Aunque la diplomacia cultural en México logra bastante con pocos recursos asignados, existen claros síntomas de inmovilismo, especialmente en lo referente a constituir una oferta actual e innovadora, pues el país permanece asociado a referentes tales como culturas prehispánicas, pirámides, playas, tequila y Frida Kahlo. Además, la promoción de la cultura mexicana de manera institucionalizada es en gran medida “irrelevante” ya que esta se encuentra estancada por falta de estrategia. Muestra de esto es que sólo quince por ciento de las embajadas de México en el mundo cuentan con un Instituto Cultural de México. Esto equivale a doce institutos en 80 embajadas.

Así lo señala el informe La imagen de México en el Mundo 2006-2015, del doctor César Villanueva Rivas, académico del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana.

Este informe es resultado de una investigación financiada por un Fondo de Ciencia Básica SEP-Conacyt en el ciclo 2013-2016, y por apoyos complementarios del Instituto de Investigaciones sobre el Desarrollo y la Equidad Social de la IBERO, y tiene como objetivo central entender mejor la forma en que operan las imágenes y el contexto internacional en el que se desenvuelve México.

“En el rubro de la imagen cultural de México, son muy escasas las nuevas maneras de representarse hacia el exterior, con un verdadero alcance global en sincronía con las tendencias tecnológicas, diseñísticas e industriales de la cultural del siglo XXI”, apunta en su informe el experto en diplomacia cultural, quien añade que “la imagen cultural de México tiene referentes más precisos en el país del siglo XX y muy pocos en el siglo XXI”.

De acuerdo con el estudio del catedrático de la IBERO confirma que las fuentes de poder suave de México son relevantes y mantienen una reputación global buena, pero ciertamente restringida, lo que produce percepciones positivas del país en ciertas regiones del mundo, en especial Hispanoamérica y partes de Estados Unidos. Así, de acuerdo con la investigación, de 2006 a 2015 México construyó tres imágenes predominantes asociadas a la cultura: cosmopolita (29%), exótica (24%) y emergente (14%).

A pesar de que símbolos culturales como la gastronomía, los sitios arqueológicos y el Día de Muertos tienen una connotación primordialmente positiva, su significación en las topologías de imagen país las ubican en el plano del exotismo, indica el informe.

Durante el periodo 2006-2015 se presentaron enormes oportunidades no aprovechadas para hacer de la cultura una de las principales palancas del imaginario mexicano en el mundo, tales como los festejos por el bicentenario de la Independencia, el centenario de la Revolución Mexicana y la participación en las exposiciones Shangai 2010 y Milán 2015, las cuales podrían considerarse un fracaso desde la perspectiva de la diplomacia pública, al lograr reacciones muy tímidas de la prensa mundial y en las redes sociales.

El documento señala también que los mejores años para la imagen cultural de México en el exterior fueron 20007 y 2016, mientras que el menos positivo fue 2009, en parte debido a que el tema del narco se trasladó a las películas, libros y documentales mexicanos realizados en el periodo.