'Impuestos Saludables' Deben Sumarse a Políticas Integrales: Experto IBERO
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En el marco del Día Mundial de la Alimentación, que se conmemora cada 16 de octubre, el Dr. Mauricio Hernández Fernández, investigador del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (EQUIDE) de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México (IBERO), advirtió que los llamados “impuestos saludables” —como el que grava a las bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados— han mostrado resultados positivos en México, aunque su efectividad depende de que se fortalezcan y se acompañen de otras políticas públicas.
Impuestos efectivos, pero aún insuficientes
“México fue pionero a nivel mundial en establecer un impuesto con objetivo de salud”, recordó Hernández, al referirse al gravamen que se aplica desde 2014 a productos con alto contenido calórico.
Explicó que, aunque la medida logró una reducción de entre 5 y 8 por ciento en el consumo de estos productos, su alcance fue limitado, ya que el aumento representó solo entre 8 y 10 por ciento del precio de venta al consumidor final.
“Mucha gente cree que por poner un impuesto el consumo va a desaparecer, y eso sería demasiado esperar. Se necesita un incremento mayor: la Organización Mundial de la Salud recomienda tasas de al menos 20%”, señaló.
El especialista consideró que el momento actual es clave, pues mañana la Comisión de Hacienda y Crédito Público de la Cámara de Diputados dictaminará la Ley del IEPS con los llamados "impuestos saludables", que propone elevarlos en México, después de más de una década sin ajustes. “Hay países que han llegado a imponer tasas de hasta 50% porque están muy preocupados por cómo se ha degradado la calidad de la alimentación”, como sucedió en los Emiratos Árabes Unidos, recordó.
Políticas integrales y alimentación en las escuelas
Hernández enfatizó que los impuestos deben formar parte de un paquete de políticas integrales que promuevan entornos alimentarios saludables.
Entre ellas, destacó los nuevos lineamientos que regulan los alimentos permitidos en las escuelas, respaldados por la Ley General de la Alimentación Adecuada y Sostenible, aprobada en 2024. “Antes no había un marco jurídico que hiciera exigible la alimentación saludable en primarias y secundarias. Hoy eso cambia: se están recuperando alimentos tradicionales, como frutas, atole o antojitos no fritos, y desplazando los ultraprocesados”, explicó.
El investigador advirtió, sin embargo, que aún falta publicar el reglamento de esta ley, que debió emitirse hace meses. “Sin ese reglamento no se puede sostener el cambio en el tiempo; se necesitan reglas claras e incentivos para vincular la oferta escolar con los productores locales”, apuntó.
Derecho a la alimentación y rol del Estado
Para Hernández, el debate sobre los impuestos saludables debe verse desde una perspectiva de derechos humanos, no de ideologías. “México ya reconoce el derecho a una alimentación adecuada, no solo a alimentarse. Es un deber del Estado garantizarla”, afirmó.
En ese sentido, insistió en que el gobierno debe ser agente de cambio, comenzando por compras públicas responsables en programas como los desayunos escolares del DIF, hospitales o cárceles, priorizando productos frescos y locales.
Desde la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, el EQUIDE impulsa investigación aplicada en temas de pobreza, salud y políticas públicas, con el propósito de diseñar, evaluar y promover estrategias que contribuyan a un desarrollo sostenible y equitativo.
Texto y foto: Mariana Domínguez Batis
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