#OBINDI: Personas con discapacidad, excluidas del sistema educativo
En México existe un vínculo entre la exclusión y la discriminación, las cuales apuntan contra la diversidad humana y esconden la desigualdad social. En nuestra sociedad, la mitad de las personas con discapacidad percibe que sus derechos no se garantizan y que el sistema educativo los segrega.
En el país, la población con discapacidad que no tiene estudios equivale al 19.7%, en comparación con el 5% de la población que no tiene discapacidad, de acuerdo con información del Observatorio sobre la Inclusión Social de Personas con Discapacidad (OBINDI), obtenida con base en la ENIGH 2018 del INEGI,
Asimismo, sólo 4.9% de la población con discapacidad entra a una carrera universitaria, frente al 12.6% de la población sin discapacidad que sí tiene esa oportunidad.
En este sentido, el gran reto de la educación inclusiva no es sólo incorporar, sino también garantizar su derecho a la educación, para ello es necesario revisar las condiciones sociales ante la inclusión de las personas con discapacidad y romper la estructura actual para crear un sistema incluyente, aseguraron los especialistas durante el Foro de la universidad ante la inclusión de las personas con discapacidad, que organizaron de manera conjunta la Universidad Autónoma Metropolitana, la Iberoamericana de la Ciudad de México y organizaciones civiles como La Ventana.
Durante el evento se señaló que el paradigma de atención a personas con discapacidad ha ido evolucionado hasta el actual modelo social centrado en la interacción entre una persona con una condición con su diversidad y su entorno, enfocando la problemática en identificar las barreras que menoscaban sus derechos y libertades como persona y en la generación de una cultura que promueva la diversidad impulsada también por diseños universales. Para ello, es necesario que las universidades transformen sus propias culturas institucionales, generando a su vez nuevos conocimientos y promoviendo la cultura de la inclusión.
Fue en este foro en donde se presentó el Observatorio sobre la Inclusión Social de Personas con Discapacidad (OBINDI), cuyo propósito es crear una red de instituciones, organizaciones y personas aliadas para visibilizar la exclusión de personas con discapacidad, generar y difundir investigaciones temáticas, y crear propuestas para promover la inclusión social de las personas con discapacidad.
Al respecto, el Dr. Alejandro Anaya Muñoz, vicerrector académico de la IBERO, señaló que el OBINDI “será un espacio de confluencia, interacción, divulgación y difusión para generar conciencia y dar visibilidad a las distintas problemáticas que enfrentan las personas con discapacidad y coadyuvar en la construcción de una sociedad incluyente en nuestro país. Dará insumos para la investigación sobre la discapacidad en una perspectiva multidimensional, así como un lugar para atraer a más organizaciones civiles, entidades de gobierno y especialmente a las propias personas con discapacidad, las cuales encontrarán un espacio para el diálogo y el acompañamiento por parte de organizaciones y universidades”.
Al presentar el OBINDI, el Mtro. Wilfrido Gómez, investigador en Social Data Ibero, señaló que se trata de una plataforma abierta a la ciudadanía interesada y comprometida con la inclusión social de las personas con discapacidad. Por ello, es una página interactiva en la cual los investigadores, las asociaciones y la personas tendrán la facilidad para subir sus trabajos, sus reflexiones e investigaciones, así como difundir sus eventos, pues se trata de construir un espacio colaborativo.
Por su parte, el Dr. José Antonio de los Reyes Heredia, rector general de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), afirmó que las universidades son espacios educativos que salvaguardan, difunden y reproducen lo más destacado del pensamiento humano, son para decirlo de otro modo, los pilares de la inteligencia de nuestras sociedades.
“Para cumplir con las tareas de construir y reconstruir el tejido comunitario es necesario que todas las personas, sin importar sus circunstancias, puedan acceder en condiciones equitativas a la sociedad y se incorporen de forma integral a sus comunidades. Las universidades no sólo deben abrir sus puertas a todas las personas, sino construir los mecanismos suficientes para que esta incorporación ocurra en condiciones adecuadas”, dijo de los Reyes Heredia.
Durante las mesas de trabajo se señaló la necesidad de ampliar la visualización de todas las formas de discapacidad, no sólo la motriz, ya que conociendo sus necesidades se podrán implementar acciones para su atención específica. En este sentido, las instituciones educativas deben tener una apertura a la diversidad, no basta con los cambios arquitectónicos, es necesario también el acompañamiento, seguimiento y posterior inclusión laboral de las personas con discapacidad.
Las acciones para la inclusión de las personas con discapacidad sólo se pueden lograr integrando a las personas con discapacidad para que tengan un papel proactivo en su visualizacion e inclusión. El trabajo entre las instituciones públicas, privadas y las asociaciones civiles debe ser colaborativo, buscando las condiciones adecuadas en las instituciones universitarias que permitan la inclusión de las personas con discapacidad.
Se debe permitir que las personas con discapacidad tengan la libertad de elegir su propia preparación y desarrollo profesional que les permita acceder a posiciones de alta envergadura y posiciones de poder, por lo que es momento de formar lideres que empoderen a las personas con discapacidad. Es necesario dar vida a las personas con discapacidad, no deben seguir viviendo de ayudas o de limosnas, se les debe cambiar la vida a millones de mexicanos buscando su independencia y el acceso a la educación, que sean personas que aporten y no que vivan de la beneficencia. El proceso será lento pero los cambios serán mayores.
Cabe señalar que la IBERO cuenta con Somos Uno Más, un programa de inclusión educativa que tiene como fin brindar atención, potenciar capacidades individuales y desarrollar competencias para una vida autónoma a jóvenes con discapacidad intelectual.
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Redacción IBERO
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