La Universidad Iberoamericana celebró el relanzamiento del Protocolo para la Prevención y Atención de Violencia de Género, el cual busca prevenir cualquier tipo de violencia en esta casa de estudios.

El Rector de la IBERO, Mtro. David Fernández Dávalos, S. J., alertó sobre la falta total de conciencia sobre el tema de género, de violencia y de acoso, por lo cual es importante revisar y reforzar este tipo de herramientas. Asimismo, habló de la necesidad de formar a la comunidad universitaria en este tema delicado, que se ha normalizado, y por lo tanto ha enfrentado algunas resistencias.

“En la IBERO estamos decididos a impulsar una cultura de respeto entre los géneros y de violencia cero en la relación entre hombres, mujeres y todas las personas que conforman esta comunidad universitaria”, señaló Fernández Dávalos.

El Rector reconoció que se comparte con la realidad nacional un déficit importante en esta materia, que las medidas que se impulsan tienen resistencia e, incluso, hay críticas al respecto.

“El asunto no se va a resolver de la noche a la mañana, pero quiero dar la garantía a todas y todos que estamos decidimos, indudablemente, a construir una cultura de paz, de concordia, de respeto y colaboración igualitaria entre los distintos géneros, y de aprecio por la diversidad humana y sexual de nuestra Universidad”, puntualizó.   

El relanzamiento del Protocolo contó con la presencia de la Mtra. Magda López, del Centro de Investigación y Educación Popular (CINEP) Programa por la Paz, una fundación sin fines de lucro creada por la Compañía de Jesús en Colombia, quien aseguró que el Protocolo de Género es una conquista política de la comunidad educativa en materia de derechos humanos.

“La IBERO, al igual que el CINEP o la Universidad Javeriana son instituciones conformadas desde la iglesia católica o la Compañía de Jesús, caracterizada por su histórica línea patriarcal, no obstante, su autorreflexión y discernimiento, así como las trasformaciones históricas, han demandado la renovación de sus paradigmas en pro de su apostolado intelectual”, señaló López.

Aseguró que el Protocolo hace un recordatorio sobre la corresponsabilidad que tiene el conjunto de la sociedad, en cuanto al respeto, promoción y defensa de los derechos humanos. “Pues solemos observar los derechos sólo en relación con el Estado, pero nunca tendemos a reflexionar sobre cómo desde la cotidianidad y ámbito privado se atropellan y vulneran esos derechos. Es una suerte de violencia invisible que el Protocolo hace un llamado para sacar a la luz, prevenir y denunciar”.

Por su parte, el Mtro. Luis Felipe Canudas Orezza Ugalde, presidente del Comité de Género de la IBERO, aclaró que el carácter del Protocolo es preventivo, pero también tienen una parte punitiva porque se quiere prevenir la violencia, pues ciertas acciones tienen consecuencias. Por esta razón, hay ocasiones que ante un tema de violencia de género las recomendaciones son llamadas de atención u otro tipo de medidas para que la gente entienda que está cometiendo una falta.

“Nos hemos dado cuenta que falta que la comunidad universitaria, en su conjunto, conozca el Protocolo, el cual cuenta, entre otras cosas, con un marco conceptual en donde se parte de ciertas categorías y se explican para entender qué es género, sexo, violencia de género, los tipos de violencia, acoso sexual y hostigamiento. Para que se tenga la claridad sobre lo que se está haciendo y desde dónde se está haciendo”, añadió Canudas.

Valentina González/ICM