#ANÁLISIS Armar a profesores es desconocer el sistema educativo

Lun, 26 Feb 2018
La Presidencia de los Estados Unidos ha propuesto otorgar estímulos económicos a docentes que porten armas de fuego en escuelas
  • (Imagen: pixabay.com)
  • Figura 1: De acuerdo a la encuesta elaborada por la CBS, alrededor del 44% de los estadounidenses está en favor de permitir que más docentes y oficiales escolares porten armas en las escuelas.
Por: 
Dr. Alfredo Sandoval Villalbazo, coordinador del Programa de Servicio Departamental de Física del Departamento de Física y Matemáticas de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México. Investigador Nacional Nivel II (SNI).

El miércoles 21 de febrero de 2018, a raíz de la masacre ocurrida en la preparatoria Marjory Stoneman Douglas, Donald Trump se reunió con un grupo de sobrevivientes y padres de familia para abordar la crisis derivada de los tiroteos en escuelas de los Estados Unidos. Lejos de impulsar estrategias relacionadas con el control de armas en su país, el presidente del vecino país del norte propuso que parte del personal docente pueda portar armas dentro de las escuelas; horas más tarde sugirió otorgar incentivos económicos al profesorado que se adhiera a la iniciativa.1

El argumento esgrimido por los partidarios de esta propuesta se sustenta en la necesidad de acotar a los tiradores en el momento de su acción delictiva. Es esa lógica se asume que el modus operandi de este tipo de criminales está basado en la incapacidad de las víctimas para defenderse a sí mismas y en el supuesto de que el personal de seguridad de las escuelas rara vez se encuentra en posibilidades de reaccionar de manera eficaz ante este tipo de acciones.

Quienes dedicamos nuestros esfuerzos diarios a actividades educativas no podemos ser indiferentes a los asesinatos a mansalva ocurridos en las escuelas. Estos actos se han ido incrementando en los Estados Unidos, e inclusive ya han ocurrido en nuestro país. 

Por absurdo que pueda parecer, la lógica armamentista expuesta por el presidente Trump cuenta con numerosos adeptos. Un sondeo organizado por la cadena de televisión CBS muestra que alrededor de 44% de los ciudadanos estadounidenses apoya la propuesta.2 La posibilidad de que la iniciativa prospere es real y es una muestra del distanciamiento que se ha generado entre los ideales educativos y la forma en que la clase política estadounidense en el poder visualiza a las actividades escolares cotidianas.

Una importante cantidad de instituciones de enseñanza media superior se han convertido en campos de batalla en los cuales se debe intentar obtener popularidad a toda costa o arriesgarse a caer en el aislamiento. 

La presión social forma parte de la vida diaria del alumnado y del personal escolar. El desarrollo de la curiosidad científica y el gusto por aprender libremente están limitados por programas de estudio extremadamente densos y están sujetos al 'visto bueno' de compañeros y familiares, dando lugar a ambientes con altos niveles de estrés.3 Estos escenarios alejan a los estudiantes de carreras científicas y son caldos de cultivo para detonar riñas, acoso escolar y otros efectos indeseables derivados de problemas de desarrollo en los jóvenes.4 

La vocación es esencial en la formación docente. Las labores académicas, concebidas para comprender la realidad y favorecer la convivencia humana, se contraponen de manera directa a la idea de que la violencia es un medio legítimo para solventar los conflictos entre las personas. 

Desde su origen, las escuelas han sido baluartes capaces de trascender a entornos sociales adversos y han contribuido a formar ciudadanos solidarios que aspiran a erradicar la violencia entre los seres humanos. Es evidente es que el uso de las armas en el interior de los colegios es incompatible con el contenido de los cursos y con los idearios de las instituciones educativas.

Las tragedias obligan a la reflexión. La iniciativa de normalizar el uso de armas en las escuelas, y su apoyo por una parte importante de los estadounidenses, sugiere que los conceptos fundamentales de la enseñanza no ocupan el lugar que merecen en un sector de la sociedad de dicho país. 

La solución a este tipo de problemas no es de corto plazo, pues requiere de una revalorización de los procesos de enseñanza creativos, priorizando el desarrollo del conocimiento científico (y a la humanización del mismo) sobre intereses de corte mercadológico derivados de mitos y presiones sociales. Es pertinente valorar este tipo de situaciones en el marco del México contemporáneo, el cual atraviesa por una crisis de violencia que también está afectando al sistema educativo nacional.

Referencias:

1 La propuesta ha sido particularmente apoyada por la asociación nacional del rifle de los Estados Unidos de América (NRA). Dicha organización ha ofrecido adiestramiento gratuito a profesores para manejo de armas de fuego. http://www.abc.es/internacional/abci-asociacion-nacional-rifle-ofrece-para-adiestrar-profesores-manejo-armas-201802221916_noticia.html 

2 La encuesta de CBS puede consultarse en la dirección electrónica: https://www.cbsnews.com/news/poll-support-for-stricter-gun-laws-rises-divisions-on-arming-teachers/

3 A. Sandoval-Villalbazo, “Indiferencia social a la ciencia, obstáculo para nuevo modelo educativo”, Prensa Ibero, 12 de junio de 2017. http://www.ibero.mx/prensa/indiferencia-social-la-ciencia-obstaculo-para-nuevo-modelo-educativo 

4 United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization, “School Violence and Bullying Global Status Report”, France (2017). http://unesdoc.unesco.org/images/0024/002469/246970e.pdf

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PRL/ICM

 

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