Presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo presenta en la IBERO claves para combatir desaparición forzada

Mié, 17 Oct 2018
Estela de Carlotto afirma que debemos estar alerta frente a los personajes y gobiernos de AL que atentan contra la democracia
Se inaugura el ‘XIII Foro de Derechos Humanos del Sistema Universitario Jesuita’
  • Estela de Carlotto, presidenta de la asociación de las Abuelas de Plaza de Mayo (Iván Cabrera/IBERO).
  • De Carlotto dictó la conferencia ‘Búsqueda de la verdad y justicia a través de las décadas: ¿Cómo enfrentar y terminar con la práctica de la desaparición forzada en América Latina?’ (Iván Cabrera/IBERO).

México es una triste excepción en América Latina en cuanto al tema de desaparición forzada —con sus más de 35 mil casos de los que se tienen registro—, sin embargo, la situación no es mejor en el resto del mundo y en nuestra región, frente a personajes y gobiernos que atentan contra la democracia, afirmó Estela de Carlotto, presidenta de la asociación de las Abuelas de Plaza de Mayo.

Durante la conferencia ‘Búsqueda de la verdad y justicia a través de las décadas: ¿Cómo enfrentar y terminar con la práctica de la desaparición forzada en América Latina?’, dictada en el marco del ‘XIII Foro de Derechos Humanos del Sistema Universitario Jesuita’, la activista y defensora de los derechos humanos apuntó que los Estados no han combatido eficazmente este delito.

“Ante los casos actuales, vemos que los Estados no han adoptado las medidas de prevención, protección y control necesarias. Si bien a nivel regional, con la triste excepción de México, las desapariciones forzadas ya no tienen la masividad de las épocas de las dictaduras militares, lo cierto es que siguen ocurriendo. El panorama en el resto del mundo tampoco es mucho mejor”.

Recordó que América se convirtió en la primera región del mundo en luchar contra este flagelo al crearse la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas (1994). Éste y otros logros jurídicos y sociales han sido “desgraciadamente insuficientes. Los casos del pasado, que para nosotras que buscamos personas desaparecidas es presente, en buena parte no han sido resueltos”.

Para Estela de Carlotto, cuya asociación ha logrado la restitución de 128 nietas y nietos de desaparecidos durante la Dictadura Argentina, hay dos elementos que perpetúan la desaparición forzada en nuestros países:

  1. La falta de reforma y democratización de las fuerzas de seguridad; así como que en algunos países (se ha fomentado) la intervención de las fuerzas armadas en cuestiones de seguridad interior.
  2. Aunque muchos países han sancionado la desaparición forzada, continúan existiendo sistemas judiciales que en vez de investigar los crímenes los encubren. La falta de investigación y sanción en defensa de la impunidad es un incentivo para que los perpetradores continúen con sus crímenes.

Frente a este panorama, quien dirige a las Abuelas de la Plaza de Mayo, cuyo objetivo es localizar y restituir a las niñas y niños con sus legítimas familias, hay cuatro claves para avanzar en la erradicación de este delito:

  1. Conseguir la organización y unidad de las víctimas. No hay posibilidades de conseguir verdad y justicia si estamos desunidos; si las diferencias personales e institucionales se anteponen a la lucha en común.
  2. Lograr que las luchas no sólo queden en los familiares. Las desapariciones forzadas, especialmente, cuando son masivas, afectan a toda la sociedad. Tenemos que conseguir quebrar las barreras de la indiferencia que muchas veces caracteriza a nuestras sociedades, para recuperar el espíritu solidario y combativo de los pueblos de América.
  3. La solidaridad internacional es un pilar fundamental. Cuando la lucha en el propio país se torna difícil, cuando los espacios institucionales se cierran, la presión de la comunidad internacional es aún más importante. En nuestra experiencia, no sólo fue importante el rol de los organismos de derechos humanos de Naciones Unidas, donde golpeamos las puertas ya en los inicios de la década de los 80, sino también ya a mediados de los años 90, la acción de organizaciones de la sociedad civil y jueces comprometidos con los derechos humanos, que impulsaron causas judiciales en países como España, Italia y Alemania, por los crímenes que ocurrieron en Argentina.
  4. Es indispensable aguzar el ingenio y buscar alternativas legales en nuestros países. Si la justicia rechaza las denuncias entonces debemos volver a presentarlas y dejar testimonio de su ceguera, hasta que un día ese velo que tapa sus ojos se corra. En nuestro país ocurrió en 1998, conseguimos que Videla y otros militares fueran detenidos por haber montado un plan sistemático de apropiación de niños.

