¿Qué es el TDAH y qué implica para las personas con esta condición?
El 13 de julio se conmemora el Día Internacional del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), una condición mental presente en el 8.8% de la población mundial, de acuerdo con el World mental health report: Transforming mental health for all, publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en junio de 2022.
Pero, ¿qué es el TDAH y cómo afecta a las personas con esta condición? Para saber más sobre este tema, consultamos a la Dra. Ximena González, coordinadora de la Especialidad en Educación Socioemocional de la Universidad Iberoamericana, al Mtro. Germán Ríos Morfín, especialista en educación del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) y a la Dra. Ayodele Ikuopenikan, especialista en psiquiatría por el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía.
“El TDAH es una condición del neurodesarrollo que implica dificultades en la atención focalizada, por lo cual, aprenden de una manera muy distinta, el lenguaje les cuesta un poquito más, hablan mucho, a veces muy rápido o se les olvidan palabras, de alguna manera tienen ciertos descuidos a causa de esto, les cuesta mucho escuchar a los demás, son muy inquietas o inquietos, sobre todo los que se presentan con hiperactividad, porque hay una distinción entre TDAH con y sin hiperactividad”, explica la Dra. Ximena González, quien es académica e investigadora del Departamento de Educación en nuestra IBERO.
Desde el punto de vista neurológico y psiquiátrico, “el TDAH es un Trastorno del Neurodesarrollo que se caracteriza por tener un patrón persistente y marcado de falta de atención y puede estar o no acompañado de alteraciones en la conducta como la hiperactividad o un pobre control de impulsos”, dice la Dra. Ayodele Ikuopenikan.
“Aunque no siempre es diagnosticado a edad temprana, el TDAH se presenta desde antes de los 12 años y esta dificultad en la atención es mayor de lo que se espera para una persona de su edad de desarrollo”, menciona la Dra. Ikuopenikan.
La psiquiatra explica que “el TDAH no afecta la inteligencia de las personas con esta condición, pero al no poder prestar la suficiente atención, muchas veces tienen problemas de aprendizaje, principalmente en los sistemas de educación tradicionales; asimismo, tienen dificultades para la interacción social y también es un factor de riesgo para el desarrollo de otras condiciones mentales como la depresión, la ansiedad, el consumo de sustancias y alteraciones en el comportamiento y la personalidad”.
¿Cuándo se incluye el TDAH en el DSM?
Cabe señalar que en el mundo médico hay un libro generado por la Asociación Americana de Psiquiatría (AAP), que durante varias décadas ha dictado el diagnóstico y los tratamientos para muchas condiciones relacionadas con la neurología y la psiquiatría: El Manual de Diagnóstico Clínico y de Tratamiento para Condiciones Mentales (DSM, por sus siglas en inglés).
Este manual ha ido cambiando a lo largo de la historia, de acuerdo con las nuevas investigaciones relacionadas con la psiquiatría y la neurología, la última versión de este texto fue publicada en 2013 como DSM-5 y tuvo una revisión en 2022, cuando se publicó el DSM-5-TR.
Respecto del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), “se incluyó en los 80 en el DSM-3 y hace alusión a una serie de problemáticas para mantener la atención focalizada, hace referencia a la impulsividad del control de tus actos y a la hiperactividad”, dice el Mtro. Germán Ríos Morfín, quien pertenece a la Coordinación de Acompañamiento para la Excelencia Académica (CAXA) del ITESO.
Actualmente, el TDAH aparece en el DSM-5 como un Trastorno del Neurodesarrollo en el que también se incluyen el Trastorno del Espectro Autista (TEA), los trastornos específicos del aprendizaje, la discapacidad intelectual, los trastornos de la comunicación y los trastornos de la motricidad.
¿Cuántos tipos de TDAH existen?
Como ya lo explicaba la Dra. Ximena González, no todas las personas diagnosticadas con TDAH tienen las mismas características; en la actualidad, se han definido tres tipos:
- Con hiperactividad. Las personas con estos rasgos tienen mucha energía, se mueven constantemente y les cuesta trabajo estar quietos y controlar sus impulsos.
- Con inatención. Son personas distraídas, usualmente pierden cosas y pueden parecer tímidos.
- Combinado. Pueden ser personas impulsivas o hiperactivas y a la vez distraídas.
