La tecnología digital creará modelos de aprendizaje que trastornarán grandemente los patrones educativos tradicionales que conocemos hoy en día; además de haber creado grandes oportunidades y amenazas que deben tomarse en serio, no sólo por los departamentos de educación, sino también por las universidades en general, dijo el doctor Julio Giulieti, S. J., en la ponencia ‘Experiencias e ideas de colaboración en AJCU-AP’.

En la plática dictada en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, que fue una de las ponencias de la conferencia internacional ‘Universidades jesuitas: hacia la transformación del mundo’, recordó que el Padre Arturo Sosa, superior General de la Compañía de Jesús, expresó lo siguiente:

"Es importante que nuestras instituciones  sean espacios para la investigación educativa, verdaderos laboratorios para la innovación de la enseñanza, espacios de los cuales podamos obtener nuevos métodos y modelos de enseñanza.  Esto quiere decir que vamos a explorar lo que otros están haciendo y lo que podamos aprender de ellos, así como también lo que la ciencia educativa propone a un mundo cada día más técnico, conformado por la ciencia digital en que nacieron y fuero criados nuestros estudiantes. Nuestras instituciones deben ser conscientes del cambio antropológico y cultural que estamos experimentando, y saber cómo educar y capacitar de nueva manera para un futuro diferente".

Dichas palabras del Padre Sosa “han incentivado a todas las instituciones educativas jesuitas a ser abiertas y valientes al tratar de crear un modelo de enseñanza que saque lo mejor de la tecnología digital”, mencionó Giulieti.

Cabe aclarar que la conferencia ‘Experiencias e ideas de colaboración en AJCU-AP’ fue preparada por Johanes Eka Priyatma (ponente original), quien al no poder asistir a México por causas de fuerza mayor solicitó que se diera a conocer el material que había preparado; lo que hizo Giulieti.

Sobre la Asociación de Colegios y Universidades Jesuitas en Asia Pacífico (AJCU-AP), Giulieti enunció que está constituida por 22 instituciones de educación superior.  Entre los miembros de la asociación se incluyen universidades y otras instituciones que ofrecen cursos.  

AJCU-AP está organizada para promover la amistad en el servicio y liderazgo, para compartir juicios y criterios en la misión, para facilitar la cooperación y el servicio, para desarrollar debidamente la ‘marca’ jesuita en la educación superior, para participar en la planeación estratégica, proyectos y programas para el apostolado de la educación superior en el sudeste asiático y Oceanía,  para propagar la fe, promover la justicia, valorar la cultura y participar en el diálogo intercultural e interreligioso en la educación superior.  

Finalmente, en el documento enviado por Priyatma, éste concluye: “En mi opinión, por muy importante que cualquier colaboración pueda ser, ésta sigue siendo un medio y no un objetivo. Por consiguiente, para hacer posible que una colaboración sea óptima y beneficiosa para todas las partes involucradas, debemos dirigirla hacia el aumento de los logros objetivos de cada institución”.  

“Por esta razón fundamental, en el futuro, el mecanismo al alcance de la AJCU-AP se desarrollará de modo que cada miembro tenga información completa sobre las contribuciones o asistencia potencial que pueden proporcionar los miembros, y la información sobre los asuntos que pueden ser modificados por otros miembros de la asociación”.

Notas relacionadas:

AUSJAL alista plataforma para intercambio académico: Ernesto Cavassa

Padre jesuita alerta sobre caer en la trampa de la 'comercialización del conocimiento'

Formación universitaria debe ser transformadora y humanizadora: Padre jesuita

Jesuitas necesitan de redes para trabajar a nivel regional y global

Optar por los pobres y excluidos, deber primordial de las universidades jesuitas: Rector

Padre Arturo Sosa, superior general de la Compañía de Jesús, felicita a la IBERO por su 75 Aniversario

Universidad jesuita del futuro: formar estudiantes para hacer frente al mundo fragmentado

Texto y fotos: PEDRO RENDÓN/ICM