Reciclar técnicos, cáncer del futbol mexicano: Lara Hidalgo

Vie, 23 Sep 2016
Por: Mtro. Miguel Ángel Lara Hidalgo, académico del Departamento de Comunicación de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, experto en el tema futbol
  • Foto: Pixabay

Los últimos años se nos ha dicho que reciclar ayuda a tener un medio ambiente sano, equilibrado y culturalmente limpio. Reciclar se ha convertido en muchos países, en una manera de limpiar no sólo los ambientes, sino también a las personas. Ayuda también a pensar en nuevas ideas, transformar, avanzar, evolucionar. A expresarnos de modo distinto y sobre todo a que un grupo social, se atreva a cambiar.

Es sano cambiar el chip, no anquilosarse es entender desde la autocrítica que distintos procesos oxigenan nuestra vida y la forma en que ésta se ha construido. Reciclar es bueno siempre y cuando el proceso te permita tener formas cognitivas y de aplicación para un avance cualitativo. Reciclar demasiado se puede convertir en vicio involutivo.

Reciclar técnicos en México se ha vuelto tan peligroso como una jeringa que se recicla en pacientes enfermos. Se contamina, involuciona, produce metástasis institucional. Algo similar sucede con los entrenadores en este país. No se permite que nuestro futbol evolucione con nuevas ideas, con ideas que tengan la frescura que el riesgo conlleva. Esto tampoco permite que el conocimiento técnico-táctico del futbol se refresque, lo que da como resultado un futbol enfermo, sin destino, sin rumbo y sí lo lleva directo a cavar su propia tumba.

Nombres van, nombres vienen. Tomamos las palabras de La Volpe, Lapuente, Romano, Tomás Boy, Miguel Herrera, Sergio Bueno o Enrique Meza como si fueran los profetas de la verdad, cuando en realidad la preparación es poca. No conozco a ningún técnico mexicano que haya demostrado, al menos públicamente, que por ejemplo posee títulos como el UEFA II, que indica que pueden dirigir en Europa, Sudamérica o Asia. Sólo Javier Aguirre y el cuasi desconocido Joan Ginebra lo tienen, además de un tal Juan Carlos Osorio.

Esto nos habla de la pobreza de un futbol que sigue pensando que sus técnicos son los máximo y su palabra es la ley. El monopolio del conocimiento del futbol mexicano es mediocre. No hay si quiera un reciclado de conocimientos que nos dé certidumbre de que en verdad nuestros técnicos o los que trabajan en el futbol mexicano garanticen un avance sustancial.

¿Por qué seguimos dando los mismos resultados? ¿Por qué nombres van y vienen? Muchas respuestas, entre ellas la de los intereses de promotores y la colusión de los técnicos con ellos y los dueños de los equipos, que no permiten darle un nuevo respiro al futbol mexicano. Un futbol mexicano que recicla jeringas de hospital, llamadas técnicos, para tratar de “mantenerlo con vida”.

La reflexión que nos ocupa es una obstrucción a técnicos jóvenes con conocimiento, no técnicos “jóvenes” que se alimentan del mismo monstruo estructural que mantiene los mismos vicios. Hay muchos técnicos mexicanos que se han atrevido a irse a Europa a tomar los mejores cursos, tanto de técnico como de preparador físico, que no piensan regresar a México por los vicios arraigados que tiene el país. Ser técnico en México, significa un conocimiento desvencijado y obsoleto que no permite respirar al futbol mexicano. Reciclar técnicos es mortal para la ecología de su futbol.

prl/ICM

 

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