¿Quién puede diagnosticar el TDAH y cuál es el tratamiento?
Muchos casos de niñas y niños con TDAH, principalmente del tipo hiperactivo, son detectados por profesoras y profesores; así como por psicólogas y psicólogos o trabajadores sociales, pero, ante esta sospecha, son envíados con una o un médico, específicamente con una o un neurólogo o una o un psiquiatra.
Las y los especialistas en neurología o psiquiatría, son quienes pueden evaluar la condición de las y los pacientes, presentar un diagnóstico y dirigir un tratamiento, que de acuerdo a la situación de cada persona puede o no incluir fármacos; sin embargo, a la par de un tratamiento médico, las personas con TDAH, generalmente, también requieren el acompañamiento de una o un psicólogo.
¿Se puede curar el TDAH?
No hay una cura porque en realidad no es una enfermedad, los Trastornos del Neurodesarrollo (entre ellos el TDAH y el Trastorno del Espectro Autista) tienen que ver con la forma en la que se organiza y procesa la información en el cerebro y el sistema nervioso, esas particularidades en sus funciones neuronales acompañan a las personas a lo largo de su vida.
¿Cuáles son las características que definen el TDAH?
En el caso del TDAH, la parte del cerebro que presenta una diferencia en su funcionamiento respecto a la mayoría de las personas, es el córtex prefrontal, implicado en procesos cognitivos complejos como la toma de decisiones, la interacción social y la expresión de la personalidad.
Por lo tanto, las personas con TDAH tienen dificultades con las llamadas “funciones ejecutivas”, que confluyen en esta parte del cerebro y entre la cuales se encuentran: la memoria de trabajo (que almacena información temporal), la planificación, la flexibilidad, la toma de decisiones, la inhibición y la estimación temporal (que consiste en calcular el paso del tiempo), principalmente.
El TDAH también se asocia con tres neurotransmisores: la dopamina, la noradrenalina y la serotonina. La primera tiene que ver con las sensaciones de placer, bienestar y recompensa; mientras que la segunda, está relacionada con niveles de alerta, reactividad e impulsos y la tercera, se encarga de mantener nuestra estabilidad anímica.
La alteración de estas sustancias hace que las personas con TDAH se desmotiven con facilidad y encuentren emoción o puedan concentrarse sólo en cosas que detonen sus niveles de dopamina a corto plazo, pero tengan dificultades para realizar tareas que requieren una gran planeación.
Las fallas en la segregación de noradrenalina puede reflejarse en problemas de impulsividad; en tanto que, la deficiencia de serotonina puede causar disregulación emocional, que se refiere a un escaso control de las expresiones afectivas en distintas situaciones sociales.
Cabe mencionar que, no todas las personas con TDAH tienen las mismas dificultades de aprendizaje o el mismo tipo de problemas en las funciones ejecutivas, la hiperactividad/impulsividad o inatención también son diferentes en cada caso; asimismo, el entorno en el que crece una o un paciente también determinan que superen estas dificultades o éstas les impidan tener un desarrollo óptimo.
“Existe un porcentaje de pacientes, alrededor de un 40%, que mejoran conforme va pasando el tiempo, principalmente aquellos que tienen la hiperactividad más marcada, pero el resto de las personas o dependiendo de los requerimientos de la vida o del trabajo, pueden volver a presentar este tipo de alteraciones cuando sus mecanismos compensatorios son insuficientes”, señala la Dra. Ayodele Ikuopenikan.
¿Cuál es la importancia de recibir un diagnóstico por TDAH?
“Es importante visibilizar este tipo de trastornos y en general cualquier trastorno de salud mental porque es una condición que puede mejorar con el tiempo y si se dan intervenciones tempranas, su capacidad de concentración, atención y sus mecanismos compensatorios pueden ser suficientes como para que tenga un buen aprendizaje y desarrollo social”, dice la Dra. Ikuopenikan.
“Aunque no es una condición que se cure (porque como mencionamos no es una enfermedad), sí hay muchas intervenciones que se pueden hacer para mejorar la calidad de vida de las personas”, señala la Dra. Ikuopenikan.
La psiquiatra también destaca que, entre “los factores de riesgo por no recibir un tratamiento de TDAH son el consumo de sustancias o el desarrollo de comorbilidades como trastornos depresivos o ansiosos que sí pueden tener un impacto en la mortalidad de las personas”.
