Uno de los emblemas más importantes de la Ciudad de México es la Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). En 2007, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) inscribió al campus central en la lista de patrimonio cultural de la humanidad. 

De acuerdo con la Unesco, el proyecto de su construcción fue ejecutado por más de 60 arquitectos, ingenieros y artistas. “El resultado fue la creación de un conjunto monumental ejemplar del modernismo del siglo XX que integra el urbanismo, la arquitectura, la ingeniería, el paisajista y las bellas artes, asociando todos estos elementos con referencias a las tradiciones locales, y en particular al pasado prehispánico de México”. 

Pero CU —como se conoce coloquialmente al campus de la UNAM— no sólo es un emblema por su diseño, también por aglutinar el conocimiento. Por la importancia que representa la institución para el país y América Latina, el Programa Historia Viva del Departamento de Historia de la IBERO, coordinado por el Mtro. Gabriel Poot, hará un recorrido el próximo 27 de abril por ese espacio. 

El trayecto ’Ciudad Universitaria: la construcción de una utopía’ será encabezado por la Dra. Valeria Sánchez Michel (PIPE/CIDE), quien reflexionará junto con los asistentes sobre lo que significó la construcción de un lugar para el desarrollo de la educación en la capital del país y en cuyos inicios se catalogó como una tarea titánica. 

En los años 50, la edificación de Ciudad Universitaria fue también la ‘construcción de una utopía’, porque cuando se planteó parecía un proyecto irrealizable en el sentido urbanístico.    

Y no sólo fue un sueño, que a la postre se convertiría en una realidad, a nivel del enorme campus en medio de roca volcánica. Hubo una utopía en el sentido amplio, es decir, se consideró la transformación de la sociedad, a partir de la educación, y al mismo tiempo un mejoramiento de la ciudad.  

Durante su construcción, hubo una gran incredulidad sobre si se podría llevar a cabo o no, y se habló también de cómo gracias a este proyecto la universidad se modernizaría y el país tendría un futuro promisorio. Esta visita está pensada para conocer y valorar el proyecto arquitectónico y para comprender también su importancia en términos históricos, urbanísticos y sociales. 

Los interesados en asistir a este trayecto histórico, apoyado por Fundación Cultural Banamex, deberán inscribirse (hay cupo limitado) y pagar una cuota de recuperación de 200 pesos. Para la comunidad universitaria el descuento es de 25%. Para más detalles, llamar al teléfono 5950 4000, extensión 4044, o escribir al correo historiaviva.uia@gmail.com. 

Iván Cabrera