Intoxicación cerebral, un nuevo mal que nos aqueja: ¿Sabes si necesitas atención?
Por: Dr. Alejandro Tapia de Jesús, del Departamento de Salud de la Universidad Iberoamericana
A partir de la pandemia (2021) el ámbito de la salud mental ha llamado la atención, ya que la prevalencia de múltiples afecciones psiquiátricas, neurodegenerativas y del neurodesarrollo se ha incrementado. Específicamente, los incrementos se han reportado en los trastornos de TDAH en infantes de 5-9 años; ansiedad y depresión en jóvenes de 20 a 30 años; estrés post traumático en personas de 30 a 40 años y las demencias en personas mayores de 60 años (OMS, 2023; SINAIS 2024). Estos incrementos están asociados a múltiples factores tanto ambientales como personales. Particularmente ambientes y hábitos poco saludables y/o nocivos han tomado relevancia, ya que se han asociado con una condición denominada “intoxicación cerebral”, en la que el cerebro se ve afectado estructural y funcionalmente.
¿Cómo se desarrolla una intoxicación cerebral y qué podemos hacer?
Para responder a esta pregunta primero hay que entender algunas generalidades de la estructura y funcionamiento del cerebro.
El cerebro humano adulto pesa entre 1200 y 1500 gramos y contiene alrededor de 100 mil millones de células nerviosas capaces de recibir, procesar y emitir información involucrada en la señalización y funcionamiento celular de funciones complejas como la actividad motora, sensitiva, cognitiva y emocional. Es decir, está involucrado y regula todo lo que pensamos, sentimos y hacemos.
A pesar de que constituye solo el 2% del peso corporal, consume alrededor del 20% de la energía total del cuerpo. Esto indica que su actividad y metabolismo es sumamente elevada y, en consecuencia, los residuos tóxicos que genera dicha actividad también son elevados. La acumulación de tales desechos incluye: residuos de células muertas, radicales libres, moléculas de desecho como la proteína tau y beta-amiloide, entre otras. Estos desechos pueden afectar la señalización y funcionamiento adecuado de las células, promoviendo actividad inflamatoria y oxidante y resultar en múltiples afecciones como alteraciones cognitivas, perturbaciones del estado de ánimo y en casos crónicos enfermedades neurodegenerativas como el deterioro cognitivo mayor, enfermedad de Alzheimer (demencia por Alzheimer), enfermedad de Parkinson, entre otras (Hung & Fraguela, 2014; Toriello, González-Quintanilla, & Pascual, 2021).
Por lo anterior, es de suma importancia que el organismo cuente con sistemas de limpieza o desintoxicación, específicamente el cuerpo cuenta con un sistema linfático encargado de la recolección y transporte de material de desecho vertido en el líquido intersticial (entre células), sin embargo, este sistema no se ocupa del cerebro, ya que éste se encuentra encapsulado para su protección. Específicamente el cerebro se encuentra contenido por las meninges, inmerso en líquido cefalorraquídeo (LCR) y delimitado por la barrera hematoencefálica encargada de filtrar las sustancias que se transportan a través del sistema cerebrovascular, por ello, se pensaba que el cerebro no requería de un sistema linfático. Sin embargo, en 2012, un grupo liderado por la neurocientífica Maiken Nerdergaard descubrió el sistema gliolinfático, encargado específicamente de la limpieza intersticial cerebral (Toriello, González-Quintanilla, & Pascual, 2021).
A partir de este conocimiento, se han investigado qué condiciones contextuales y personales incrementan el nivel de intoxicación cerebral y cuáles lo disminuyen o fungen como factores de neuroprotección. A continuación, se describen ambas.
El Dr. Alejandro Tapia de Jesús, del Departamento de Salud de la IBERO, está especializado en Neuropsicología. |
¿Qué incrementa la intoxicación cerebral?
- Ambientes contaminados: se sabe que la contaminación tanto atmosférica como del agua por metales pesados está altamente relacionada con el incremento de estos desechos a nivel cerebral y en consecuencia incrementan la probabilidad de desarrollar patologías como la enfermedad de Alzheimer (Ma et al., 2023; Nie, 2023).