Un estudio publicado por el Dr. Russell A. Barkley, uno de los investigadores de TDAH más conocidos en el mundo, señala que las personas con esta condición mental tienen una esperanza de vida, de entre 11 y 13 años, menor que las que no lo tienen; debido que la inatención, impulsividad e hiperactividad, las llevan a realizar conductas que ponen en riesgo su integridad física, son más propensos a tener adicciones y a llevar un estilo de vida poco saludable.
¿Qué hago ante un diagnóstico de TDAH?
Es normal que las y los padres de niñas y niños diagnosticados con TDAH se preocupen por la salud y el futuro de las y los infantes, pero la Dra. Ximena González nos dice que, si bien una persona con esta condición puede tener dificultades, es importante descubrir cuáles son sus habilidades y ayudarles a trabajar sobre ellas para que tengan una vida plena.
Lo principal ante un diagnóstico de TDAH es seguir un tratamiento médico, con un especialista en neurología o psiquiatría, pero acompañado de “estrategias multimodales”, que implican a otros especialistas en salud mental como psicólogas y psicólogos, menciona el Mtro. Germán Ríos Morfín.
¿Se puede diagnosticar el TDAH en la edad adulta?
Dado que el TDAH se incluyó a penas en los 80 en el DSM, muchas personas que crecieron en los 90 y 2000 no recibieron un diagnóstico temprano y descubrieron que tenían esta condición en su edad adulta, cuando quizá llevaron a sus hijas e hijos al médico y cayeron en cuenta que ellas y ellos también tuvieron (y probablemente siguen enfrentando) esas mismas dificultades.
Esto se debe a que, el TDAH -a diferencia de otros Trastornos del Neurodesarrollo como el TEA- tiene un componente genético importante, con niveles de heredabilidad de hasta el 70%; sin embargo, aunque las y los investigadores aún estudian sus causas, lo que sabemos hasta ahora es que los factores ambientales también juegan un papel importante en el desarrollo de esta condición.
Respecto del diagnóstico, otras personas adultas también se han dado cuenta que tienen esta condición porque acuden con una o un especialista en salud mental por otras “comorbilidades” asociadas al TDAH no tratado, como son la depresión, la ansiedad, los trastornos obsesivo-compulsivos (TOCs) o los problemas de adicciones a drogas o al alcohol.
Sin importar cómo haya sido tu experiencia con el diagnóstico, recuerda que no estás sola ni solo; incluso si ahora te parece una noticia abrumadora, avanzar en el tratamiento te ayudará a sentirte mejor en el futuro.
¿Es caro recibir atención médica por TDAH?
Depende de la situación de cada país y los ingresos que destinan a la salud mental; sin embargo, a nivel internacional, se calcula que del presupuesto total que las naciones destinan al rubro de salud, sólo 2% va a salud mental, de acuerdo con datos del World mental health report: Transforming mental health for all, de la ONU.
Este escaso presupuesto para la salud mental, hace que no sólo en nuestro país, sino en la mayoría de las naciones del mundo, recibir atención para cualquier condición mental (no sólo TDAH), resulte costoso porque, en muchos casos, la atención pública es insuficiente y se debe recurrir a instancias privadas.
Poniendo el foco en el caso de México, datos de 2018 revelan que 15 millones de mexicanas y mexicanos presentaron algún problema de salud mental, pero sólo 3% buscaron atención psicológica o psiquiátrica, según el análisis “Presupuesto para salud mental: Relevancia ante la COVID-19”, publicado en octubre de 2020 por el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
El informe de CIEP señala que de 2013 a 2021, nuestro país asignó al rubro de salud mental, en promedio, sólo 2.1% del presupuesto dirigido a la Secretaría de Salud y a pesar de que tras la pandemia hubo un repunte del 25% en casos de depresión y ansiedad, en 2021, el gasto público en México dirigido a salud mental fue de 3 mil 031 millones de pesos, lo cual representa un 9.6% menos respecto a 2013 y 0.1% menos del aprobado en 2020.
De ese porcentaje de 2.1% del presupuesto que la Secretaría de Salud destina a salud mental, el 50% se asigna a los hospitales psiquiátricos, otros rubros a los que se destinan esos recursos son en programas de prevención y atención contra las adicciones y atención a la salud y en 2021, menos del 3% se destinó a “prevención y control de enfermedades”.
