Bitácoras de cuarentena, ejercicio para aprender a gestionar la incertidumbre
Narrar la vida, captar la propia y la ajena en imágenes, hacer del video la rutina común entre amigos, fijar las voces en audios que quedarán para la memoria, contagiar el ánimo ilustrando rostros, nombres y apellidos, cifras y datos… Así las razones del arte donde la razón no alcanza.
Bajo ese espíritu fue que un lunes 25 de mayo la División de Investigación y Posgrado invitó a estudiantes de ese grado académico a participar en Bitácoras de Cuarentena, una convocatoria para conocer y compartir las experiencias que han tenido en estos días de confinamiento.
Fragmento del performance presentado por las alumnas Sara y Cintia durante la entrega de reconocimientos:
Veinte, veinte, era un día soleado de marzo. La digna rabia como prenda auguraba la grieta hasta que tranquilamente a alguien se le ocurre decir la sentencia mística y radical: ¡Esto está de la mierda!… ¿Me da un kilo de cuarentena?... Empieza el apocalipsis... ¿Se escucha bien? ¿Sí me escuchan bien?… ¿Tienes tu micrófono apagado o ya lo encendiste?... Tocarte, tocarme… ¡Abrázame!
Un total de 20 estudiantes de diferentes posgrados respondieron con sus trabajos que ahora forman parte de un blog donde se reúnen textos, videos, fotografías, animaciones e ilustraciones, así como podcast, en un lugar de encuentro que articula la palabra, el arte y lo simbólico.
Dalia, segundo semestre de la Maestría en Comunicación
Cuando me ofrecieron la oportunidad de decir con mi voz, con mis propias palabras… yo no sabía bien que decir. Recordé cuando durante la cuarentena estuve enferma de los nervios por la ansiedad. Recordé que comía sin hambre. Recordé el insomnio de cada noche o que a veces no podía dejar de dormir. Recordé también la presión que sentía por entregar mis avances de tesis. Recordé el miedo que me daba el Comité tutorial porque sentía que me había desaparecido y que los había abandonado... Mi texto habla de la angustia que vivimos al estar encerrados, confinados, y justamente entender que esta cuarentena nos hizo repensar y reconectar, aunque fuera a la distancia, con compañeras y con la Universidad Iberoamericana que desde que entré me cambió la vida.
¿Cómo cambió tu cotidianidad a partir del confinamiento?; ¿cuáles ámbitos (afectivo, emocional, laboral, académico) de tu vida fueron trastocados?; ¿cómo reorganizaste tu espacio, tus formas de comunicación, tus necesidades básicas de sustento?; ¿cómo se transformaron tus planes, tu forma de encarar el futuro y de experimentar el presente?, fueron algunas de las preguntas que las y los estudiantes respondieron con una mezcla de emociones encontradas, creatividad y atrevimiento, a través de aquellas disciplinas artísticas.
Jenny, tercer semestre del Doctorado en Comunicación
Agradezco a la IBERO la invitación para que exteriorizáramos la experiencia del confinamiento. Al principio, vi todo esto como una oportunidad. Pensé que podría ser un periodo muy corto. Yo tenía la necesidad de hacer mi tesis y por eso le veía la parte positiva. Pero en la medida que veía que el tiempo se iba prolongando me entró la ansiedad. Me acababa de mover al barrio donde vivo ahora. Como no podía salir, me asomaba por la ventana, subía a la azotea, entonces saqué mi cámara para fotografiar lo que veía afuera del confinamiento. Con la cámara fui captando esas otras rutinas que había fuera de mi casa. Fue lo que quise expresar en lo que mandé a Bitácoras de Cuarentena.
Durante la entrega de reconocimientos, la Dra. Marisela Portillo, coordinadora institucional de Posgrado, y coordinadora de la convocatoria Bitácoras de Cuarentena, indicó que para la IBERO ha sido importante seguir tejiendo comunidad a través de la mirada de sus estudiantes de posgrado debido al impacto que este confinamiento ha tenido en sus vidas: desde la organización del tiempo y del espacio, hasta las cosas más complejas que pasan por la reinvención de la vida laboral y académica.
Nuestra vida, dijo, ha transcurrido a través de pantallas, pero hemos aprendido a cuidarnos, a lavarnos las manos, a desinfectar nuestras compras, a vigilar nuestra salud y, sin duda, en el futuro aprenderemos nuevas formas de convivencia… Tan sólo imaginemos la vuelta a la universidad: habrá que redefinir los códigos, ajustar los espacios y generar los protocolos que nos permitan volver a la presencialidad.
“Han transcurrido poco más de seis meses. El ultimo día que asistimos a la universidad, aquel viernes 13 de marzo, no sabíamos que esta cuarentena se iba a prolongar tanto. Hemos aprendido a gestionar la incertidumbre, a pensar creativamente en soluciones colectivas, y es nuestra obligación, como investigadores e investigadoras, pensar desde nuestras disciplinas en la construcción de respuestas que nos permitan pensar en un futuro posible, ojalá que mejor, más humano, más incluyente. Por eso estamos aquí hoy, en este formato virtual, para compartir sus bitácoras de cuarentena”.
Diana, séptimo semestre del Doctorado en Comunicación
Una compañera me compartió la canción La Cigarra, que interpreta Mercedes Sosa. Entonces cuando la escuché me gustó tanto que se la compartí a mi papá y a mi novio. A los pocos días, ambos murieron de COVID. Por eso mi texto se llama Crónica de una cigarra en cuarentena… y como todas las cigarras pude salir de esta tristeza.
Por su parte, la Dra. Marisol Silva, directora de la División de Investigación y Posgrado, manifestó su entusiasmo por lo que llamó haber sido un evento conmovedor (refiriéndose a la entrega de reconocimientos), al tiempo que agradeció a las y los estudiantes por haber abierto su corazón, por haber compartidos sus experiencias en estos tiempos difíciles.
Este ejercicio, expresó, también refleja la fuerza que tienen ustedes para seguir adelante con sus proyectos de vida, la valentía para expresar estas reflexiones profundas y la generosidad para invitarnos a que hagamos frente a las condiciones que nos ha impuesto la pandemia. Condiciones que de ninguna manera son irreversibles.
“Es importante reconocernos como personas, pero lo somos menos en la medida en que estamos acompañadas y acompañados. Resistir a la manera en la que lo han hecho ustedes con sus trabajos de bitácora. Sepan que en la IBERO tenemos el firme propósito de construir comunidad en y con las y los estudiantes de posgrado. La universidad nos ha invitado a que aún en la distancia mantengamos lazos y vínculos entre todas y todos para mantener digna nuestra vida universitaria”.
Abraham, segundo semestre de la Maestría en Comunicación
Yo lo que hice fue en video que intentara mostrar un viaje más esperanzador frente a todo lo que hemos estado pasando. Al final de cuentas la vida está pasando por ahora a través de pantallas. Estamos conociendo algunas cosas o lugares que no conocíamos, pero lo hacemos a través de las pantallas. Incluso he visto a través de las pantallas a profesores que ni conocía. Intenté reflejar en el video que todo depende con el cristal con el que miremos las cosas. Espero que cuando ya no haya pantallas, como lo puse en el video, volvamos a estar juntos.
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Jesús González Alcántara/ICM
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