Las Abuelas de la Plaza de Mayo

El 24 de marzo de 1976, Argentina vivió el inicio de una dictadura cívico-militar, que trajo el terror y la muerte de 30 mil personas, previo secuestro y tortura en miles de centros clandestinos de detención. Frente a este suceso, las familias afectadas emprendieron una lucha permanente y que hoy se mantiene como ejemplo de lucha contra el olvido y la exigencia de justicia.

“Las familias de esas víctimas no nos quedamos quietas, salimos solas, con el temor, pero con el amor a flor de piel a buscar. Construimos una institución, vamos a cumplir 41 años, que estamos primeramente mujeres, porque el hombre, para el machismo de los opresores, era peligroso; las mujeres éramos ‘locas’, se nos llamó ‘locas’. Entonces los cuidamos, dejamos a los hombres en el hogar, y salimos nosotras a afrontar (esto)”.

Uno de los hechos más escabrosos fue el secuestro de hijos de personas que desaparecieron, mismos que fueron entregados a otras familias. Las Abuelas de Plaza de Mayo emprendieron una labor de búsqueda y restitución, es decir, ubicar a nietos y nietas que habían sido separados de sus familias y unirlos otra vez con sus raíces, con su historia.

“Lógicamente, emprendimos la búsqueda de nuestros hijos. Los datos que recogimos en los viajes demostraron la existencia de una práctica sistemática de apropiación de bebés, que incluía maternidades clandestinas, personal médico y listas de espera de personas para quedarse con nuestros nietos y nietas. Frente al horror, respondimos con la verdad y justicia. Así fue como el 19 de marzo de 1980 logramos la primera restitución, dos hermanitas secuestradas en Buenos Aires”.

Construyendo derechos desde la acción social

Estela de Carlotto reconoció que cuando dieron sus primeros pasos como organización “no sabíamos que estábamos construyendo un derecho, simplemente salimos desesperadas a buscar a nuestros hijos, primero, y después a nuestros nietos. Conforme fuimos avanzando aparecieron problemas que intentábamos solucionar. Cada solución, a su vez, traía nuevos ingredientes o cuestiones a resolver”.

Agregó: “Sin proponérnoslo, fuimos desarrollando las herramientas que hoy están disponibles para la garantía de derecho de identidad en el mundo. En este camino de 41 años, nunca bajamos los brazos, ante cada adversidad seguimos poniendo nuestro amor y creatividad en tratar de encontrar soluciones. Hay que destacar que esa lucha siempre fue dentro de la ley. Cuando las leyes nos perjudicaron, en lugar de buscar una estrategia para saltar por encima de ellas, luchamos para modificarlas”.

La presidenta de esta asociación expresó que la experiencia en estas cuatro décadas está disponible para ser adaptada a las distintas realidades que se viven en el planeta, donde tristemente se siguen cometiendo “crímenes gravísimos contra población enteras, contra niños que son arrebatados de los brazos de sus madres, contra jóvenes que están desaparecidos y sus familias no saben nada”.

Pidió no bajar los brazos frente al panorama político que se cierne sobre la región. Puso el ejemplo de Brasil, donde el candidato de ultraderecha Jair Bolsonaro se llevó la primera vuelta de la elección presidencial, lo que calificó de un duro golpe para América Latina.

“Se están afianzando en Latinoamérica regímenes que no ofrecen garantías a los más desposeídos, a los más necesitados y sobre todo imponiendo normas restrictivas imposibles de tolerar, reprimiendo las protestas sociales, persiguiendo y proscribiendo opositores, obstaculizando el acceso a la justicia, cercenando primero los discursos y luego con hechos nuestra democracias. Estamos en tiempos muy peligrosos, difíciles y preocupantes.

“Debemos mantenernos alerta, firmes en nuestras convicciones éticas, no podemos permitir retroceder en derechos humanos. Ya bastante han sufrido nuestros pueblos, por ellos, por la memoria de nuestros hijos, nosotras seguiremos luchando. No estamos solas, somos millones las y los que queremos un mundo más justo, en paz, donde el amor le gane al odio”.

Enumeró algunos de los logros que han tenido como asociación y que han dejado para el mundo, como el impulso a tres artículos sobre la identidad en la Convención Internacional sobre los Derechos de los Niños; y la creación del Banco Genético en Argentina, incluyendo a todos los familiares que buscan a sus seres queridos.

Además, consiguieron que la justicia argentina adoptara nuevas medidas de identificación a través de pruebas genéticas; la creación de un archivo biográfico para preservar las historias de los desaparecidos; abordar el plano psicológico y la creación de un centro de atención por el derecho a la identidad.

Entre las herramientas más importantes, destaca una política de comunicación para hacer llegar el mensaje de la asociación, lograr que se acerquen los hijos e hijas de desaparecidos y fomentar la toma de conciencia social para la no repetición de este delito de lesa humanidad.

Iván Cabrera

 

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