Primer reto del Nuevo Modelo Educativo, superar la elección presidencial
El Nuevo Modelo Educativo, que comenzará a implementarse en el ciclo escolar 2018-2019 en México, tiene varios obstáculos que superar a nivel metodológico, financiero y formativo, pero el más complejo será superar la elección presidencial del próximo año.
Así lo dijeron expertos durante la “Jornada de Reflexión del Nuevo Modelo Educativo para Educación Básica”, celebrado en el Aula Magna San Ignacio de Loyola de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.
La Mtra. Claudia del Pilar Ortega, directora general adjunta de la Dirección de Desarrollo Curricular de la Subsecretaría de Educación Básica de la Secretaría de Educación Pública (SEP), afirmó que el objetivo es formar niños y jóvenes que asuman sus decisiones informados, críticos, respetuosos y creativos, de la mano de profesores de calidad.
“Buscamos un docente activo, que tiene libertad para planear, que pone en juego sus mejores experiencias de tal manera que sabe a dónde quiere llegar. Con libertad para evaluar, dar posibilidad a la creatividad y poner en juego la experiencia de los docentes”.
Recordó que para el ciclo 2018-2019, aunque no de manera universal, entrará en vigor el plan de estudios para la educación básica, que de manera novedosa ahora contempla a la educación media superior.
Reconoció que todavía hay muchos retos y el primero de ellos será el 2018; “ya de ahí podemos empezar a tejer fino con la formación docente, los materiales, las evaluaciones a 10 años”, pues el problema radica en la voluntad del gobierno en turno.
Para la Dra. Cimenna Chao Rebolledo, académica del Departamento de Educación de la IBERO, es vital que este modelo educativo “no se convierta en un modelo sexenal, que al final se vea diluido en un proyecto de partidos políticos o presidentes”.
Aunque hay un buen trabajo en la sistematización de la propuesta, destacó la Dra. María Mercedes Ruiz Muñoz, también del Departamento de Educación, es claro que la entrada en vigor choca con tiempos políticos.
El Dr. Diego Juárez Bolaños, del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación de esta casa de estudios, destacó que “mientras la educación no sea una política de Estado, lo central dentro del modelo nacional”, será complejo que se logre la aplicación del modelo.
¿Es aplicable el Nuevo Modelo Educativo?
Para los expertos en temas de educación, hay avances importantes en la propuesta de gobierno; sin embargo, vislumbraron obstáculos difíciles de superar, sobre todo por los tiempos tan cortos para la aplicación y ejecución de la ruta de aplicación.
Entre los puntos destacados tanto por analistas como por la funcionaria de la SEP están: la flexibilidad del currículo, la integración de la educación media superior a la educación básica y el fomento de las habilidades socioemocionales, además de tener al humanismo como directriz filosófica.
El doctor Diego Juárez enfatizó que el modelo se quedó corto al no tener un área de diagnóstico, en el tema de gobernanza de la educación, en la autonomía del calendario y las evaluaciones estandarizadas; asimismo, tendrá que enfrentarse a problemas financieros, de inversión y rezago educativo en la gran geografía nacional.
También dijo que el modelo debió ser más integral. Puso como ejemplo el Plan Turquino, implementado hace 20 años en Cuba, el cual no sólo fue educativo, sino que tomó en cuenta factores sociales de la población serrana. Así, autoridades educativas, de salud, de alimentación, entre otras, trabajaron de manera social.
Para su colega, la doctora Ruiz Muñoz, uno de los avances es que el Estado recupera la rectoría de la educación, pero el hecho de que se presente casi al final del presente sexenio, podría dejar en el limbo el Nuevo Modelo.
“La educación no ocupa un papel central, a nivel de política pública, eso tendríamos que verlo a nivel más macro. A nivel micro, tener maestros que enseñen a aprender, no sucede así. Hay que construir estructuras pedagógicas, de andamiaje, para ir generando propuestas educativas más ricas y, lamentablemente, la política pública opera de otra manera”.
Agregó que se reconocen las bondades del modelo, pero existen pocas condiciones para observar ni a corto ni a largo plazo el éxito de esta propuesta, por el comportamiento como se construyen las políticas educativas y la política pública sobre la problemática educativa.
A diferencia de países como Finlandia, donde la educación es central y prioridad número uno, comentó, “este discurso de la educación no aparece en México, y si está presente es más por un corte electoral”.
Respecto a las cosas buenas, resaltó que recupera la idea de que los alumnos tienen saberes propios y se dedica un apartado a la equidad de género; además, que la ruta de implementación está muy bien planeada, pero con la interrogante del “financiamiento, cuántos recursos tenemos para la formación de los docentes, para la implementación”.
Para Chao Rebolledo se debe celebrar que hay, al menos en la intención, un cambio en la didáctica, la autonomía y la gestión escolar de las escuelas, pero “se cuestiona si contamos con la infraestructura de personal humano y estructura física, y cómo se van a cumplir las evaluaciones estandarizadas”.
Enfatizó que la única forma de lograr resultados es permitir que el Nuevo Modelo Educativo sea ‘aprehendido’ por los docentes, y se le dé tiempo de madurar, lejos de los temas políticos y las negociaciones entre actores políticos.
“Si damos espacio a la reflexión, a la apropiación del modelo, creo que la escuela se pondrá al centro. Si seguimos como vamos, y sólo es propaganda política o acuerdos entre sindicato y partidos políticos, no estamos poniendo ni siquiera la escuela al centro, ni siquiera a los ciudadanos al centro”.
La Dra. Hilda Patiño Domínguez, directora del Departamento de Educación y moderadora de este evento, expresó que hay dos retos a enfrentar: la formación de maestros y que el plan curricular se aplique en las aulas.
Como parte del grupo que diseñó los planes y programas de desarrollo socioemocional, Patiño Domínguez comentó que el Modelo Educativo es un gran avance "que nos aleja de las más rancias posturas positivistas que habían caracterizado la educación en México", sobre todo por el enfoque humanista explícito a lo largo del texto que pugna por "el desarrollo integral de las personas".
Docente, al centro… de la crítica
Un tema que cuestionaron los especialistas fue la estrategia de criticar a los maestros y convertirlos en el centro de todo lo malo en la educación, porque, al final, son parte importante en la nueva propuesta educativa nacional.
“Si bien hay una estrategia de comunicación, poco interpeló a los docentes, porque realmente los presenta demasiado mal. Pone al docente como el culpable. Se respeta la estrategia, pero no hay un respeto al quehacer del docente. Es una estrategia fallida”, comentó la Dra. Mercedes Ruiz.
Para la académica Cimenna Chao, los profesores fueron objeto “de una crítica que no iba dirigida hacia una propuesta constructiva, de fortalecimiento, etcétera. Nuestros profesores sufren de reformitis”, lo que impacta en la aplicación de nuevas propuestas educativas.
Sentenció: “En la medida en la que vamos apoyando al docente a que se sitúe dentro de una propuesta educativa desde el punto de vista didáctico, pedagógico y hasta temático, en la medida que no hagamos este proyecto sexenal y le demos al docente el tiempo para cuajar el proyecto, vamos a tener realmente la escuela al centro, y vamos a tener la capacidad de atender temáticas específicas”.
Ivan Cabrera
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