En México, sólo 63% de las niñas y niños con edades de 3 a 5 años acude a la educación preescolar (según datos de la Encuesta Intercensal 2015); “por lo que la asistencia de la población en edad ideal para cursar el preescolar todavía es un tema pendiente en la agenda pública”, señaló Leticia Montaño Sánchez, docente de la Escuela Nacional para Maestros de Jardines de Niños de la Ciudad de México.

Así lo manifestó la catedrática especializada en preescolar, durante la mesa de análisis "La educación rural en el Nuevo Modelo Educativo para la educación obligatoria en México", efectuada  por el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (Inide) de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

Montaño dijo que la cifra mencionada es un dato revelador porque permite pensar en la existencia de desigualdades en este nivel educativo, que se expresan de múltiples maneras; además de que no se alcanza 100% de la cobertura. Por ejemplo, la asistencia de los niños que residen en hogares calificados como no pobres es de 79.6%, y la de niños de padres con educación superior es del 82.7%. 

El rezago educativo en preescolar, uno de los niveles más olvidados en términos de presupuestos, se agrava con la declaratoria de la obligatoriedad, y con ello la inequidad; entendida ésta como las diferencias en las oportunidades de ingreso y de permanencia, egreso y aprendizaje dentro del sistema educativo, añadió la académica. 

Señaló que en el ciclo escolar 2002-2003, cuando se puso en marcha el proceso de la obligatoriedad, había 6.5 millones de niños de 3 a 6 años de edad, de los cuales únicamente 55% recibía atención educativa. La cobertura por edades se concentró en los infantes de 5 años, donde se tuvo un alcance de 81%; de 63% en los infantes con 4 años de edad; pero apenas de 20.6% en los de 3 años de edad, a quienes corresponde cursar el primer año de preescolar.

Sin embargo, datos más recientes, correspondientes al ciclo escolar 2011-2012, reportan una mejora, pues 82.2% de los niños de 3 a 5 años de edad acudía al preescolar; y en específico el 46.5% de los niños y niñas de 3 años de edad.

Pero más allá de las cifras, Montaño Sánchez concluyó que el cuestionamiento central tendría que ser preguntarse qué pasa con la educación rural en términos de la educación preescolar. Para dar una idea al respecto, citó un estudio realizado por el Instituto de Estudios Educativos y Sindicales de América en el 2014:

"Las instalaciones a las que acuden estas niñas y niños distan mucho de ser las adecuadas. A pesar de encontrar que muchas tengan piso de concreto y no de tierra las carencias en el servicio de drenaje es una particular en las escuelas de estas zonas, así como un sin número de escuelas que aún no cuentan con energía eléctrica. 

El servicio de agua potable es otro factor; estas escuelas en muchos casos la tienen, o la obtienen más bien por pozos, ojos de agua, o pipas o bien por acarreo. Y solamente algunos, muy pocos preescolares, cuentan con servicio telefónico. No todos los preescolares de este tipo ofrecen a su alumnado servicio de baño o sanitarios, pues en muchas ocasiones sólo disponen de letrina u hoyo negro".

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Texto y foto: PEDRO RENDÓN/ICM