“Esto es el resultado de una suma de factores, por un lado el apoyo de nuestros asesores, Juan Pablo Hugues Arthur, egresado del CIDE, y Genaro Madrigal Ríos, de la UNAM. Estas dos escuelas han sido las facultades de derecho que más éxito han tenido en la historia del concurso, siempre han ganado o por lo menos se han quedado en las finales; entonces tener un asesor de cada escuela nos ayudó mucho y nos permitió enriquecer nuestra experiencia”, dijo Carlo Carvajal, quien además obtuvo el reconocimiento como Best oralist, runner up.

Carvajal Aguilar destacó la fortaleza formativa que les aportó la Universidad Iberoamericana: “También cabe mencionar el talante de la Ibero en el tema de derechos humanos; fue muy comentado durante el concurso, que los alumnos de la Ibero tenemos un amplio bagaje en esa materia y que se veía que nos apasionaba y nos interesaba el tema. Eso es algo que caracteriza a la Ibero por ser cuna académica de los derechos humanos y sin duda fue una ventaja”.

“El Philip C. Jessup International Law Moot Court Competition es un modelo de corte, el más grande que existe en el mundo; consiste en un concurso dirigido a alumnos de derecho de todo el mundo en el cual los estudiantes deben representar a un Estado demandante y demandado ante un procedimiento ante la Corte Internacional de Justicia, el órgano judicial de las Naciones Unidas”, explicó Juan Pablo Hugues, asesor del equipo Ibero.

México ganó la ronda internacional en 1998, representado por alumnos de la UNAM, y “aunque desde entonces no hemos repetido la experiencia, hemos quedado muy bien ubicados y hemos pasado a rondas finales”, agregó el también profesor del Departamento de Derecho.

David Heimsatz destaca la experiencia como una labor formativa de este concurso, que si bien les exigió en varios aspectos, hasta ahora ha sido más que gratificante: “En algún punto yo sentía que hacíamos sacrificios para estar en el concurso, para estudiar y leer, porque acababan las clases a las diez y todavía teníamos juntas o nos reuníamos a repasar en otro lado, pero nos damos cuenta de que no es un sacrificio sino una inversión que nos ha dejado mucho aprendizaje, y desde luego la satisfacción y el reto de representar a México”.

Para José Michaus Fernández, quien recibió el premio como Best oralist en la competencia organizada por la International Law Students Association (ILSA), “el punto de este concurso es más que la competencia, la interacción y el aprendizaje entre las universidades... A mí me quedan dos conceptos que son la perseverancia y el trabajo en equipo, porque al final Carlo y yo tuvimos distinciones como oradores, pero eso no hubiera sido posible si no hubiéramos tenido dos asesores como los que tuvimos, si Andrea y David no hubieran estado a la orden del día, porque el equipo no somos nada más nosotros, es todo un grupo de personas apoyándonos que también merecen reconocimiento”.

Sobre el papel fundamental de la “familia Ibero” en este proceso de más de nueve meses de exhaustivo trabajo, Michaus Fernández destaca el papel de la universidad como formadora: “Le tengo un profundo agradecimiento y cariño a esta universidad, aquí han pasado cosas importantes para mi vida: aquí conocí a mi novia, aquí estudiaron mi papá y mi hermano y sí creo que es una universidad distinta, que te forma como profesionista, pero también como humano. Me voy con buen sabor de boca por saber que al menos en el último semestre pude darle algo a la Ibero de lo mucho que me dio y también destacar el inmenso apoyo que recibimos de nuestra familia”.  

El equipo Ibero, además de National Champion, fue reconocido por el Best oralist, el Best oralist runner up, Best memorial for applicant y Best memorial for respondent en la edición nacional de la 57 competencia del Philip C. Jessup, que efectuará su ronda internacional del 27 de marzo al 2 de abril en Washington DC.

NC/ ah