- Privación de sueño: durante el sueño se llevan a cabo mecanismos tanto de procesamiento de información como la consolidación de la memoria, como mecanismos de recuperación y restauración fisiológica, como la eliminación de desechos tóxicos. Al respecto sabe que la privación de sueño (dormir menos de 6 horas) induce procesos inflamatorios, y perturba la función del sistema gliolinfático, lo cual en condiciones crónicas son neuropatológicos (Besedovsky, Lange, & Haack, 2019).
- Dieta alta en grasas saturadas y azúcares refinados: se sabe que el eje intestino-cerebro modula múltiples procesos neuroquímicos, cognitivos y de respuesta inmune. Se ha reportado que las dietas altas en grasas saturadas y azúcares refinados desencadenan procesos inflamatorios y neurotóxicos que afectan sistemas como el serotoninérgico y dopaminérgico encargados de la regulación del estado del ánimo, motivación y atención, promoviendo el desarrollo de alteraciones como anhedonia (incapacidad para experimentar placer), depresión, ansiedad y déficit de atención y memoria (Guo, 2021; Liu et al., 2022; Kang, Park, Oh, & Kim, 2023).
¿Qué disminuye la intoxicación cerebral?
- Dieta rica en antioxidantes: como se comentó previamente, el intenso metabolismo cerebral involucra procesos de oxidación importantes y aunque el organismo cuenta con procesos antioxidantes internos, llevar una dieta rica en antioxidantes contribuye a la regulación y equilibrio del sistema, atenuando los efectos de envejecimiento y deterioro celular y en consecuencia previniendo múltiples consecuencias disfuncionales (Vidović, 2023). Los nutrientes ricos en antioxidantes incluyen a vitaminas C y E (mangos, fresas, cítricos, papas, aguacate, semillas), minerales (cobre, hierro, manganeso, selenio, zinc), carotenos (calabaza, zanahorias, espinacas, tomates, frijoles, espinacas), flavonoides (té, cocoa, vino tinto, apio, uvas, aceitunas, orégano, chocolate) y compuestos organosulforados (cebolla, ajo, brócoli, repollo, coliflor).
- Hidratación efectiva: como es bien sabido el cuerpo esta constituido en un 60-80% de agua, al igual que muchos sistemas, el linfático y gliolinfático requieren de hidratación suficiente y eficiente para poder llevar a cabo el transporte de las sustancias de desecho, por lo que un consumo adecuado de agua y electrolitos favorece la desintoxicación del cuerpo, teniendo beneficios a nivel físico, cognitivo y fisiológico (Masento, Golightly, Field, Butler, & van Reekum, 2014).
- Actividad física: es conocido que la actividad física forma parte de los hábitos de salud física, mental y cerebral. Se ha demostrado que quienes realizan al menos 30 minutos de actividad física de manera recurrente (3-5 veces por semana), presentan menores indicadores de estrés (bajan sus niveles de cortisol), sus niveles de triglicéridos y glucosa son más saludables y presentan mayores indicadores de satisfacción personal y social, esto asociado a que el ejercicio físico tanto cardiovascular como de fuerza promueve un incremento en sustancias que promueven el bienestar como la serotonina, dopamina y endorfinas (Di Liegro, Schiera, Proia, & Di Liegro, 2019), además de que incrementan la función cognitiva y la regulación emocional por sus mecanismos de plasticidad cerebral (Silva, Barha, Erickson, Kramer, & Liu-Ambrose, 2024).
- Meditación: recientes estudios de neurociencias han confirmado y comprobado los efectos benéficos de la meditación sobre el cerebro y la salud mental. Específicamente se ha encontrado que meditar de manera recurrente por periodos de 10-15 minutos durante dos semanas modifica la interconexión cerebral, disminuye los procesos inflamatorios y mejora los procesos cognitivos (Jamil et al., 2023).
Conclusiones
Es claro que el cerebro es un órgano que requiere un mayor compromiso para su cuidado y desarrollo dada su importancia en nuestra conducta, salud y bienestar. Por lo que conocer los hábitos y ambientes que pueden dañarlo e intoxicarlo es fundamental y debe ser de dominio público. También es importante que la población conozca qué hábitos y contextos lo benefician. Sin embargo, considero de mayor relevancia que el manejo de estas acciones se apoyen y sean supervisadas por profesionales de la salud calificados, ya que hoy en día la divulgación de contenido poco preciso o equivocado en redes sociales es abundante y pudiera tener consecuencias poco beneficiosas e incluso perjudiciales. ¡Cuida tu cerebro, sólo tienes uno!
