#CIENCIA A pesar de la cuarentena, no bajan niveles globales de CO2

Lun, 15 Jun 2020
Se presentaron concentraciones récord de dióxido de carbono durante mayo de 2020
  • La física del fenómeno del calentamiento global ha generado que el CO2 no baje (Pixabay).
  • Figura 1: Concentraciones de CO2 del 25 de noviembre de 2018 al 11 de junio de 2020. La línea roja corresponde a un ajuste por mínimos cuadrados que indica una tendencia creciente de 0.0087 PPM al día. Gráfica elaborada por A. Sandoval-Villalbazo con datos obtenidos del observatorio Keeling2.
Por: 
Dr. Alfredo Sandoval Villalbazo, académico del Departamento de Física y Matemáticas de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México e Investigador Nacional Nivel II (SNI). Twitter: @Fred_FisMat

En las redes sociales han circulado diversas informaciones que apuntan a un supuesto descenso de concentraciones de dióxido de carbono en nuestra atmósfera. La supuesta causa es la disminución de actividades humanas causada por el virus SARS-CoV-2 y como supuesta evidencia se muestran imágenes de playas desiertas y limpias en distintas partes del planeta.

Aunque intuitivamente pareciera que la cuarentena podría dar lugar a este inesperado beneficio, los niveles de CO2 no sólo no han disminuido, sino que han alcanzado valores récord. Esto no se debe a la mala fortuna, sino a la física del fenómeno del calentamiento global.

La Tierra goza de un efecto invernadero moderado como producto de millones de años de actividad geológica y vegetal.  El dióxido de carbono producido en los volcanes y en las plantas verdes absorbe parcialmente la radiación infrarroja emitida desde la superficie, calentando de manera moderada al planeta.

A partir de la Revolución Industrial, el efecto invernadero antropogénico ha aumentado la temperatura promedio de manera artificial, afectando significativamente a numerosos ecosistemas y favoreciendo la aparición de eventos climáticos extremos, tales como huracanes de alta intensidad y ondas de calor mortales.

El dióxido de carbono presente en la atmósfera permanece en ella entre 50 y 200 años1. Esto significa que las emisiones acumuladas de este gas a partir de 1990 permanecerán en nuestra atmósfera, por lo menos hasta el año 2040. Es evidente que un semestre de bajas emisiones ni remotamente puede dar lugar a una reducción de niveles.

El 26 de mayo de 2020 se registró por primera vez en la historia moderna una concentración global de dióxido de carbono superior a las 418 partes por millón de partículas (PPM).  La lectura de 418.04 PPM no fue un hecho fortuito, pues el promedio mensual fue de 417.01 PPM, con una desviación del 0.15%. Estos valores son significativamente más altos que sus contrapartes del 2019 (ver figura 1)2.  

Las lecturas de los niveles de dióxido de carbono no corresponden únicamente a la actividad industrial de corto plazo, sino a emisiones que pudieron haberse generado en 1950 y que apenas están por disiparse. Por ello es indispensable disminuir de manera drástica las emisiones de dióxido de carbono a nuestra atmósfera de manera inmediata y sostenida. La vuelta a la 'nueva normalidad' no parece favorecer este escenario.

De acuerdo a datos del Banco Mundial, cada año se emiten a nivel global un poco más de 36 mil millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera debido a las actividades humanas, principalmente por la quema de combustibles fósiles al producir electricidad3. Los cálculos realizados por el panel científico de la ONU contra el cambio climático (IPCC) muestran que las emisiones deben reducirse al menos en un 40% en los próximos 10 años4. Esto implica que cada año deben reducirse las emisiones en al menos mil 500 millones de toneladas.

Para interpretar estas cifras vale la pena recordar que China es el principal emisor de CO2, con 10 mil millones de toneladas anuales; mientras México ocupa el lugar 12, con la vigésima parte de su contraparte china. Estas cifras no han variado en absoluto por la pandemia de COVID-19. Una vez superada la crisis de salud actual, la humanidad deberá enfrentar este reto de manera urgente. 

Referencias:

1 Raymond T. Pierrehumbert, “Infrared radiation and planetary temperature”, Physics Today 64, 1, 33 (2011).

Los niveles diarios de COson reportados diariamente por el observatorio Mauna Loa, en la dirección electrónica: https://scripps.ucsd.edu/programs/keelingcurve/   

Los datos correspondientes a las emisiones de CO2 pueden encontrarse en un mapa interactivo elaborado por el Banco Mundial, ubicado en la dirección electrónica: https://datos.bancomundial.org/indicator/EN.ATM.CO2E.KT?view=map

Las cifras que indican el necesario descenso de emisiones de CO2 a nivel global se pueden encontrar en el reporte del IPCC ubicado en la dirección electrónica: https://report.ipcc.ch/sr15/pdf/sr15_spm_final.pdf

 

Las opiniones y puntos de vista vertidos en este comunicado son de exclusiva responsabilidad de quienes los emiten
y no representan necesariamente el pensamiento ni la línea editorial de la Universidad Iberoamericana.

Para mayor información sobre este comunicado llamar a los teléfonos: (55) 59 50 40 00, Ext. 7594, 7759
Comunicación Institucional de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México
Prol. Paseo de la Reforma 880, edificio F, 1er piso, Col. Lomas de Santa Fe, C.P. 01219