Alfonso Cuarón y Emmanuel Lubezki, mexicanos ganadores del Óscar por su labor de dirección y fotografía en la cinta Gravity, deben compartir parte de su conocimiento a las nuevas generaciones de cineastas que actualmente se forman en México.

Así lo apuntó el maestro Edwin Culp Morando, coordinador de la Maestría en Comunicación de la Universidad Iberoamericana, quien señaló que se debe aprovechar al máximo el premio conseguido por estos creadores, con el fin de lograr un impacto positivo en la industria mexicana.

El especialista en cine indicó que los premios que ambos recibieron la noche del 2 de marzo contribuirán a dar visibilidad al trabajo de jóvenes directores mexicanos, lo que podría fomentar que cada vez más creativos (músicos, fotógrafos, sonidistas, editores, vestuaristas, etcétera) que actualmente colaboran en producciones mexicanas puedan sumarse a proyectos extranjeros, donde podrían “foguearse”.

Culp apuntó que el escenario ideal sería aquel en el que los nuevos talentos que se desarrollen como parte de producciones extranjeras, regresen a México y participen en cintas nacionales, lo que permitiría que su experiencia adquirida se permeara en la industria fílmica nacional.

Si bien no se trata de una película mexicana, Gravity es un reflejo más de la estética que la dupla Cuarón-Lubezki ha logrado construir, apuntó el experto, quien precisó que esta “mirada cinematográfica” no depende tanto del país que produce la película o del origen del financiamiento, sino únicamente de los dos mexicanos.

El académico de la Ibero, que ha sido casa de estudios del cineasta Alejandro González Iñárritu (Amores Perros, Babel) o el director de arte Eugenio Caballero (El laberinto del fauno), señaló que a partir de que el filme Japón, de Carlos Reygadas, formó parte de la selección oficial del Festival de Cine de Cannes en 2002, se creó un antes y un después para el cine mexicano, que desde entonces ha tenido mucha presencia en festivales, pero de forma paralela ha ido consolidándose, principalmente con cintas de corte cómico, como Nosotros los nobles o Sálvese quien pueda, que recientemente han tenido gran éxito comercial en México.

Sin embargo, ha sido difícil conjugar buenos experimentos que aprovechen tanto el perfil comercial como el de festival, dijo Edwin Culp, ya que el diálogo entre estos dos ámbitos normalmente ha estado "peleado".

JTGI/ ah