector enumeró cinco puntos o estrategias que guiarán a la Ibero en su misión:

• Hacer de la Ibero una universidad más incluyente, diversa y plural.

• Alcanzar un crecimiento cualitativo y cuantitativo en los programas de posgrado, para hacer de la Ibero una Universidad más madura, más profesional y más inserta en la vida académica del país y del mundo.

• Lograr que la Ibero sea un agente o actor social, abierto y crítico, cercano a los problemas sociales que aquejan a México y al mundo.

• Construir una Universidad pertinente socialmente, que responda con todas sus actividades sociales y educativas a su entorno inmediato, y que sea instrumento de trasformación social en beneficio último de los pobres y excluidos.

• Cinco serán los temas torales que atraviesen y conformen las funciones sustantivas de la Ibero: género, medio ambiente, derechos humanos, interculturalidad, y pobreza y exclusión.

Para responder a su misión como universidad de la Compañía de Jesús y ser realmente eficaz, la Ibero “debería configurarse a sí misma como un espacio de auténtica libertad”, apuntó.

“No me refiero únicamente a la libertad de cátedra, ni sólo a la autonomía que ha de tener el quehacer universitario frente a cualquier poder. Me refiero sobre todo al esfuerzo constante que ha de hacer por liberarse de las ataduras sociales en las que vive.

La Universidad es, desde su propia especialidad, para servir a la sociedad, para transformarla, para contribuir a hacerla más justa y gobernable, con oportunidades y calidad de vida para todos y todas. Por esto, desde su misión y servicio puede contribuir a la creación de una sociedad más humana y más justa”, finalizó.

Para consultar el informe completo, visite este link.

Para consultar el documento "La Ibero en cifras", visite este link.

JTGI/ ah