Opinión. El poder de enfriamiento en parques urbanos ante la ola de calor en la CDMX
Por Dr. Juan Manuel Núñez, coordinador de la licenciatura en Sustentabilidad Ambiental de la IBERO, y Andrea Santamaría, estudiante de séptimo semestre de este plan académico.
Es evidente que los cambios de temperatura que hemos experimentado en los últimos meses en la Ciudad de México no son normales. Este año, el 15 de abril, la ciudad rompió un nuevo récord al registrar una temperatura máxima de 34.2º C, superando las mediciones de las últimas dos décadas. Estas condiciones extremas son solo un ejemplo de los desafíos que enfrentan las ciudades densamente pobladas en todo el mundo debido al calentamiento global. El crecimiento acelerado de las ciudades trae consigo una serie de desafíos, y uno de los más urgentes es el aumento de las temperaturas en entornos urbanos densamente poblados. A medida que el calentamiento global intensifica fenómenos meteorológicos extremos en todo el mundo, como las olas de calor, las ciudades se enfrentan a un problema cada vez más apremiante: las islas de calor urbanas.
La isla de calor urbana, es un fenómeno que ocurre en áreas urbanas donde la temperatura es notablemente más cálida que las áreas circundantes, debido a la absorción y retención de calor por parte de las estructuras y materiales urbanos. Este fenómeno puede tener varios impactos negativos, como la exacerbación de la contaminación del aire, dificultad para conciliar el sueño, el riesgo de enfermedades relacionadas con el calor, la reducción de la productividad laboral, así como el aumento del consumo de energía para la refrigeración de edificios.
Para abordar estas consecuencias, muchas ciudades están implementando estrategias de mitigación del fenómeno de la Isla de Calor Urbana (ICU), como el aumento de áreas verdes, la promoción de techos verdes y el uso de materiales de construcción reflectantes para reducir la absorción de calor. Además, es importante implementar políticas de adaptación y sensibilización para proteger la salud pública y mantener la actividad económica en estas áreas urbanas afectadas.
En una investigación reciente de la Universidad Iberoamericana, se empleó un enfoque espacial y técnicas analíticas avanzadas, incluido el mapeo de relaciones bivariadas locales y entropía, para analizar cómo la relación entre variables relacionadas con áreas verdes y calor urbano puede cambiar en diferentes áreas geográficas, ofreciendo una comprensión más detallada de los efectos de las islas de calor urbanas. Utilizando imágenes satelitales para estimar la temperatura de la superficie terrestre durante una ola de calor en la Ciudad de México, este estudio proporcionó información sobre cómo los parques urbanos disminuyen la intensidad del calor de la ciudad entre 1.5 y 6 °C en los edificios circundantes dentro de un radio de 300 metros (Figura 1).
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