Analizan en el CEX la cultura de la evidencia para combatir las fake news
El Centro de Exploración y Pensamiento Crítico (CEX) de la IBERO y la Asociación Mexicana de Agencias de Inteligencia de Mercado y Opinión (AMAI) crearon un espacio para promover y nutrir la 'Cultura de la evidencia. Celebración del dato', una discusión sobre la evidencia y la decisión de políticas públicas basadas en pisos sólidos.
En el evento participaron profesionales y representantes de empresas e instancias académicas como el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, el Instituto de Investigaciones Sociales, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
El Dr. Claudio Flores, presidente de AMAI, aseguró que en nuestro país no existe la cultura de la evidencia.
“Quién iba a pensar que la creación de noticias falsas o fake news iba a superar a la industria de la información y hasta retar su modelo de negocio y supervivencia. Hoy, en México y en el mundo, es pertinente e indispensable retomar la discusión sobre los datos, la verdad y las evidencias”, subrayó.
Para el Dr. Flores, “la verdad también parece haberse vuelto personal, al margen de criterios o protocolos convencionales, hasta el método científico parece haber perdido el brillo de otras épocas”.
Agregó que los datos y las realidades fácticas hoy tienen enemigos, voceros de sus propias interpretaciones de la realidad, no importa que sean parciales o de plano mentiras, “parece importar más la emocionalidad que contienen o su manufactura para convertir afirmaciones falaces en verosímiles, a partir de su narrativa o storytelling”.
“Parece que nos hemos vuelto expertos en construir discursos con apariencia de verdad, pero de fondo falso, parece que importa más que parezca verdad a que sea y las herramientas digitales están logrando que parezca verdad casi todo”.
Defendiendo la evidencia confiable
Por su parte, el Dr. Julio Santaella, presidente del INEGI, indicó que uno de los objetivos de la reunión fue abordar la responsabilidad de producir estadísticas para defender la cultura de la evidencia.
“En este mundo de fake news necesitamos datos, pero también debemos tener certidumbre de esos datos, no cualquier dato es útil”.
Además, fijó cuatro pilares que dan sustento a la credibilidad del instituto a su cargo y de la información:
- Autonomía constitucional
- Objetividad y capacidad técnica
- Transparencia en la rendición de cuentas
- Participación de la sociedad
Durante su ponencia, Enrique Espinosa de los Monteros, director general de Nielsen en México, aseguró que existen características como la credibilidad y confianza en las fuentes que determinan la utilidad del dato.
“La revolución digital ha generado explosiones de datos, creando nuevos métodos de data science, la cual genera datos más sofisticados y predictivos, que están basados en inteligencia artificial, lo que eso hace que nuestras políticas públicas, comercio y el mismo consumidor empiece a volverse dependiente del dato”.
El Mtro. Espinosa resaltó el papel fundamental que juega la información en el consumo, tanto para la elección del consumidor como para la creación del perfil de los compradores por parte de las empresas.
En una segunda mesa de análisis participaron Heriberto López Romo, del Instituto de Investigaciones Sociales; María Marván, investigadora del IIJ de la UNAM; y Roberto Martínez Yllescas, de la OCDE.
Heriberto López Romo indicó que la “gran data” que existe en este momento, y que es en buena parte pasiva, se está convirtiendo en una data colaborativa, pues aseguró que todos los que usamos aplicaciones (como Uber o bancarias) estamos generando datos para entender nuestro propio comportamiento.
“Hay que trascender la idea de usar esta información sólo para la toma de decisiones y llegar a la creación de conocimiento a partir de un esquema colaborativo”.
Roberto Martínez Yllescas, de la OCDE, también se sumó a la celebración del dato, el insumo clave para la toma de decisiones en los asuntos torales, no sólo del interés público en cada uno de los 36 países miembros de la organización, sino en el conjunto de los asuntos que competen a la humanidad entera.
Las discusiones sobre cambio climático, la resiliencia de los océanos, la sustentabilidad en su conjunto del planeta, la migración, la desigualdad, son estos retos los que nos obligan a utilizar más y mejores datos bajo este enfoque obsesivo de encontrar nueva evidencia para la toma de decisiones y para alimentar un debate de nivel en todos los países, señaló.
Durante su participación en la tercera mesa de análisis, el Dr. Roy Campos, presidente de Consulta Mitofsky, explicó la diferencia entre la evidencia y el dato, y aseguró que decir evidencia no significa verdad, “es un dato, y el dato en el momento que lo conocemos ya es historia porque no es verdad, es la aproximación a una realidad cambiante”.
El problema no es la falta de datos, pues cada día hay más y ahí están, el problema es quién y cómo y para qué objetivo los interpreta. “Normalmente, quien mejor interpreta los datos es la autoridad (económica, política, etcétera). Y esa autoridad sabe más de nosotros de lo que nosotros mismos sabemos de nosotros, lo cual es el principio de la manipulación”.
Por su parte, Ernesto López Portillo, coordinador del Programa de Seguridad Ciudadana de la IBERO CDMX, centró su análisis en los datos como herramienta dinámica en la planeación de políticas públicas, como la implementación de evaluaciones y planes de seguridad.
“La evidencia auténticamente tiene que ser parte del instrumental básico para tomar decisiones en seguridad, el protocolo lo dice”.
Agregó: “El valor de la evidencia tiene que ver incluso con la protección de la vida. No es un decorado abstracto; la evidencia en seguridad salva vidas. Nos están repitiendo discursos por 30 años ya en materia de seguridad sin que la evidencia diga que la seguridad mejora”.
Para finalizar, el Dr. Juan Carlos Henríquez, director del CEX de la IBERO, preguntó cómo afecta a la democracia el entorno actual de datos alternativos y fake news, en el cual, aseguró, tiene un papel importante la “merma de las instituciones, del Estado o la sociedad civil, que no pueden proporcionar los insumos necesarios para tomar decisiones”.
Explicó que a la fecha se ha llegado a la fetichización del dato, lo cual le atribuye un poder que no tiene, con lo que se le adora y se le teme al mismo tiempo, pero recalcó que el dato no genera la mejor decisión y tampoco brinca el sesgo político e ideológico de los intereses grupales. Para superar esto, propuso llevar el tema a un nivel parlamentario, lo que significaría debatir y argumentar las diferentes interpretaciones.
TPC/ICM
Las opiniones y puntos de vista vertidos en este comunicado son de exclusiva responsabilidad de quienes los emiten
y no representan necesariamente el pensamiento ni la línea editorial de la Universidad Iberoamericana.
Para mayor información sobre este comunicado llamar a los teléfonos: (55) 59 50 40 00, Ext. 7594, 7759
Comunicación Institucional de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México
Prol. Paseo de la Reforma 880, edificio F, 1er piso, Col. Lomas de Santa Fe, C.P. 01219