#ANÁLISIS: 'La Ingobernable', una serie en el umbral del teatro político

Mar, 18 Abr 2017
La vida de 'Emilia', el personaje ficticio de la serie, se fusiona con la realidad de Kate del Castillo, afirma académico de la IBERO
  • Kate del Castillo protagoniza a Emilia en 'La Ingobernable' (Foto: Informativo Turquesa).
Por: 
Dr. Jesús Alberto Cabañas Osorio*

Distintos son los enfoques a partir de los cuales se podría abordar la reciente serie televisiva de Netflix La Ingobernable, producida por Argos para plataformas digitales en internet, y protagonizada por Kate del Castillo y Erik Hayser.  

Perspectivas que van desde la trama de una familia presidencial en crisis, o las actuaciones de sus personajes protagónicos, hasta su formato y resoluciones escénicas; así como las nuevas producciones digitales y los actuales grupos de poder, en abierta disputa y competencia por los espectros cibernéticos, y los mercados de la imagen en busca de expansión económica y audiencias.

Aristas diversas de la polémica serie que mueven a la reflexión, como consecuencia directa de las entrevistas reveladas y documentadas a principios del 2015 por la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) de la PGR, de la actriz Del Castillo con el narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”. Hechos verdaderos y legales que vinculan a la protagonista de La Ingobernable con uno de los narcotraficantes más poderosos de México. Hechos jurídicos que otorgan un plus de expectación a la serie y a la realidad política del país. O bien, por la trama de la serie, en donde Kate representa a la primera dama del presidente corrupto del México actual, perseguida por la justicia después de haber asesinado a su esposo.

Sin embargo, en este breve artículo nos referiremos a La Ingobernable desde un umbral que hemos denominado "teatro político". Un espectro que oscila entre la narrativa novelada de la serie, y la realidad política y social del país. Pues partimos de la premisa de que las representaciones simbólicas que produce un conglomerado social son reflejo y producto, en su forma y contenido, en su producción y realización de lo que acontece en una sociedad y su tiempo.  Una dimensión que nos permite elucubrar los entrecruces, vínculos e interacciones entre la realidad y la ficción, propios de lo mexicano ante los vacíos de información y lo borroso de la realidad legal, o apenas visible y encubierta en una versión ficcionada. Umbral que se nutre, entre otros actores, por el sentido común y el imaginario colectivo.

Desde el título de la serie se alude a Emilia Urquiza, una mujer insumisa, insurrecta e ingobernable en sentido político, pues ella es, la primera dama, la esposa de Diego Nava, el presidente de la nación mexicana. La vida familiar de la pareja presidencial de pronto se ve alterada por riñas y desencuentros conyugales, pero sobre todo, por desacuerdos políticos e ideológicos de la mujer idealista que protege y lucha por la justicia y los derechos de los subordinados ante la corrupción, mentiras e injusticias del régimen encabezado por su esposo: el presidente de México.

Tras los descubrimiento de Emilia de los manejos presidenciales, los conflictos entre la pareja llegan a su límite. En una pelea sangrienta, la primera dama asesina al presidente de México. Tras un empellón (poco creíble pues nunca se ve en la escena) en las alturas de la terraza presidencial, Emilia  provoca la caída de Diego al vacío, muriendo éste de manera instantánea en el toldo de un auto. A partir de ese momento, ella se convierte en prófuga de la justicia. La fugitiva decide escapar una y otra vez de la policía que encubre instituciones corruptas, hasta que pueda mostrar su inocencia por la muerte de su esposo, que argumenta, fue accidental.

La huida de Emilia de la justicia mexicana se fusiona con la realidad jurídica de la actriz Kate del Castillo. La ficción y la realidad se entrelazan. Emilia huye porque no cree que sus declaraciones la liberen del accidental asesinato. La primera dama espera el momento adecuado para demostrar su inocencia, el momento adecuado en que las instituciones mexicanas, los vientos políticos y las coyunturas del régimen en turno, le permitan demostrar su inocencia. En sentido político, la muerte del presidente se torna en metáfora y presagio de la descomposición del régimen, pues ella es La Ingobernable, la que actúa en contra del sistema, tanto de parentesco como del político e institucional.

