La Universidad Iberoamericana Ciudad de México abrió su Clínica Jurídica para la Justicia Ambiental Berta Cáceres, la cual quedó adscrita al Departamento de Derecho, que inició sus actividades el pasado lunes 24 de mayo y en la que colaboran 11 estudiantes que van a empezar a atender algunas solicitudes de intervención.

La licenciada Claudia Gómez Godoy, profesora de la clínica, dijo en la presentación de la misma, que ésta atiende la necesidad de formar a estudiantes de derecho que tengan una perspectiva de derechos humanos y un compromiso con la defensa de las tierras, los pueblos indígenas y campesinos, y las comunidades locales.

La Clínica Jurídica para la Justicia Ambiental involucrará desde los primeros semestres de su carrera a las y los alumnos en donde haya una necesidad real y específica de asesoría, acompañamiento, investigación o litigio, para que, junto con docentes, organizaciones, abogados, litigantes e investigadores, contribuyan con procesos concretos de defensa del territorio.

Respecto a por qué se le puso el nombre de Berta Cáceres a la clínica, la docente mencionó que se debe a que Berta fue una persona que podía tener toda la complejidad de un pensamiento feminista, antirracista, anticolonial y anticapitalista, “que queremos fomentar para entender todos los temas que la justicia ambiental quiere modificar, cambiar; poder de alguna manera incidir en estos conflictos que se están dando en muchas partes del país y que tienen una implicación no solamente en la vida de la gente, sino también en las tierras, en los territorios y en sus modos de vida”.

Gómez detalló que la clínica tiene la aprobación de las tres hijas y el hijo de Berta Cáceres para usar el nombre de su madre, cuyos pasos en la lucha por la defensa del territorio y por la justicia ambiental han seguido los cuatro. “El hecho de que su familia nos haya dado la autorización para que la clínica lleve su nombre es también un compromiso y nos llama no solamente a nosotros, sino también a los estudiantes que ahora inician la primera generación de la clínica, a tener un compromiso claro por la justicia ambiental”.

La Mtra. Ximena Ramos Pedrueza Ceballos, la otra profesora de la clínica jurídica, mencionó que para que las y los estudiantes empiecen a ver cómo funcionan los procesos de defensa del territorio, defensa del medio ambiente y la justicia climática, en la Berta Cáceres se empezarán a enfocar, principalmente, en dos temas: cambio climático, y medio ambiente y territorio.

El de cambio climático se eligió porque en un contexto en el que hay diversas acciones a nivel internacional de los gobiernos, que han firmado varios tratados, no se ve de forma real cómo es que se pueden tomar medidas para lograr la reducción de los gases de efecto invernadero y tratar de evitar los efectos adversos del cambio climático. Medio ambiente y territorio es otra temática de interés ante los muchos megaproyectos extractivistas, de agroindustria o de infraestructura “en los que se ha violado el derecho a un medio ambiente sano”.

Como temas transversales, en la Berta Cáceres se tendrá un enfoque intercultural, en busca de apoyar a las comunidades rurales, indígenas y campesinas; un enfoque de género, para incorporar esta perspectiva en el trabajo de la clínica; y también se verá cómo la justicia ambiental y la justicia social se relacionan con los megaproyectos y con la defensa del territorio.

Debido a que la justicia ambiental requiere el conocimiento de diversas materias, la maestra precisó que se empezará a acercar a las y los estudiantes a temas de derecho constitucional, derecho internacional, derecho administrativo, amparo y derechos humanos, para que vean cómo funcionan estas ramas del derecho dentro de la vida diaria de quienes se dedican a la defensa del territorio.

Dijo que en la clínica también se hará investigación, por ejemplo, sobre cuál ha sido el cumplimiento de los compromisos internacionales que ha firmado México en torno al cambio climático. Con este tipo de investigación se buscará iniciar algún tipo de cambio estructural, incidir en las políticas públicas y en la agenda legislativa.

Una clínica para sanar al planeta

El director de la Fundación Heinrich Böll Ciudad de México, Dawid Danilo Bartelt, opinó que la Clínica Jurídica para la Justicia Ambiental Berta Cáceres llegó en un momento y en un lugar privilegiados “para ser el cauce por el cual una mirada fresca de talento y de compromiso social se pongan al servicio de la justicia ambiental”, lo que quiere decir que prevalezcan los derechos humanos y los derechos colectivos en armonía con los bienes comunes y el medio ambiente.

Por ello consideró centrales y coincidentes con los de la fundación los temas de la agenda que la clínica propone: cambio climático, medio ambiente y territorio, género, interculturalidad y justicia ambiental.

Resaltó que innegablemente el planeta atraviesa por una emergencia causada por múltiples crisis simultáneas que urgen a tomar medidas para detener el deterioro ambiental y enfrentar la destrucción de ecosistemas, especies y culturas. Además, comentó que existe una voluntad política que hasta ahora “no ha sido suficiente para dar un giro al curso de las cosas, especialmente de aquellos países, actores económicos e instituciones con más poder de decisión global”.

“En América Latina, el cambio climático ya está causando estragos, sabemos de eso, lo vivimos, y aunque los gobiernos de la región dicen estar dispuestos a tomar acciones para enfrentar el problema, no lo están haciendo, no lo están haciendo al menos con la urgencia que la ciencia marca que es necesaria. En México la situación no es distinta”.

Sin embargo, afortunadamente también en México, las juventudes, las comunidades, las universidades, la sociedad civil y diversos movimientos plantean la necesidad de repensar y reformular los sistemas de representación política, las estructuras y modelos económicos predominantes, y están dispuestos a construir sus propios espacios de participación y a echar mano de las herramientas a su alcance para transformarse.

Dicho esto, deseó “que esta clínica jurídica contribuya entonces a formar los médicos y las médicas, ciudadanas, que nuestro planeta necesita para sanar, que las políticas públicas ambientales necesitan para superar lo que es una verdadera pandemia de mala voluntad política, de egoísmos nacionales, de visiones economicistas y de desrespeto a los intereses de futuras generaciones”.

Clínica

La Clínica Jurídica para la Justicia Ambiental Berta Cáceres fue abierta por el Departamento de Derecho de la IBERO, en colaboración con el Centro Transdisciplinar Universitario para la Sustentabilidad (Centrus), el Programa Universitario para la Sustentabilidad y el Programa de Interculturalidad y Asuntos Indígenas, todos ellos de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México. También colaboran con la Berta Cáceres la Fundación Heinrich Böll Ciudad de México (que transitará recursos) y Litigio DESCA del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), proyecto que se sumará a la clínica.

La Berta Cáceres se inscribe en el proyecto de educación clínica del Departamento de Derecho de la IBERO -que cuenta ya con cinco clínicas jurídicas-, como forma de impartir la materia de inmersión en los nuevos planes de estudio, los Planes Manresa. Con esta asignatura de incidencia se pretende “que la práctica nutra la enseñanza, que la práctica nutra el conocimiento y los saberes. Y no cualquier práctica, sino una práctica orientada al cambio social, una práctica para incidir y cambiar el estado de las cosas”, subrayó el Dr. José Luis Caballero Ochoa, director del Departamento de Derecho.

Junto con todas las personas citadas, en la presentación de la clínica también participaron, el Dr. José Alberto Lara Pulido, director del Centrus; el Dr. Jorge Peláez Padilla, coordinador de la Licenciatura en Derecho; la Mtra. Eugenia Legorreta Maldonado, coordinadora del Programa de Interculturalidad y Asuntos Indígenas; y el Dr. Rodrigo Gutiérrez Rivas, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.

PEDRO RENDÓN/ICM