Experto IBERO da un balance de la “desdibujada” política exterior mexicana
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En términos de política exterior, México está cada vez más ausente en el ámbito internacional, en disputa con dos de sus principales socios comerciales, Estados Unidos y Canadá, y podría decirse que está “desdibujado” en América Latina, enemistado con Ecuador y Perú y alejado de socios históricos como Brasil, Colombia y Chile. El balance del sexenio que culmina en este rubro es “muy preocupante”, en palabras del Dr. Jorge Alberto Schiavon Uriegas, académico del Departamento de Estudios Internacionales de la IBERO.
Durante la actual administración, la política exterior mexicana ha carecido de una estrategia clara, ha operado con base en coyunturas, siguiendo las prioridades establecidas desde la Presidencia, lo que ha conducido al debilitamiento de la presencia del país a nivel global, en opinión del internacionalista.
La suma de importaciones y exportaciones representan alrededor del 80 por ciento del Producto Interno Bruto para nuestro país; hay una comunidad de origen mexicano en el exterior de más de 38 millones de personas, que envían más de 63 mil millones de dólares al año en remesas. Con todo ello, la política exterior tiene que ser “una palanca para el desarrollo nacional”, lo que no sucede en la realidad, lamentó.
Desde la campaña electoral, el presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, dejó claro que “la mejor política exterior iba a ser la política interna”; sin embargo, en palabras del Dr. Schiavon, también resulta muy necesaria la otra mitad de la ecuación: una buena política exterior que lleve a buenas políticas internas, para garantizar la seguridad, desarrollo y bienestar del país.
Durante su sexenio, el presidente salió muy pocas veces de México, sólo visitó Estados Unidos y algunos países de América Latina en viajes muy cortos; no asistió a las reuniones del G20, ni a las de la Alianza del Pacífico, apuntó.
| El Dr. Jorge Alberto Schiavon Uriegas, académico del Departamento de Estudios Internacionales de la IBERO |
Sin presupuesto y sin personal, muy difícil “una política exterior proactiva”
Recordó que este sexenio se tuvo el Presupuesto de Egresos de la Federación más grande de la historia, con recursos públicos “como nunca”. Sin embargo, fueron destinados a la política social y a las obras de infraestructura emblemática de la administración, como el Tren Maya, la refinería Dos Bocas, el Tren Transístmico, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), mientras que la Secretaría de Relaciones Exteriores atravesó una reducción de prácticamente el 20 por ciento de su presupuesto en términos reales y una disminución de su personal de apoyo de alrededor del 17 por ciento. “Sin presupuesto y sin personal es muy difícil ejercer una política exterior proactiva”.
La reducción “gigantesca” de presupuesto llevó también al cierre de Proméxico, la agencia de la Secretaría Economía para la promoción económica internacional del país, y del Consejo de Promoción Turística Mexicana, cuando nuestro país es uno de los diez que tienen mayores ingresos por turismo a nivel mundial.
A ello se sumó el alto número de nombramientos políticos en embajadas y consulados. En otros sexenios, esto era una práctica habitual, el primer mandatario nombraba a aproximadamente un 30 por ciento de embajadores y cónsules, con la ratificación del Senado. La diferencia es que, en el pasado, contaban con capacidades y conocimientos para realizar sus funciones, de acuerdo con el académico.
Actualmente, alrededor de la mitad de los cargos diplomáticos se está nombrando políticamente; prácticamente el 90 por ciento de los países de América Latina tienen una o un embajador político y muchos de ellos no son expertos, lo que “precariza la capacidad para hacer promoción política y económica del país en el exterior”.
Deterioro de las relaciones de México con otros Estados
Schiavon detalló el deterioro de las relaciones de México con otras regiones y países. Se refirió a la pausa diplomática con los embajadores de dos de nuestros principales socios comerciales, Estados Unidos y Canadá, a raíz de sus posturas en torno a la reforma judicial, que fueron tachadas como “intervencionistas” por el gobierno mexicano.
En la región latinoamericana, por primera vez en la historia reciente, tres países pidieron la salida de embajadores mexicanos (Ecuador, Bolivia y Perú) y el mismo presidente fue declarado persona non grata por Ecuador y Perú. El especialista también aludió el acercamiento del actual gobierno mexicano hacia ciertos países de América Latina que se caracterizan por ser “los menos democráticos” y aquellos que “están violando de manera constante y consistente los derechos humanos”, como Cuba, Venezuela y Nicaragua.
En el caso de Europa, no ha sido posible ratificar el acuerdo global entre México y la Unión Europea, que lleva ya seis años en espera. En el bloque están “muy preocupados con respecto a la deconstrucción de las instituciones democráticas y del Estado de derecho en México, con la desaparición de los órganos autónomos, la reforma judicial y, en general, con el enorme nivel de violencia y falta de control en varios espacios territoriales por el avance del crimen organizado”.
En lo relativo a Asia, México no se ha beneficiado todo lo que podría por la relocalización de inversiones hacia países aliados. Donde hay cercanía es con China, lo que genera preocupación en nuestra relación con EU, por la posible triangulación de exportaciones chinas a nuestro país, para luego entrar al mercado de América del Norte y evadir los aranceles extraordinarios impuestos por Estados Unidos.
El segundo piso de Sheinbaum en política exterior, sobre cimientos “endebles”
Con estos “cimientos tan endebles”, es probable que colapse el segundo piso de la política exterior mexicana, anunciado por la entrante presidenta Claudia Sheinbaum.
No obstante, el nombramiento como canciller del ex rector de la UNAM y ex representante permanente de México ante la ONU, Juan Ramón de la Fuente, es una primera buena noticia de la administración entrante, ya que “es una persona que entiende y conoce el tema internacional y la parte diplomática”.
Aún está por verse qué márgenes de maniobra se le darán para renovar la política exterior, resolver conflictos con EU y Canadá, recuperar el liderazgo en América Latina, tener un acercamiento con Asia –con una relación estratégica con China, sin poner en riesgo la que se tiene con EU–, y reconstruir la relación con nuestro principal socio europeo: España. También falta definir los nombramientos a nivel de Subsecretaría, nombramientos en embajadas y consulados y si habrá o no una reversión en términos de la reducción presupuestal, concluyó el experto.
Texto: Mariana Domínguez Batis / Ilustración: Firefly / Foto: Alberto Hernández
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