Al igual que Emilia, Kate del Castillo en sus declaraciones a la prensa mexicana (Proceso 2107) dice que no puede regresar a México, pues la arrestaría la justicia mexicana, ya que tiene una orden de localización en su contra.  La también protagonista de la narcoserie “La reina del sur” es requerida por la Procuraduría General de la República para que declare por las entrevistas clandestinas con el exlíder del cártel de Sinaloa.

Se le acusa entre otros delitos de “lavado de dinero, obstrucción de la justicia e intención de realizar negocios con el crimen organizado, tras haberse reunido en distintas ocasiones con Joaquín Guzmán Loera”.1 De entre los contenidos y mensajes de los encuentros con el narcotraficante, también trascendió en la prensa mexicana la idea de llevar al cine la vida de “El Chapo”, y las posibles formas de financiamiento de la producción, así como algunas intimidades del tipo de las películas de los hermanos Almada, en donde Guzmán Loera le decía a Kate: “Te cuidaré más que a mis ojos.”

Bajo esa orden de presentación de la PGR, Kate decide no regresar a México pues la arrestarían inmediatamente, además de que puede vivir en Estados Unidos pues obtuvo la residencia en 2015. Coincidentemente, en La Ingobernable, Emilia huye de la justicia porque desconfía de la justicia mexicana y en la vida real Kate dice: “volveré a México cuando haya garantías”.

Es por ello que Del Castillo decide, junto con la producción de la serie, utilizar una actriz que la doble en las locaciones efectuadas en territorio mexicano. Específicamente, las calles del Centro Histórico, Tepito, el eje central Lázaro Cárdenas, etcétera, en donde se ve en las escenas a Emilia Urquiza escapando de la justicia tras la muerte de su marido. La actriz detalló que planearon el doblaje para no exponerse a una aprehensión sorpresa por parte de la PGR, argumentado su total desconfianza hacia los procesos de impartición de justicia en México.

Sin duda, la trama de La Ingobernable y el momento que vive el país en materia de corrupción, homicidios, narcotráfico, lavado de dinero, empresas fantasma, asesinatos de periodistas, gobernadores corruptos, entre otros hechos, se entrelazan y funden de manera directa con la serie.

Un umbral que se configura entre Emilia Urquiza y Kate del Castillo, entre las declaraciones de la actriz y la inocencia del personaje por la muerte del presidente de México.

Ante las investigaciones de la PGR respecto a los nexos de la actriz con el narcotraficante y la poca o nula información que se permite a la sociedad, sólo nos quedan especulaciones y múltiples preguntas: ¿qué motiva el guion para la trama de la serie?, ¿por qué se habla de un actual presidente corrupto?, ¿qué sabe Kate de la justicia mexicana, y la PGR de los vínculos de la actriz con el narco?, ¿cuánto sabe “El Chapo” Guzmán de los delincuentes de cuello blanco de México?, ¿llegará al cine la vida de narcotraficante?

En fin, La Ingobernable es realidad o ficción, o realidad ficcionada, o una ficción de la realidad de lo que vemos y vivimos en la serie, en el contexto social y político de este país.

O, en el mejor de los casos, es teatro político interactivo. Un umbral que se configura entre la realidad y la ficción, en donde lo mismo juega un papel importante la imaginación creadora que la cruda realidad; la ilusión que la corrupción; la verdad que la mentira.

Sin duda, el tiempo nos darán luz sobre lo que en la realidad se oscurece o la PGR nos esclarecerá los nexos existentes de múltiples personajes de la vida pública con el narcotráfico, la corrupción de los gobernantes, la verdad sobre las “casas blancas”, etcétera

¿Sabremos realmente lo que hay detrás de la actriz con el narco, de las corruptelas del presidente de México, y de la realidad social y política? ¿O acaso seguiremos en ese surrealismo mexicano que se funde con el sueño, la pesadilla, la ficción y la realidad?

Un surrealismo único en la sociedad mexicana que ven y llama la atención a extranjeros que nos visitan. Una dimensión que bien podemos condensar con los dichos de la sabiduría popular: “Como México no hay dos”. 

Referencias

1Revista Proceso, no. 2107, 19/03/2017

*El Dr. Jesús Alberto Cabañas Osorio es académico del Departamento de Comunicación de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

 

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