Cada vez que las y los estudiantes de la Universidad Iberoamericana visitaban la comunidad de Dongu Puerto, situada en el municipio de Acambay, Estado de México, sus habitantes los recibían con un ritual: una limpia con incienso, collares florales y semillas para que siempre tengan cariño y alimento en sus vidas.

Esta comunidad, famosa por hacer trabajos con tule, herrería y bordados, trabajó durante el semestre Otoño 2017 con 22 estudiantes de la IBERO, organizados por equipos de las cinco licenciaturas de Diseño de la IBERO, para crear una serie de productos que proporcionaran alternativas creativas sin perder la esencia otomí y promover un impacto social a precio justo y competitivo, de cara al encuentro de diseño 'AmarteMX'.

Es la segunda ocasión que la IBERO se enfrenta a otras universidades, tanto públicas como privadas, en este concurso organizado por el programa de radio A Todo Terreno, que conduce Pamela Cerdeira en MVS, el cual busca incentivar a jóvenes universitarios para que utilicen sus conocimientos y logren cambios trascendentales en comunidades de nuestro país.

De hecho, la primera vez que alumnas y alumnos de la IBERO participaron en este proyecto ganaron el primer lugar, gracias al diseño de lámparas bordadas en gancho sobre una estructura metálica, proyecto que desarrollaron en conjunto con la comunidad bordadora de Tolimán, Querétaro.

En esta ocasión, los estudiantes se enfrentarán a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Anáhuac del Sur y el Tecnológico de Monterrey con el diseño de una línea de mobiliario para bebé denominado Zäna (luna en Otomí), integrado por una hamaca-silla, lámpara, columpio y móvil para cuna, que por medio de la funcionalidad, formas y materiales se busca comunicar los valores de armonía, tranquilidad, comodidad, y protección, explicó la Dra. Marimar Sanz, coordinadora de proyectos vinculados del Departamento de Diseño.

El producto principal es una cuna que tiene doble uso, cuando se voltea es una mesa o un escalón. Los materiales de los que está hecha, por supuesto, son de herrería, tule y tiene bordados.

“Trabajamos de manera colaborativa y cocreativa con la comunidad. Desarrollamos el producto en conjunto. Nosotros proponíamos y ellos comentaban pues están ávidos de generar nuevas ideas, por eso es el interés de trabajar con los estudiantes. El intercambiar ideas con los otros, es un procesos de aprendizaje mutuo, que va más allá del aula, y resulta en un beneficio para ambas partes. 

“Además, hemos compartido espacios en conjunto, los alumnos han visitado en varias ocasiones a la comunidad y la comunidad vino a la IBERO, donde los alumnos realizan un taller de creatividad como parte del proceso de diseño”, señaló Sanz, quien está coordinado esta propuesta junto con la maestra Paulina Sierra. 

La comunidad universitaria podrá votar por la IBERO hasta el 6 de diciembre en www.amartemx.com. Los proyectos serán evaluados por nueve jueces de diferente formación: economistas, emprendedores, antropólogos, sociólogos, con el objetivo de que el proyecto triunfador sea deseable, viable y factible, es decir, que genere impacto positivo.

Las acciones que se ha realizado se pueden ver en facebook.com/AmartemxIBERO/, así como en Instagram.

Valentina González/ICM