Prevalecen ojos cerrados ante aumento de feminicidios: académica de la Ibero

Mié, 16 Jul 2014
Ivonne Acuña Murillo, académica de la Ibero y especialista en temas de género y política, habló sobre las recomendaciones al estado de Guanajuato para hacer frente a los feminicidios en la entidad
Lamentó que autoridades no reconocieran el problema por miedo a "manchar su imagen"
"En siete años no se ha emitido Alerta de Género en ningún estado, pese a las peticiones", afirmó
  • Foto: Pixabay

Todavía la sociedad mexicana puede llamarse a sí misma misógina, pese a los esfuerzos para contrarrestar la violencia contra las mujeres, aseguró la doctora Ivonne Acuña Murillo, académica del Departamento de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Iberoamericana. 

La académica hizo referencia a las 13 recomendaciones emitidas por el Sistema Nacional para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres para el estado de Guanajuato, a raíz de una solicitud de Alerta de Género de la organización civil Las Libres, la cual denunció que en 2013 el número de feminicidios en la entidad se triplicó. 

En caso de que el paquete de recomendaciones no sea aceptado por el gobierno estatal la próxima semana o se no aplica en un plazo de seis meses en la entidad, Guanajuato se convertirá en el primer estado mexicano con una Alerta de Género. 

La especialista en temas de género y política habló sobre cómo en un momento de violencia sistémica como el que experimenta México hoy, se recrudecen los feminicidios y las agresiones por motivos de género: 

“¿Por qué específicamente las mujeres, y no otro tipo de fenómenos? En realidad, esto nos lleva a pensar que la sociedad mexicana es una sociedad misógina, que no ha logrado trascender sistemas anteriores. Los superó en ciertos niveles y hasta cierto punto, pero cuando hay problemas de desintegración social, o económicos, o de inestabilidad política, otra vez se recrudece la violencia de género”, mencionó. 

Asimismo, Acuña criticó la reticencia de los políticos a utilizar términos como “misoginia”, y a reconocer el problema en sus entidades. Recordó que en siete años no se ha emitido Alerta de Género en ningún estado, pese a las peticiones. 

Afirmó que muchos políticos temen reconocer lo que ocurre con las mujeres en los estados, por miedo a “manchar su imagen pública”. 

Con respecto a las recomendaciones, señaló que “son adecuadas, pues justamente lo que hacen es acotar el fenómeno, y no solamente pensando en castigar sino en prevenir, en cambiar las políticas educativas, educar a la población para evitar futuras agresiones. Sin embargo, si el gobierno de Guanajuato se resiste, veremos cómo intercede el poder federal”.

Acuña Murillo criticó la postura del gobierno estatal, el cual ha señalado que la organización Las Libres, la cual declaró que de enero a marzo de este año se cometieron 12 feminicidios, “confunde la privación de la vida por cuestiones de género con la privación de la vida de las mujeres por circunstancias diversas”.

“Las autoridades se han escudado en afirmar, incluso sin investigar del todo, que la mayoría de los homicidios contra mujeres son homicidios que no tienen que ver con el hecho de que las víctimas son mujeres”, argumentó. 

Recordó que “en el Estado de México incluso ha ocurrido que se suman al número de mujeres muertas en un año aquellas que fueron atropelladas, o que sufrieron algún accidente. Con esa argumentación, se asume que no se pide la Alerta de Género porque no hay un número suficiente de muertes de mujeres que puedan ser catalogadas como feminicidios”. 

El Estado de México registró mil tres asesinatos de mujeres entre 2005 y 2011, según el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio. Organizaciones civiles han asegurado que las cifras de este tipo de crímenes se han incrementado. 

¿Qué es la Alerta de Género? 

La Alerta de Género, explicó la doctora Acuña, es un mecanismo asociado a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia de 2007, y se relaciona con la conceptualización del feminicidio, con la desaparición de mujeres y con la violencia de género. 

Aclaró que la ley prevé protocolos que permiten a los ministerios públicos diferenciar un homicidio de un feminicidio en términos legales, y que estipulan circunstancias específicas, como el hecho de que el agresor sea un familiar o cónyuge de la víctima y el crimen esté relacionado con el ser mujer de la agredida. 

Sin embargo, lamentó que la aplicación de dichos protocolos no ha sido respetada. 

LLCh/ ah

 

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