La Red Iberoamericana de Defensorías Universitarias (RIDU) reconoció al Protocolo para la Prevención y Atención de Violencia de Género de la Universidad Iberoamericana como un modelo a seguir para otras instituciones de educación superior que aún no cuentan con un mecanismo similar que busca visibilizar y prevenir distintas formas de agresiones. 

La titular de la Procuraduría de los Derechos Universitarios de la IBERO, Dra. Mariana Dobernig Gago, aseguró que esta casa de estudios fue un ejemplo durante la creación de la RIDU –un foro permanente de intercambio de experiencias, difusión y fortalecimiento de las defensorías universitarias-, pues le pidieron explicar el funcionamiento del protocolo a los representantes de instituciones que aún no cuentan con uno.   

Ante más de 40 representantes de defensorías de instituciones educativas de nivel superior, la Dra. Dobernig, también académica del departamento de Derecho, habló acerca del relanzamiento del protocolo en 2018, las mejoras que se implementaron y sobre los principales hallazgos.

“Fuimos un ejemplo. Nos pidieron que explicáramos a las instituciones que no contaban con estos mecanismos cómo funcionábamos, fue interesante porque no sólo fuimos como integrantes de la Red, sino a mostrar la experiencia positiva que ha tenido la IBERO en los últimos años a partir de la creación del protocolo. Fue una proyección para la universidad en un ambiente positivo”, compartió la procuradora.  

Es importante recordar que el Protocolo para la Prevención y Atención de Violencia de Género tiene el objetivo de que la comunidad universitaria esté protegida, conozca sus derechos y sepa que en esta casa de estudios no se permite ningún tipo de violencia.

La IBERO participó en la constitución formal de la RIDU celebrada en Córdoba, Argentina, en donde se probaron los Estatutos de la Red y se eligieron los componentes de la Comisión Ejecutiva.

De acuerdo con Dobernig, quien también preside el Comité de Ética para la Investigación de la IBERO, en dicho encuentro se compartió información común sobre los puntos básicos que deben tener las defensorías: la protección de los derechos universitarios y erradicar la violencia de genero.

“Fueron puntos básicos que se están impulsando en todas las universidades, pero no todas cuentan con protocolos de género propios. Sin embargo, es importante insistir en que es importante, no sólo contar con procuradurías, sino tener protocolos especializados para solución de problemas”, añadió.

Los integrantes de la RIDU, integrada por defensoras y defensores universitarios, tanto de instituciones públicas como privadas, tendrán reuniones cada dos años para encontrar puntos en común y analizar las problemáticas que se presentan en las universidades.

Valentina González/JCM