En la IBERO contamos con un Laboratorio de Neurociencias desde donde se promueve la excelencia en la investigación y la educación, contribuyendo al avance del conocimiento científico y formando a futuros líderes en este ámbito. Trabajamos en estrecha colaboración con la comunidad científica nacional e internacional para abordar los desafíos más apremiantes en neurociencias y aplicar nuestros hallazgos para mejorar la calidad de vida de las personas. Conoce más de él aquí.
|
Referencias
- Besedovsky, L., Lange, T., & Haack, M. (2019). The sleep-immune crosstalk in health and disease. Physiological reviews.
- Di Liegro, C. M., Schiera, G., Proia, P., & Di Liegro, I. (2019). Physical activity and brain health. Genes, 10(9), 720.
- Guo, Y., Zhu, X., Zeng, M., Qi, L., Tang, X., Wang, D., ... & Chen, D. (2021). A diet high in sugar and fat influences neurotransmitter metabolism and then affects brain function by altering the gut microbiota. Translational psychiatry, 11(1), 328.
- Hung, M. D., & Fraguela, M. G. (2014). El estrés oxidativo en las enfermedades neurológicas: ¿causa o consecuencia?. Neurología: Publicación oficial de la Sociedad Española de Neurología, 29(8), 451-452.
- Jamil, A., Gutlapalli, S. D., Ali, M., Oble, M. J., Sonia, S. N., George, S., ... & Mohammed, L. (2023). Meditation and its mental and physical health benefits in 2023. Cureus, 15(6)
- Kang, J., Park, M., Oh, C. M., & Kim, T. (2023). High-fat diet-induced dopaminergic dysregulation induces REM sleep fragmentation and ADHD-like behaviors. Psychiatry research, 327, 115412.
- Liu, P., Wang, Z. H., Kang, S. S., Liu, X., Xia, Y., Chan, C. B., & Ye, K. (2022). High-fat diet-induced diabetes couples to Alzheimer’s disease through inflammation-activated C/EBPβ/AEP pathway. Molecular psychiatry, 27(8), 3396-3409.
- Ma, Y. H., Chen, H. S., Liu, C., Feng, Q. S., Feng, L., Zhang, Y. R., ... & Yu, J. T. (2023). Association of long-term exposure to ambient air pollution with cognitive decline and Alzheimer’s disease–related amyloidosis. Biological Psychiatry, 93(9), 780-789.
- Masento, N. A., Golightly, M., Field, D. T., Butler, L. T., & van Reekum, C. M. (2014). Effects of hydration status on cognitive performance and mood. British Journal of Nutrition, 111(10), 1841-1852.
- Nie, J. (2023). Exposure to aluminum in daily life and Alzheimer’s disease. In Neurotoxicity of Aluminum (pp. 107-121). Singapore: Springer Nature Singapore.
- Organización Mundial de la Salud (2023). Depresión. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/depression
- Organización Mundial de la Salud (2023). Trastornos de ansiedad. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/anxiety-disorders
- Toriello, M., González-Quintanilla, V., & Pascual, J. (2021). El sistema glinfático y su implicación en las enfermedades del sistema nervioso. Medicina Clínica, 156(7), 339-343.
- SS/DGIS, SINAIS 2024.
- Silva, N. C. B. S., Barha, C. K., Erickson, K. I., Kramer, A. F., & Liu-Ambrose, T. (2024). Physical exercise, cognition, and brain health in aging. Trends in Neurosciences.
- Vidović, B. (2023). Dietary antioxidants and health effects: what are their optimal intakes?. Archives of Pharmacy, 73(Notebook 4), 278-291.
Notas relacionadas:
Las opiniones y puntos de vista vertidos en este comunicado son de exclusiva responsabilidad de quienes los emiten
y no representan necesariamente el pensamiento ni la línea editorial de la Universidad Iberoamericana.
Para mayor información sobre este comunicado llamar a los teléfonos: (55) 59 50 40 00, Ext. 7594, 7759
Comunicación Institucional de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México
Prol. Paseo de la Reforma 880, edificio F, 1er piso, Col. Lomas de Santa Fe, C.P. 01219