Las agresiones físicas contra mujeres periodistas han aumentado más de 200 por ciento en México, un país que continúa siendo el más peligroso para ejercer el periodismo en zona de paz, sólo después de países en guerra como Afganistán, alertó la Dra. Grisel Salazar, académica de tiempo completo del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana.

Junto con Grisel Salazar, las reconocidas periodistas y articulistas Pamela Cerdeira, Bárbara Anderson e Ivabelle Arroyo, ahondaron sobre los desafíos a los que se han enfrentado como mujeres durante sus casi tres décadas de trayectoria, en el panel moderado por la Dra. Jimena de Gortari titulado ‘Retos para ejercer el periodismo con perspectiva de género en México’, realizado en la IBERO.

A pesar de que existe una relativa paridad en los medios de comunicación en nuestro país, en donde el 49.3 por ciento de las profesionistas son mujeres (en plataformas digitales el porcentaje de mujeres alcanza 79.1 por ciento), persiste la brecha salarial: las periodistas perciben entre 9 y 12 mil pesos mensuales, mientras que los hombres ganan entre 15 y 18 mil pesos por las mismas tareas, apuntó Salazar.

Aunado a las agresiones físicas, las periodistas también son blanco de insultos, discursos de odio, descalificaciones y acoso sexual (al menos 34 por ciento han sido víctimas de este tipo de violencia, frente a 4 por ciento de hombres). “Para un botón de muestra, asómense unos cinco segundos a X y vean el tipo de agresiones que reciben las periodistas, que siempre están ligadas a una cuestión de su cuerpo, de su sexualidad, de su forma femenina), señaló.

El potencial de la voz femenina para transformar al mundo

Ante este contexto, surgió una iniciativa de mujeres periodistas, bajo la dirección de Pamela Cerdeira, denominada Opinión 51, que reúne más de 130 plumas femeninas que colaboran en más de 180 medios.

Opinión 51 responde al reto de hablar desde una perspectiva femenina de lo que nos interesa a las mujeres y que también busca más protagonistas de las noticias; cuenta con un 70 por ciento de lectoras, cuyo principal interés son las noticias, contrario al pensamiento masculino de que sólo buscamos temas de espectáculos, celulitis e infidelidades, señaló Cerdeira.

Ivabelle Arroyo, por su parte, ahondó en las diferencias de las periodistas con sus colegas hombres. Recordó que en los inicios de su carrera, su editor le negó ser columnista “porque tú no eres nadie”, cuando compañeros en sus mismas condiciones de edad y experiencia podían ya escribir. “Tenemos que abrirnos paso a codazos en el gremio", lamentó.

La analista política celebró la llegada de la primera mujer presidenta al país; sin embargo pidió “no perder de vista la agenda feminista, sin dejar de festejar que haya llegado. Aquí empieza nuestra exigencia y fiscalización”.

“Ser mujer periodista es tener un útero y un cerebro en el mismo cuerpo”, afirmó Bárbara Anderson, la primera mujer en ser editora de la revista Expansión, cargo que ocupó de 2005 a 2010. La argentina por nacimiento, pero mexicana por elección, habló sobre el “piso pegajoso” que existe en el periodismo para las mujeres, que no les permite levantarse si tienen hijos. También condenó que en ningún medio mexicano existen salas de lactancia. “Hay un castigo a ser mujer, a tener una vida propia, a tener decisiones de balance de vida”, condenó.

La moderadora del encuentro y Coordinadora de Investigación en la IBERO, Jimena de Gortari, destacó la importancia de la diversidad de voces reunidas e invitó a continuar el debate sobre el tema en un futuro.

El panel fue organizado por la Dirección General de Vinculación Universitaria, el Departamento de Comunicación Institucional de la IBERO y Opinión 51.

Texto: Mariana Domínguez Batis / Fotos: Elihú Cortés

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