A Llinloe Contreras, el sismo del pasado 19 de septiembre la hizo replantearse cuál era la mejor forma de ayudar a la sociedad en un momento de emergencia.

Como decenas de personas, la estudiante de primer semestre de la Licenciatura en Diseño Industrial de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México salió a las calles para ser parte activa del voluntariado social, pero se encontró de frente con un problema: no había información concreta.

Regresó a casa, llamó a algunos amigos y les presentó una idea: crear la plataforma ‘Informados Ayudamos Mejor’ para organizar a la gente, con datos y contenido en tiempo real, todo bajo un sistema de verificación.

Junto con Gabriela Guzmán, estudiante de la Universidad Panamericana, se montaron en una moto y acudieron en persona a cada centro de acopio. Desde los distintos espacios de ayuda, grabaron videos con los requerimientos y los difundieron a través de Facebook, Twitter e Instagram.

“Fuimos creciendo, se unieron más personas y empezamos a hacer brigadas. Gaby y yo dejamos de salir a las calles y nos encargábamos sólo de publicar la información desde una oficina montada en mi casa”, expresa Llinloe.

Lo que comenzó como un proyecto de amigos, en el que participaron ocho personas, se convirtió en el centro de la noticia, pues algunos programas de radio y televisión los contactaron para platicar sobre este movimiento informativo que busca generar una cultura altruista. “Fui impresionante saber el alcance que tuvimos en redes sociales”, recuerda.

Que no sea una moda ayudar

“Quiero que no sea una moda ayudar, quiero que se convierta en cultura y hábito, y que la gente sepa cómo hacerlo”, enfatiza durante una entrevista con C+IBERO.

Por ello, la propuesta comunicativa está en una nueva etapa, llamada Unidos Ayudamos Mejor, cuyo objetivo es formar una red con organizaciones que siguen ayudando tras las afectaciones del sismo, para verificar que el apoyo está llegando a los afectados.

Posteriormente, se enfocarán a temas altruistas, donde este grupo de trabajo se convertirá en un puente de comunicación entre las organizaciones y movimientos sociales, con información veraz y confiable.

Llionle expresa que ahora el reto será mayor, pues necesitan de voluntarios para realizar esta tarea social, por lo que invita a los interesados a participar y ayudar a la gente.

Buscar el bien de los demás es “una satisfacción que no tiene precio”.

Aunque acaba de llegar a la IBERO, Llinloe Contreras ha descubierto que nuestra casa de estudios fomenta y apoya a los nuevos proyectos. “Lo peor que puede pasar es equivocarte y al final aprendes”. 

Señala que renunció a su trabajo, porque no ‘le daba la vida’ para cumplir con sus propósitos. “No voy a dejar los estudios, pero tampoco quiero dejar esto (proyecto). Tengo hambre y sed de cambiar a México”. 

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Iván Cabrera