¿Los empleadores, privados y públicos, están considerando la posibilidad de permitir a su personal continuar trabajando de forma remota una vez que termine la pandemia de COVID-19? Estimar lo anterior es el objetivo del proyecto ¿COVID-19 ha establecido las condiciones para una adopción generalizada del trabajo remoto híbrido? El caso del Área Metropolitana de la Ciudad de México.

En esta investigación, coordinada por el Dr. José Alberto Lara Pulido, director del Centro Transdisciplinar Universitario para la Sustentabilidad (CENTRUS) de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, se explorará si los empleadores estarían interesados en asociarse para alquilar espacios compartidos, los cuales serían oficinas ubicadas en toda la CDMX a las que sus trabajadores(as) podrían asistir para laborar, y que al estar más cerca de sus domicilios les permitirían reducir sus tiempos de desplazamiento.

“En última instancia, nuestro objetivo es determinar si una red de oficinas compartidas en la Ciudad de México puede diseñarse de manera que las preferencias de empleados y empleadores -demanda y oferta- coincidan”, dijo Lara.

Agregó que el diseño de esta red de oficinas compartidas podría incorporar criterios relevantes desde el punto de vista público, por ejemplo, distancia a los espacios verdes y minimización del tráfico en horas pico. Asimismo, esta red podría desempeñar un papel esencial en la mejora de la resiliencia de la sociedad a eventos pandémicos o relacionados con el clima.

En torno a los resultados que se obtengan de la investigación, mencionó que podrían fácilmente traspolarse a otras ciudades latinoamericanas que comparten desafíos con la Ciudad de México, por ejemplo, Guadalajara, México; Quito, Ecuador; y Lima, Perú; debido a que la metodología del proyecto de la IBERO es útil para las megaciudades de las economías emergentes, en las que se ha identificado desde hace mucho tiempo el potencial del trabajo remoto.

El trabajo remoto

El doctor Lara Pulido señaló que el COVID-19 ha dejado en claro la necesidad de permitir que las personas trabajen de forma remota. Pero desde las perspectivas del empleador y del empleado(a) trabajar desde casa no es necesariamente la alternativa preferida, por las siguientes desventajas: falta de equilibrio entre el ámbito personal y profesional, pérdida de oportunidades de promoción, sensación de aislamiento, pérdida de productividad, entre otras (Bojovic et al., 2020; Lopez-Igual et al., 2020).

Además, las y los trabajadores de oficina en las ciudades de las economías emergentes enfrentan mayores obstáculos para realizar sus actividades laborales desde casa, como, por ejemplo: baja calidad de los servicios de Internet, falta de privacidad y condiciones de hacinamiento en sus hogares.

En este contexto, las alternativas de trabajo a distancia pueden resultar atractivas para las personas empleadas. Recientemente, el Dr. José Alberto Lara Pulido y el Dr. Adrián Martínez Cruz, académico de la Swedish University of Agriculture Science, documentaron, en una investigación conjunta, que las y los trabajadores de oficina en la Ciudad de México están interesados en alternativas híbridas de trabajo remoto. En particular, reportaron una disposición a pagar 77 dólares al mes para trabajar dos días a la semana desde una oficina compartida ubicada cerca de su hogar.

Finalmente, cabe mencionar que ¿COVID-19 ha establecido las condiciones para una adopción generalizada del trabajo remoto híbrido? El caso del Área Metropolitana de la Ciudad de México es uno de los proyectos de investigación que este 2022 recibirá financiamiento del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (EQUIDE) de la Iberoamericana, universidad jesuita de la Ciudad de México.

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PRL/ICM