El Vicerrector de la Universidad Iberoamericana, Dr. Alejandro Anaya Muñoz, considera que es positivo que en la actualidad exista una buena cantidad de programas académicos que forman especialistas en Derechos Humanos, pero, desde su punto, de vista es importante que estos planes no sólo instruyan conocimientos teóricos, sino que, también, a través del análisis de la realidad social, formen a personas conscientes, capaces de actuar con empatía con las y los demás, y que adquieran el compromiso de aportar, mediante su talento, a la construcción de mejores realidades.

 

El Dr. Anaya Muñoz fue uno de los especialistas que participaron en el webinar ‘Educación Formal en Derechos Humanos en Iberoamérica: Experiencias, Aprendizajes y Retos’, organizado por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), que está celebrando paneles con expertos y expertas de cara a la publicación de un informe sobre educación en Derechos Humanos.

 

La presentación del webinar corrió a cargo de Irune Aguirrezabal, Directora del Programa Iberoamericano de Educación en Derechos Humanos, Democracia e Igualdad de la OEI; la moderación la realizó Otto Granados, ex Secretario de Educación Pública de México; y el cierre le correspondió a Sergio Cárdenas, Profesor del Departamento de Administración Pública del Centro de Investigación y Docencias Económicas (CIDE). La mesa de especialistas de la que formó parte el Vicerrector de la IBERO se completó con Enrique Chaux, Profesor Titular en el Departamento de Psicología de la Universidad de los Andes; Marcela Feuerschvenger, Ministra de Educación de la Provincia de La Pampa, Argentina; y Andrea Romero, de la Universidad Nacional de Costa Rica.

 

 

 

Nuestro Vicerrector señaló que, de acuerdo con su experiencia, las personas que estudian en un curso o programa especializado en Derechos Humanos, principalmente las y los jóvenes universitarios, muestran mucho interés en aprender sobre estos temas mediante el análisis de “lo que está pasando” y lo que aqueja actualmente a las personas que les rodean, así como a individuos que forman parte de otros grupos sociales y contextos.

 

Y con base en el paradigma ignaciano de las universidades jesuitas, el experto añadió que el reto de estos planes académicos es formar a personas que vayan más allá de la adquisición de los conocimientos propios del contenido académico, y que sean más conscientes más allá de lo que pasa en su vida cotidiana, que pueden mostrar empatía con quienes sufren, y que utilicen el conocimiento que adquirieron para diseñar soluciones y decir “yo voy a hacer algo al respecto”.

 

Durante el webinar, el Vicerrector de la IBERO comentó que el tema de los Derechos Humanos “irrumpió en la agenda pública mexicana desde mediados de los 90”, con la creación de aparatos como las comisiones estatales que vigilan el cumplimiento de esta garantía, y adquirió todavía más fuerza al inicio de los 2000, cuando surgieron los primeros contenidos académicos al respecto, pero en su mayoría eran cursos impartidos en algunas universidades, sobre todo en facultades de Derecho.

 

La IBERO, presumió el Vicerrector, fue pionera en el tema, toda vez que inauguró su Maestría en Derechos Humanos en 1999, “la única en aquel momento”.

 

En la actualidad, el Vicerrector consideró que es de celebrar la cantidad de opciones que existen para formarse en el tema. En México, él tiene contabilizados siete programas de Doctorado, 15 Maestrías, tres Licenciaturas y “un montón de tesis”.