El rostro económico de México: emergente, moderno y dependiente
En el terreno económico, la imagen de México es percibida como la de un país emergente, moderno y dependiente, señala el doctor César Villanueva Rivas, académico del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana, en el informe La imagen de México en el mundo 2006-2015.
En la década cubierta por el informe, los mejores años para la imagen económica de México fueron 2006 y 2008, gracias a que los efectos de la crisis económica global apenas comenzaban y a la buena resiliencia de la economía nacional.
Por otra parte, los años “menos positivos” en el rubro fueron 2009 y 2010, debido a los cambios negativos en los indicadores macroeconómicos, y acontecimientos como la bancarrota de la aerolínea Mexicana de Aviación, que en medios de comunicación mostraron a México como un país dependiente.
De acuerdo con el experto de la IBERO, en los diez años estudiados, la economía mexicana se comportó “sorprendentemente bien”, proyectando una imagen país de solidez relativa, con estabilidad y competitividad.
La imagen de México como un país moderno provino de su desempeño en las variables liberalización comercial y desempleo, así como del equilibrio económico y el desarrollo humano en los primeros años estudiados. En el rubro desempleo, México presentó un promedio de 4.54%, similar al de Austria, Países Bajos y Luxemburgo.
Cabe decir que, aunque en 2006 y 2007 México tuvo un desarrollo humano alto (0.852), cercano al de Chile, Argentina y Polonia, para 2015 descendió (0.750), reflejando un comportamiento similar al de Rusia o Turquía, lo que reforzó la imagen de México como un país emergente.
Esta imagen se confirmó en el indicador crecimiento, en el que México tuvo un promedio de 2%, con un Producto Interno Bruto per cápita de 10 mil 275 pesos de 2013 a 2015, cifras comparables con las de Turquía, Costa Rica y Surinam.
Sin embargo, aseguró el doctor Villanueva, la única variable con resultados que enturbian la buena imagen económica global de México tiene que ver con la gran desigualdad en la distribución de los ingresos entre los diversos estratos sociales, lo que tiende a ser señalado de manera francamente negativa en diversos medios globales.
De acuerdo con el índice de Gini, México tiene un promedio de 48.11 puntos de 2006 a 2015, similar al de República Dominicana, con un promedio de 48.1, y Perú con 47.31, lo que representa, de manera incontrovertible, la desigualdad.
"México es un país competitivo por el tamaño de su economía, pero no ha logrado controlar la alta informalidad, por lo que proyecta una imagen de adversario menor, lo que significa en términos económicos, la vulnerabilidad de incurrir en incumplimiento de pagos en el corto plazo, a pesar de contar con una adecuada capacidad de pago", añadió el académico en su informe, producto de una investigación cofinanciada por el Fondo de Ciencia Básica SEP-Conacyt y Fomento de Investigación y Cultura Superior, A.C., FICSAC, patronato de la Universidad Iberoamericana.
Para analizar la imagen económica de México se estudiaron mil 046 piezas informativas.
JTGI/ICM
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