Con una misa de acción de gracias en el Templo de San Ignacio de Loyola y una concurrida comida en la Hacienda de los Morales al lado de familiares, miembros de la comunidad universitaria y de la Compañía de Jesús, el doctor José Morales Orozco, S.J., celebró el término de su gestión de diez años como rector de la Universidad Iberoamericana.

Valentín Diez Morodo, presidente de la Asamblea de Asociados de la Universidad Iberoamericana y anfitrión del encuentro, entregó al doctor Morales una placa conmemorativa con la que, a nombre de la Ibero, reconoció y agradeció “sus diez brillantes años de rectorado y su cercanía e identificación con la comunidad universitaria”.

El reconocido empresario también aplaudió “una vida llena de sustancia y éxitos” reflejada en las actividades de toda una década del doctor Morales al frente de la Ibero, y recordó que “mientras la técnica y las reglas del mercado han impulsado la educación general, en la Ibero apostamos por una educación integral en la que se conjunta la creatividad, la imaginación, el pensamiento crítico y la autenticidad de la persona”.

A su vez, Óscar Morales Orozco, hermano del rector, agradeció el apoyo de quienes facilitaron la misión del rector en la Ibero, y le deseó suerte en su siguiente encomienda como jesuita.

Por su parte, Esther Nissan, presidenta de la Asociación de Egresados de la Universidad Iberoamericana, describió al doctor Morales como un “guía excepcional” y una persona con mucha visión, entrega, liderazgo y calidad humana, cuyo paso por la casa de estudios indudablemente será recordado.

Al tomar la palabra, el doctor Morales subrayó que la Ibero no es sólo una institución de educación superior, sino una universidad jesuita, lo que debe distinguirla de las demás, pues eso implica que se trata de una casa de estudios que busca la justicia, la solidaridad, el amor, la sobriedad, el respeto a los derechos humanos y demás valores que dan sentido al quehacer universitario y a la vida misma del ser humano.

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