La situación para los tratamientos en materia de salud mental se complican para las personas que no cuentan con una afiliación al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) o al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
¿Cuánto cuesta un tratamiento por TDAH en México?
En el sector privado, una consulta médica con especialistas en neurología o psiquiatría está en alrededor de mil pesos, mientras que una consulta psicológica cuesta, en promedio, 400 pesos. Estas cifras, deben multiplicarse pues las personas con Trastornos del Neurodesarrollo deben visitar a estas y estos especialistas varias veces al año.
Además, si requieren de un tratamiento farmacológico, los precios se disparan; por ejemplo, “Concerta”, un medicamento con 30 pastillas, que en México y Latinoamérica es uno de los más recomendados para infantes y adultos con esta condición (y en algunos casos de TEA), está entre los mil 200 y los dos mil pesos (dependiendo el gramaje); mientras que “Moxazyd”, otro fármaco recomendado en casos de TDAH, cuesta, en promedio, 530 pesos con 14 cápsulas.
La situación se complica para familias en donde más de uno de sus miembros presentan esta condición; sin embargo, si tú o alguien cercano a ti necesita un tratamiento y no cuentas con los medios económicos, puedes buscar asociaciones civiles cercanas a tu lugar de origen que te ayuden a encontrar opciones que te permitan acceder a uno.
Si vives en la Ciudad de México y no tienes IMSS o ISSSTE, pero recibes atención en el sector público, puedes conseguir los medicamentos a un precio más económico en las farmacias del Hospital Psiquiátrico Infantil Dr. Juan N. Navarro y del Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez, consulta cuáles son los requisitos para acceder a este descuento.
¿Por qué es importante visibilizar el TDAH?
La Dra. Ximena González, coordinadora de la Especialidad en Educación Socioemocional de nuestra IBERO, nos dice que es importante “sobre todo por tres cosas: Uno, hacemos una reflexión como sociedad, respecto a cómo dejar de estigmatizar y marginar a personas que viven con esta condición”.
“Por otro lado, pienso que nos ayuda a que las mismas personas con TDAH se sientan más consideradas, se les pueda dar más agencia y finalmente, ayuda a que se generen más políticas al respecto y por lo tanto más financiamientos, tanto como para su estudio, como para su acompañamiento, como para su formación, que nos demos cuenta que estas personas existen y que tenemos que aprender mejores maneras de integrarlas a nuestra sociedad”, dice la Dra. Ximena, quien es médica cirujana, maestra en Filosofía de la Ciencia, doctora en Filosofía de las Ciencias Cognitivas y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), Nivel I.
Al respecto, la Dra. Ayodele Ikuopenikan menciona que dados los retos que la impulsividad, hiperactividad o inatención generan en las personas con TDAH, que los hacen propensos a desarrollar comorbilidades como depresión, ansiedad, TOCs e incluso problemas de adicciones, “es importante visibilizar esta condición para que quienes pasan por esto sepan que no están solas y solos y que un tratamiento puede mejorar su calidad de vida”.
Asimismo, dado que los Trastornos del Neurodesarrollo generan un estigma sobre las personas con estos diagnósticos, el Mtro. Germán Ríos Morfín, nos explica que desde el punto de vista de la educación, estas condiciones mentales no se tratan como “trastornos, eso se los dejamos a los neurólogos a los psiquiatras, nosotros nos enfocamos en que hay diferentes formas de procesar la información, pero que implican más una noción social y comunitaria, además de la cuestión médica”.
Con base en esta visión social de las condiciones mentales ligadas al neurodesarrollo, surge el concepto de “neurodivergencia” o “neurodiversidad”, que “nos aleja de la idea de lo normal y lo patológico y nos acerca al entendimiento de que sólo se trata de procesos cognitivos, emocionales y sociafectivos diferentes”, subraya la Dra. Ximena González.
En otro momento, compartiremos más información sobre el concepto de “neurodivergencia”, que nos explicó a profundidad la Dra. Ximena y sobre técnicas enfocadas en estudiantes universitarios con TDAH que nos recomienda el Mtro. Germán Ríos, así como estratégias pedagógicas que las y los docentes pueden aplicar con alumnas y alumnos con TDAH y Autismo.
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Por: Laura Herrera Camarillo.
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