El emprendimiento es la mejor forma de aportar valor a México y de tener un impacto positivo en la sociedad, consideró José Shabot Cherem, CEO de Inmobiliaria Quiero Casa y egresado de Ingeniería Civil de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

Invitado al Panel de Emprendedores Egresados, que formó parte de las 63º Jornadas de Ingeniería Civil de la IBERO, el también CEO de Industrias SHCH compartió con los estudiantes universitarios que cuando uno piensa que tuvo suerte de haberse formado en las escuelas de calidad donde lo hizo, y se da cuenta que esa justicia a veces no es para todos, nace el sentimiento de tener que darle algo a la sociedad.

“A veces eso le llega a muchos profesionistas tarde en su carrera. Dicen, bueno ya hice mucho dinero, me fue muy bien, tengo 60 años, ahora ya voy a constituir una fundación para apoyar tal cosa. Yo creo que eso nos puede llegar antes”.

Y es que para Shabot quienes están culminando una licenciatura o ya la terminaron tienen la preparación para salir adelante y generar un gran impacto en esta ciudad y país, lo cual pueden hacer desde que tienen 18, 20 ó 24 años, lo que les abrirá “un camino increíble por delante para formar una mejor sociedad”.

En su caso, Pepe lo hizo cuando aún estudiaba la carrera y empezó a laborar en la industria de la construcción, un sector donde se dio cuenta que el 80% de los albañiles eran analfabetos; hecho que lo animó a emprender a favor de los trabajadores que construyen las viviendas, para brindarles mejores oportunidades de vida.

“El emprendimiento que más me motiva es una fundación, una institución de asistencia privada que se llama Construyendo a México Crecemos, que se dedica a darle educación, alfabetización, primaria, secundaria, preparatoria, cursos técnicos y cursos de computación a albañiles y trabajadores de la construcción”.

Con el apoyo de 25 constructoras, en la actualidad la fundación creada por Shabot Cherem tiene levantados más de 40 salones de clases donde a diario acuden a estudiar los albañiles luego de su jornada laboral.

A partir de su experiencia en ayudar al empoderamiento de sectores sociales vulnerables recomendó a quienes desean emprender: “Todos tenemos ambientes cerca de nosotros en donde nos damos cuenta que podemos generar un impacto social benéfico en alguien, en una sociedad o en una comunidad. Y cuando emprendemos podemos hacer negocios sociales que van a tener un impacto positivo en la sociedad”.

Esta visión a favor de los demás le supuso al ingeniero José Shabot que la IBERO, su alma mater, le entregará en 2015 el Premio Ibero Compromiso Social (categoría A favor de la educación); y que la Universidad de Stanford, donde cursó la maestría, lo distinguiera con el Arbuckle Award (primer latinoamericano en obtenerlo), presea que premia a un alumno cuyos valores y calidad moral enaltecen a dicha institución.

En el Panel de Emprendedores Egresados también participaron otros tres exalumnos de Ingeniería Civil de la IBERO: Nathan Shabot, fundador de Inversa Instalaciones Integrales, empresa dedicada a la ejecución de instalaciones eléctricas, especiales, hidrosanitarias y de protección contra incendio; Rodrigo Cuevas, fundador y socio director de ARCU Capital Partners, fondo de capital privado orientado a invertir en compañías del sector salud en México; y Mario Reynoso, co-fundador de Gaudena.com y Viajamex.com, empresas de e-commerce en Mexico.

De la mano del moderador, el Ing. Manuel del Moral Dávila, académico del Departamento de Ingenierías de la IBERO, los cuatro exalumnos compartieron sus historias de vida como emprendedores, en las que dieron a conocer qué significa para ellos emprender, dónde emprender, por qué emprender, cómo obtener recursos para emprender, entre otros puntos referentes al emprendimiento.

Nathan consideró al emprendimiento como la oportunidad de crear, de hacer las cosas a su modo y de tomar decisiones. Pero también es un proceso bastante doloroso, pues significa vivir con incertidumbre, y con ésta muchas de las cosas que pueden acompañarla son la diferencia entre tener éxito o fracasar.

Rodrigo dijo que al emprender las satisfacciones son más grandes que en el mundo corporativo, donde puede volverse una norma trabajar 20 horas al día, que no se reducen cuando uno emprende su propio proyecto. En tanto que para Mario emprender es una actitud, algo se lleva dentro, que en él es un sentimiento de crear algo; lo que lo mueve.

Pedro Rendón/ICM