COVID-19: Respira, relájate y visualiza, tips para meditar en la cuarentena

Jue, 14 Mayo 2020
Meditar es un camino a un estado de conciencia alerta, sin cuestionamientos, que nos pone en armonía con nosotros y con nuestro alrededor
  • La meditación, como peregrinar interior, nos conducirá al encuentro del misterio que nos habita, el cual nos ayuda a dejar de lado nuestras tristezas, miedos y enojos, llenándonos de amor, paz y vida (Pixabay)
Por: 
Mtra. Tere Valenzuela Gorozpe, académica del Área de Reflexión Universitaria*

Desde la experiencia de confinamiento que vivimos, encontramos diferentes estados que no sabíamos que los podíamos vivir como son el miedo, la tristeza y el enojo. Esto ocurre porque al estar en un espacio donde se vive un distanciamiento social, nos mirarnos y al mismo tiempo nos percatamos de que estamos interrelacionados los unos con los otros, que nos necesitamos.

El distanciamiento social que vivimos por el COVID-19 tiene dos caras: la primera es movida por la protección a uno mismo y a nuestros seres queridos, mientras que la segunda surge de la generosidad de no contagiar a otros.

Este confinamiento nos pone de frente a encontrarnos en casa con la familia o solos y se vuelve un nuevo reto. En algunos casos disfrutamos de cosas de las que no siempre tenemos tiempo para realizarlas. En otros, aunque tenemos tiempo para ellas, no nos permitimos mirarlas, porque confrontan mi 'bien-estar'. En cambio, hay quienes pueden sentirse abrumados por la cantidad de cosas que tienen que hacer, pues en muchos casos se ha incrementado el trabajo.

Hemos escuchado que meditar ayuda. Por eso es importante preguntarnos: ¿Qué es la meditación? Se trata de una sabiduría universal, presente en todas las tradiciones religiosas y ancestrales. Es un camino a un estado de conciencia alerta, sin cuestionamientos, que nos pone en armonía con nosotros y con nuestro alrededor.

¿Cómo meditar?

  1.  Lo más importante es disponernos a adentrarnos en el silencio, lugar de corazón del ser humano, a nuestra interioridad. Es el centro de la persona, donde se cambia nuestra conciencia, de la mente hacia el corazón. Para esto necesitamos escoger un espacio donde estar en silencio. Tener una postura, donde la espalda esté recta, que nos mantenga alerta y despiertos durante 25 min.
  2. Elegimos una palabra (mantra, jaculatoria) y ponemos atención en nuestra respiración, como foco de nuestra atención. Todo esto ayuda a no distraernos y a adentrarnos al interior (es recomendable el uso de un temporizador para contar el tiempo).
  3. La quietud es esencial, ayuda a ejercitar la atención y, al mismo tiempo a ponernos alerta. Esto implica mantener calmado el cuerpo y la mente. Los pensamientos y emociones se hacen a un lado, se dejan pasar, sin retenernos en éstos. Lo mismo que con los juicios, palabras e imágenes, como también las expectativas, apegos y deseos. Este abandono permite entrar en un camino de sencillez, ya que al desnudarnos de todo esto, nos lleva a estar en paz y armonía.

Aquí es a donde suelen entran nuestros estados de tristeza, miedo y enojo, de los que hablaba en al inicio. Éstos pueden aparecen cuando nos adentramos al interior y es normal (como es el caso ahora de nuestro confinamiento). Reconocerlos y mirarlos, nos permite distanciarlos y desde ahí comprender que NO somos ellos, que somos mucho más, que nos estorban para vivir en plenitud.

Este trabajo logra mantenernos en el presente y nos llena de Esperanza, de Paz, de Vida y de Verdad. Adentrarnos en nuestros corazones nos conduce al Espíritu que, como dice San Juan: “Es el Espíritu de la verdad que no puede recibir el mundo, porque ni lo ve ni lo conoce; ustedes en cambio, lo conocen porque vive en ustedes y en ustedes está” (Jn 14, 17).    

La meditación, como peregrinar interior, nos conducirá al encuentro del misterio que nos habita, el cual nos ayuda a dejar de lado nuestras tristezas, miedos y enojos, llenándonos de amor, paz y vida.

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*Imparte las materias Religiones del Mundo y Mística de las tradiciones religiosas. También imparte talleres de meditación en la Casa de Meditación, encuentro y paz de la IBERO.

 

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